Espinas y enredos

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Las cosas iban mejorando, llevábamos a Xiomara y Xavier a terapia, él por agresividad y ella para superar lo de lasfotografías y todos los otros rollos, las gemelas estaba portándose un poco mejor y los chicos, bueno... alguien siempre estaba fuera de control.

—Facundo, ya las volé, las volé —respondió Tom.

—Lo mismo le diremos a la policía cuando te vuele por la ventana —contestó a su hermano mientras me daba una lección de rigidez parental con los varones.

Cosa que me hacía falta, no podía discutir como él, no me salía, ¿Eso me hace una mala madre sustituta? ¿No saber gritar y ser rígida? ¡Por Dios! Ser mamá es complicado y horrible. Creo que lo apropiado es no enseñarles a hablar. Sonreí ante la idea y Facundo negó con la cabeza por lo que me volví a poner seria antes de hablar.

—Chicos, la actitud no es esta, van a perder el año, su mamá se odiaría al verles tan perdidos. Yo me odio a mí misma, pero el próximo año cuando los compañeros de tu hermano sean los tuyos y tú sigas en el mismo salón solo será patético —Dije y los tres me miraron con seriedad. —Como no nos quieren obedecer pueden ir a pasear con su tía Bety.

—¿Tú los vas a dejar? —preguntó Facundo y alcé una ceja.

Ninguno podía estar cerca de la tía Bety, ella muerde mejillas y es la mujer más persuasiva y acelerada puesta sobre el planeta tierra. Los varones no podían soportarle sobre todo por su obsesión con la limpieza y los apodos que les asignaba, aquellos eran una tortura en su agudo tono de voz.

—De ser necesario, les pagaré el taxi, uno de confianza —dije y los dos mocosos rieron.

—Soy su tutor legal y les juro que si tengo que reventarles por completo el cuerpo, lo haré —Reí y los tres me miraron serios.

—Oh... ¿Sí?

—Desaparezcan —Dijo Fack y los chicos obedecieron. Mi novio me aceró de las caderas. —¿Has escuchado que los hombres son más físicos?

—Creía que eran solo sobre sexo —Facundo depositó un corto beso sobre mis labios y escuchamos las coquetas risillas de las gemelas. — ¿Ya hicieron las maletas? —pregunté y ambas asintieron.

—Oye, Serena, tienes un traje de baño sexy como para mí.

—No.

—¿Crees que le guste a Zack? —Facundo rió.

—Siguiente pregunta.

—Soy guapa —afirmó y rodó sus ojos.

—Y soñadora —respondimos al unísono.

—Le conquistaré y me pedirán perdón. Ahora, cuñadita hermosa ¿tienes un traje de baño? —Xavier se acercó a nosotros y se posó al lado de su hermana.

—Tiene algo mejor —contestó Facundo y su hermana aplaudió.

—¿Qué es?

—Tetas —Respondió Xavier.

Las gemelas rieron y Facundo con ellas. Además, Xavier no dejó de seguir a su hermana con más bromas con respecto a sus pechos. Las gemelas corrieron al jardín para jugar en las hamacas y me senté sobre el regazo de mi novio, le di un beso y le hice una seña antes de regañarlo:

—Facundo, eso no fue nada amable, ve a disculparte.

—¿Por qué?

—Las tetas son como el pene. Ya sabes, a nadie le gusta que digan que son insuficientes.

—Vamos, es gracioso quiere uno de tus trajes, quedaría topless antes de ponérselo. —rió de nuevo.

El viaje solía ser divino, tomábamos un helicóptero obviamente por turnos y nos quedábamos en un pueblito a comer, luego mi padre conseguía varias camionetas por lo que íbamos separados. Descansados y llegábamos a la hacienda, pero mi papá decidió contratar un bus, lo cual fue una estupidez desde el inicio, pero, algún manipulador profesional (mi madre) acabó por convencernos.

Las espinas de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora