JAY POV
Conduje hasta mi casa confundido, sin poder alejar la sonrisa de mis labios. Esa chica tenía algo especial, y yo no quería perdérmelo. Tiene diecisiete años, dijo la voz de mi cabeza. Yo hasta ayer tenía diecinueve, joder, ¡ni que fuera un viejo! Pero sí es cierto que eso me preocupaba. No por mí, sinó por ella.
Es rara. Viste ancho y con zapatillas de deporte. Creo que intenta ocultarse tras todo aquello. Vaya, se nos ha vuelto psicólogo, por lo visto la voz de mi cabeza no quería callar, pero sí es cierto que quizás estaba dando muchas cosas por supuestas. Pero desde luego, soy consciente de que tiene la mirada más bonita, dulce y profunda que he visto en mi vida. Y no, no tenía los ojos claros. Tenía unos ojos color coca-cola, porque si fueran color café no brillarían con esa intensidad. Sin embargo, era la única chica que no había contestado a uno de mis mensajes.
Llegué a mi casa unos quince minutos más tarde, vi todo el desastre que había y me agobié. Me tiré en el sofá y la llamé. Tercer pitido y...
-Ho-hola...-respondió tímidamente.
-¡Hola Courtney! No has respondido mi WhatsApp. -dije confundido.
-Es que, he llegado a mi casa y me he quedado dormida, perdona. -noté como sonrió al teléfono- ¿Qué querías?
-Hoy es mi cumpleaños, y es viernes. Me preguntaba si tenías planes esta noche o podríamos ir a cenar algo. -por favor, por favor, por fa...
-Bueno, en cuanto mi madre llegue de trabajar te digo algo, no te prometo nada. -se me olvidaba que aún no era mayor de edad.
-Perfecto. Pero esta vez contéstame, ¿eh? -empezó a reírse. Tenía una risa de esas que se escuchan a diez kilómetros a la redonda, que además intercalaba con el típico sonido de cerdito que mucha gente hacía cuando reía. Pero me encantaba oírla reír.
-Sí, sí. Prometido -dijo cuando pudo parar de reír.
-Bueno, luego hablamos. Un beso pequeña. -¿demasiadas confianzas? Espero no estarme precipitando.
-Hablamos, grandullón. Hasta luego. -y colgó.
Me quedé dormido en el sofá mientras en la tele sonaba de fondo la voz de un hombre en uno de esos documentales de National Geographic. Me desperté por la vibración del móvil. Y sí, era ella.
《Recógeme a las 21h. ¿Qué tipo de ropa me pongo? No tengo casi nada de arreglar. Ven con el coche, recuerda que estoy coja, jaja. Muack. C.》
Sonreí. Tenía una nueva ilusión. Era ella. Y haría lo que fuera por mantener su sonrisa, aunque ella aún no lo supiera. Lo que fuera.
Intenté decirme a mí mismo que siempre me había gustado otro tipo de chicas. Chicas que utilizaran ropa ajustada. Chicas delgadas y con un pecho y un trasero razonables. Y ella no era así, pero... esos ojos.
Siempre llega alguien que le da la vuelta a tu vida, con un simple pestañeo y una sonrisa. Siempre llega quien te rompe los esquemas. Y ella llegó. Y no pensaba dejarla escapar.
Dedico este capítulo a la señorita @annajc_ . Muchas gracias por animarme por esto. Espero que puedas leer este capítulo de camino al cole por la mañana. <3 :3
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