Capítulo 9 - my secret combination

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COURTNEY POV

Entré en el aula para empezar con mis clases, ahora me tocaba Inglés. Llegué y ya estaba sentado casi todo el mundo, pero mi sitio, al fondo, estaba intacto. Me sorprendí al ver que Holly no había venido a clase, luego la llamaría o le mandaría un WhatsApp. Entró la profesora de inglés, esa señora que decía ser catedrática y no sabía ni siquiera pronunciar con decencia el idioma. Mis ojos se abrieron como platos cuando vi a quién traía al lado. Chris Phillipson. 

-Buenos días chicos. Como véis, estoy muy bien acompañada -miró a Chris con cara de vieja pervertida-. A partir de hoy, por unos temas que no os influyen, Chris Phillipson ha cambiado el horario con Holly McKcenzie, por lo tanto, Holly ya no será más vuestra compañera de clase, y su puesto lo ocupará Chris. 

-¿Puedo tomar asiento ya, señorita? -dijo el maldito rubio descerebrado con una sonrisa angelical.

-Por supuesto -sonrió la profesora, dedicándole otra mirada furtiva.

¿¡QUÉ!? O sea, que ya no sólo tengo que aguantar no estar con mi amiga y chocarme con ese inútil en los pasillos, sinó que encima lo tendría en cada una de mis clases sentado al lado. Genial. El día no podría empezar mejor. 

Chris se sentó a mi lado. La clase empezó, aunque yo no hacía ningún caso a la catedrática. En realidad no me hacía falta, tenía un dominio perfecto del idioma y, como es obvio, una pronunciación mucho mejor que esa señora. Me puse a pensar en mis cosas, sobretodo en Jay. Al pensar en él, se me dibujaba una sonrisa tonta, pero ésta no duró mucho tiempo, porque una bola de papel se estrelló en mi cara. Cogí la bola mientras miraba al imbécil rubio que me miraba con una sonrisa y movía sus cejas en un intento de que yo entendiera que debía abrir la bola. La abrí. 

'Volvemos a vernos, pequeña.'

Le miré con la mayor cara de asco que pude. En ese momento, levantó la mano para decirle algo a la profesora. Morí de miedo.

-Señorita, ¿podría juntar mi pupitre con el de Courtney? Se me ha olvidado el libro, y no llevo muy bien la materia. -puso la misma cara que el gato con botas en la película de Shrek.

-Por supuesto, Courtney podría echarte una mano en la materia, es la mejor de la clase. 

-Eh... sí, claro. -dije confusa.

Juntó su pupitre con el mío. Mientras, la vieja zorra mandó unos ejercicios, y yo me dediqué a hacerlos. Chris me miraba sonriendo. Me estaba poniendo realmente nerviosa.

-¿Puedes dejar de mirarme de una maldita vez? -dije seria.

-Ya te dije que esto no acabaría así, pequeña.

-No me vuelvas a llamar pequeña. O, mejor. No vuelvas a hablarme, descerebrado.

-Tranquila, fierecilla. Vengo en son de paz.

-Vale, ¿qué quieres? -dije ya más calmada.

-Que me ayudes a estudiar. Es decir, sé que eres muy buena ayudando a los demás, me lo ha dicho mucha gente. Y aunque seas un poco desagradable a veces, pues, necesito que me eches una mano. -propuso. No contesté, me había quedado sin palabras. Chris Phillipson, el tío con el que todo el instituto soñaba, menos yo, me pedía ayuda justo a mí. -Puedo pagarte si quieres, al idiota de mi padre le sale el dinero por las orejas.

-No necesito tu dinero, sólo necesito que cuando necesites ayuda, me lleves en coche a mi casa, que será donde estudiaremos siempre que no esté mi madre. Si está mi madre, iremos a estudiar a tu casa, pero tendrás que llevarme y traerme en coche igual, porque yo no tengo. -dije del tirón.

-¡Señor, sí, señor! -hizo el gesto que hacen los soldados, cosa que me hizo reír. -Oye, Courtney.

-Dime.

-¿Sigues pensando que soy un idiota? 

-Si eres idiota, lo eras hace media hora, y ahora también.

-¡Pero no soy idiota! Sólo que... 

-¿Qué?

-Que justo cuando nos hemos chocado, acababa de romper con Ashley. -ésta era una rubia oxigenada, la capitana del club de animadoras, que, como siempre, estaba saliendo con el capitán del equipo de fútbol.- Me ha dejado, dice que ya no me quiere como antes, que ya no es lo mismo... Y luego me ha dicho que se ha liado con Alex, el que suponía que era mi mejor amigo.

-Vaya... Bueno, en estos casos, nunca se sabe si decir lo siento o me alegro por ti. Ash es una zorra. -dije muy convencida.

-Ehem... así que soy una zorra. -Ashley me miraba desafiante, la clase había acabado y, por algún motivo, la rubia descerebrada había entrado en nuestra clase.

-Ashley. -sonreí falsamente. -Sí, eres una zorra, pero tranquila, el primer paso es admitirlo. -me levanté y salí al pasillo a tomar el aire. Chris salió detrás.

-Hey, ignórala, yo lo hago. -Chris me guiñó el ojo. -Entonces, ¿trato hecho? -me tendió su mano.

-Trato hecho. -tomé su mano y sonreí. 

What if I smile?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora