Courtney era una chica normal. Bueno, tan normal como quería parecer. Realmente no lo era. Es más, era una chica especial, muy especial. El único problema siempre era su físico, que, como le pasaba a la mayoría de adolescentes, parece ser que a la sociedad no le parecía suficiente que su talla de pantalón fuera mayor que una 38. Pero ella no pensaba conformarse con eso. Ella no quería ser la chica mediocre que se vestía con ropa ancha y zapatillas de deporte a quien nadie prestaba atención, porque en el fondo, Court sabía que ella era mucho más, que valía mucho más.
La chica, no espera que un día todo cambie, pero ese día llega, y va a ser cuando menos se lo espere.