✴Capitulo 5✴

218 24 9
                                    

El resto del día lo pasé en una ensoñación, varios profesores me regañaron por estar embobada, pero es que no lo podía evitar. Alex y yo dijimos poco más, casi no me habló, no sabía si fue por vergüenza, por que se arrepiento, no sabía.
Además, una duda pasaba por mi mente haciéndome temblar ¿y si me había besado pensando en Emily o para olvidarla?

Cuando llegué a mi casa comí y aproveché que mis padres no estaban, para echar un vistazo en la habitación de mi padre. A lo mejor allí se encontraba el bolígrafo que tantos problemas me ha causado.

Primero miré en sus cajones, nada. Después en su armario y en los bolsillos de su ropa, nada. Hasta en la cama y alfombras miré, pero ese maldito bolígrafo no aparecía.

-¿Dónde narices estará? - Me pregunté a mi misma exasperada. Me pase las manos por la cabeza y me apoyé en la pared.

Entonces empecé a notar como se deslizaba la pared en la que estaba apoyada y se me escapó una palabrota.

-¿Que coño? - Pregunté despegandome de la pared y girandome para ver que es lo que ocurría.

Entré y unas luces automáticas se encendieron había una sala secreta bastante amplia que contenía muchos sacos. Cuando abrí uno de los sacos me sorprendí tanto que mis ojos se abrieron como platos.
Las bolsas contenían billetes y billetes de dinero. Teniendo en cuenta que había muchas bolsas conteniendo cada uno más de cinco mil euros, debía de haber millones en esa sala. No me lo podía creer.

Inspeccioné la sala para ver si había algo más a parte de dinero y... ¡bingo! Encontré el bolígrafo en una esquina.

Decidí dejarlo para otro momento en el que mi hermano no estuviese en casa para poder bajar e insertar el pen drive de nuevo. ¿Sabría Eric todo esto que mi padre está haciendo? Y...mi madre también estaría al tanto, no creo que mi padre haya podido esconderle esto a mi madre. Pero, ¿por qué? ¿Por dinero? No creo...

Unas voces me sacaron de mis pensamientos, mi hermano subía por las escaleras acompañado de unos amigos.

- ¡Oh no! - Maldije.

Salí rápidamente, cerré la puerta de la habitación de mis padres antes de que llegase arriba del todo y cruce los dedos para que no entrase. No podía cerrar la puerta que se dirigía a la sala secreta, por que haría un poco de ruido y lo notaría.

- ¿Por qué me pasan estas cosas a mi? Solo a mi.- Pensé mientras miraba al techo rezando todo lo que se me pasaba por la cabeza, aun que en el fondo no creía en ninguna religión.

Oí las voces alejarse a medida que mi pulso volvía a ser el que era.

Cuando pasó un rato, cerré la cámara secreta y me fui vigilante de que mi hermano no me viese.

Rápidamente, hice una llamada a Alex, nos íbamos a ver en el parque "La fuente" para poder hablar. Avisé a mi hermano y me fui en bicicleta. Tenía muchas ganas de verle, le había dicho que era por el motivo de nuestros padres, pero en verdad, también quería aclarar lo que ocurrió esta mañana en el baño.

Durante toda la conversación que tuvimos, se encontraba mucho más reservado. Estaba distinto.

-Oye Alex ¿lo de esta mañana...? - pregunté mientras me rascaba la nuca. Pero él me interrumpió.

-Mira Nat, lo de esta mañana fue un error, yo, a mi, no debería haber echo eso. Pero me sentí atraído, y no lo pude evitar. - Me dijo todo esto sin atraverse a mirar, pero luego respiró profundo y dijo.- Nat, me gustas. No se como ni cuando empecé a sentirme así por ti, pero esa es la verdad.

¿Enserio me dijo eso? Estaba alucinando, me quede embobada mirando sus ojos y su pelo y la única contestación que se me ocurrió para tan bonita respuesta fue un dulce beso.

-Te quiero Nat, te quiero y no quiero que te vayas nunca.- me dijo. Me estaban dando ganas de chillar y de bailar y de todo. Pero en cambio tan solo puede abrazarlo fuerte y oler su perfume de holister.

-Yo también.

~~•~~•~~•~~•~~

A la mañana siguiente me desperté sobresaltada por el sonido de unas piedrecitas sonando en mi ventana.

Me levanté y abrí la ventana para ver a qué crio le había dado por molestar a estas horas de la mañana. Cuando me asomé mi asombro no cabía en mi misma. ¿Emily? ¿Qué hace ella tirandome piedras en mi ventana?

-¿Emily?.- Pregunté para saber si me estaba volviendo loca o si de verdad la había visto y era real.

-No te soporto.- me dijo.- Eres una buscona. No me puedo creer lo que has hecho. Te voy a hacer la vida imposible, te arrepentirás, te lo juro.

Se agochó y cogió una piedra que lanzó con ira hacia mi ventana. Por suerte lo conseguí esquivar antes de que me diese en la cara y se me inflase como un globo. Definitivamente se le había ido la pinza completamente

Cerré la ventana no sin antes echarle un escupitajo en la cara. La rabia ascendía por mi cuerpo. ¿Cómo se atrevía a venir a estas horas a mi casa para apedrearme? Uff...

Miré la hora: 6:15 A.M ¿Y ahora qué hago yo? ¿Continuo durmiendo? Lo intenté, pero no lo conseguí tras varias vueltas en mi cama decidí que lo mejor sería ponerme al día con los exámenes próximos que tenía y estudié una media hora hasta que mi despertador sonó.

Me vestí y duché aun impactada con las palabras que Emily me había dirigido.

Cuando llegamos a clase le conté a Alex lo ocurrido con Emily.

-¡¿Que te ha hecho qué?! - dijo más alterado de lo que me imaginaba.- ¿Cómo se atreve? ¿Quien es ella para amenazante de esa forma? Te prometo que me va a oír.

Se dirigió hacia Emily que estaba con su grupito de amigas y le dejé marchar por que quería ver la reacción de ella.

Cuando las amigas de Emily vieron llegar a Alex echo una furia, se marcharon e hicieron un corrillo para ver lo que pasaba.

-¿Quien te has creído que eres para ir tirando piedras a las personas? - le gritó haciendo que toda la clase se girase a ver lo que pasaba.- Nat y yo estamos juntos y no tienes por que meterte en nuestra vida. Ya no eres nada para mi que te quede claro.

El corrillo que se había formado era impresionante. Hasta alumnos de otras clases se habian asomado a ver que es lo que ocurría.

- ¿Ya no me quieres? ¿De verdad? - Dijo poniendo cara de inocente.- ¿Por eso me enviaste ayer unas conversaciones... Algo subidas de tono?

- ¡¿Qué?!.- gritamos Alex y yo al unísono. Se lo está inventando, seguro.

-Deja de inventarte cosas, arpía.- Dije apretando los puños. Estaba apunto de pegarle una bofetada. Controlate Natalie, controlate.- Esas conversaciones son falsas. Así que por tu bien, olvidate de Alex, lo único que has causado es dolor. ¡Púdrete!

Entonces llegó el profesor y no le dio tiempo a Emily de decir nada más. Y sus palabras de esta mañana cruzaron por mi mente:

Te voy a hacer la vida imposible, te arrepentirás, te lo juro.

La Familia Miller [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora