Pigmaleon. Capitulo 5

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Capitulo 5:

Maneje el timón del yate mientras Elise se dio un baño y se puso alguna prenda de vestir. Coloque música relajante de fondo. Ella volvió a la cabina a los 40 minutos. 

Se quedo un momento apoyada en el marco de la puerta recorriendome con la mirada. 

Estaba yo a pies descalzos,sin camisa concentrado en manejar al timón. Habíamos avanzado un par de millas. Sentí la mirada lasciva de Elise sobre mi.

 Su mirada me puso los vellos de punta,luego sentí sus brazos rodeándome el cuerpo. Estaba efectivamente vestida con una de mis camisas,pero la traía sin abotonar. Su cabello largo y negro lo traía tomado en una gruesa trenza. Sus pezones erectos se clavaron en mi espalda. Supe cuales eran sus intenciones al sentirla frotándose en mi contra de forma lasciva,coqueta e incitadora. 

Besando sensualmente la piel de la parte alta de mi espalda,recorrió con sus manos mi vientre,produciéndome espasmos de placer. Desabrocho sin prisa el botón de mi pantalón mojado,para luego seguir con el cierre de la cremallera. Metió la mano derecha por la tela,buscando mi miembro que con su tacto reacciono erectandose.

Los dedos de Elise estimularon mi pene sacándome sonidos de placer,de forma descarada continuo torturando mi libido que con sus avances volvió a surgir. Tome su mano izquierda,la jale y la coloque de espaldas a mi,entre el timón y mi cuerpo.

 Guíe sus manos sobre el timón,indicándole que mantenga el curso,debiendo mantener el timón quieto.

 Y siguiendo el juego de seducción que ella había propiciado,la deje sostener el timón sola,para poder con libertad explorar su cuerpo que me necesitaba,que estaba ya excitado,preparado para mi. Jugué con las yemas de mis dedos sobre sus pezones que con mis caricias se erectaron aun mas,haciendo que el cuerpo sensitivo de Alise se agite de placer. Rodee sus senos con las palmas,haciendo que boten arriba y abajo. 

Mantuve su seno derecho apretado enterrando a mis dedos en el,moviendolo en forma circular. Baje la otra mano,rosandola con las yemas de mis dedos para despertar sus terminaciones nerviosas,para jugar con sus sentidos. Baje muy lento y sensual por su vientre,hasta alcanzar su triangulo oscuro sin mucho vello. Metí mis dedos para estimular su clítoris. Adore comprobar que ya estaba mojada y con mis caricias mas se lubrico,empapándome los dedos. Metí un dedo lento dentro de su entrada,abarque todo su sexo masajeandolo. Elise se apoyo en mi cuerpo,a ojos cerrados,centrada,perdida en el placer.

Embargado de deseo me separe de su cuerpo,la jale para apegarla a la pared izquierda de la cabina. La deje frente a mi. Levante sus manos y las mantuve sujetas sobre su cabeza con la mano izquierda. La bese hambriento de pasión,degustandole los labios,lo mismo a la piel del mentón,luego la de su cuello. 

Atrape con mis labios y dientes sus pezones,sacandole grititos de placer. Le separe las piernas con mi rodilla derecha y me apegue a su cuerpo expectante,y tenso. Moje mi pene mojándome los dedos con mucha saliva. Abrí su vulva con los dedos con fuerza,acomode mi pene su hendidura y empuje con brusquedad.

 Levante su pierna derecha a la altura de su cadera y la penetre duro y rápido,llenándola con todo mi pene. Ella gimió,grito de ardor y placer,entre abriendo la boca,dejando salir la voz perdida en el éxtasis.

 Apreté los labios,mirándola ponerse roja,sin querer perder detalle de sus gestos de rendición,de dolor y placer. Sus fluidos salían salpicándonos,chorreándole cada vez que me meneaba adentro afuera de ella,usando frenéticos y potentes vaivenes que la estremecían por completo. Deje sus manos libres para que rodeara mi cuello. La cargue a mi cuerpo,haciendo que rodee mi cintura con ambas piernas. 

Buscamos nuestras bocas para batallar con labios,con las lenguas mientras me la cogía con todas mis ganas,haciéndonos alucinar,haciéndonos gemir atacados por una sensación de adrenalina extrema que nace desde el vientre y que se expande por todo el ser,viajando por la sangre,por cada célula y neurona,como un doloroso placer que agita,que aviva,que tortura,que hace volar directo hacia el clímax. 

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