✴Capítulo 14✴

135 16 8
                                    

Una semana después:

Mi madre ya había vuelto a casa. Eramos casi una familia normal. Digo casi por dos razones. La primera es que mi hermano todavía no había vuelto de París, por lo tanto estábamos incompletos, y en segundo lugar por que todavía había algunas cosas que no encajaban.

Mi padre me había hablado de que había habido alguien que nos había delatado ante la organización de droga. Necesitábamos saber quien, por que si no podría matarnos por haberles denunciado. Debía de ser alguien cercano a nuestra familia, eso incluye a todos los amigos cercanos que tenga yo y mis padres. Por lo tanto decidí hacer una lista:

- Drake (amigo de mi padre)
- Simon (amigo de mis padres)
- Rose (mujer de Simon y amigo de la familia)

Todos ellos eran los únicos que sabían que existía esta organización, pero ninguno de ellos tiene motivos para delatarnos. Debía de ser algo en lo que todavía no había caído. Alguien cercano. ¿Por qué era tan difícil? En las películas de policías y acción siempre había un giro inesperado. Aquí ¿cual sería?

- Echaba tanto de menos estar aquí con vosotros. Sentada en este sofá, ver la televisión junto a vosotros.- dijo mirándome y a la vez sacandome de mis pensamientos.- Le hemos escrito una carta a tu hermano de vuelta. Tengo muchas ganas de verle a él también. Hemos omitido todo esto que ha ocurrido. No queremos que se preocupe.

- Pero ¿él sabía lo de la organización de droga? - pregunté por pura curiosidad

- No, creemos que no. Nosotros no os lo hemos dicho a ninguno, pero a lo mejor se ha enterado de alguna forma como tu.

- ¡A cenar! - gritó mi padre desde la cocina. Olía muy bien. Su pescado al horno era el mejor del mundo.

Cenamos tranquilamente mientras charlabamos y eramos felices. Todo era perfecto y por fin eramos una familia normal. Lo echaba de menos. Mucho. No me había dado cuenta de todo esto que tenía hasta que lo perdí. Ahora, soy la persona más agradecida que existe. Además, a pesar de haber perdido a Alex, algo que me dolió mucho, he hecho unas amigas. Son muy majas, una de ellas se llama Esther y la otra Laura.

A la mañana siguiente tocaba ir de nuevo al instituto. Por suerte ya estaban acabando las clases. Mis notas ese curso habían bajado notablemente. Pero por suerte, a muchos profesores les he debido de dar pena y me han dicho que me subirán 1 punto la media. Así que no tengo nada de que preocuparme.

Estaba saliendo de casa, cuando noto que alguien me agarra por la boca y me empuja hacia atrás.

-¿Qué está pasando? - pensé muy asustada. Abrí los ojos como platos y pataleé un par de veces, pero fue en vano.

Intenté chillar y moverme, pero el agresor era más fuerte y alto que yo. Su aroma me resultaba peculiar. Diría que lo conocía pero no sabía quien podría ser.

A continuación me metió en una furgoneta y me pusieron un pañuelo en la boca que intenté apartar, pero ya era tarde. Me habían dormido.

***  ***  ***  ***  ***  ***

Cuando me desperté me dolía muchísimo la cabeza. Parecía que me habían pegado martillazos hasta que se me saliese las neuranas.
Estaba en una silla de madera. Las manos y los pies estaban atados y era imposible levantarse. Lo intenté un par de veces pero nada. No había nadie en esa habitación estaba completamente sola.

Me fijé en el cuarto para ver si encontraba algo con lo que poder desatarme. Pero lo único que encontré fue una cámara.

¿Para que me querrían ahí? Cuando me metieron en la furgoneta pensaba que me iban a violar, pero al estar ahora así... No estaba tan segura.

¿Cómo me podría desatar? La pinza. Tenía una pinza dn el bolsillo, la cogí disimuladamente para que no se percatasen de que algo iba mal.
Al haberme atado las manos con unas esposas, metí la pinza en el agujero de la llave y tras unos cuantos minutos conseguí desatarlo.

Primer paso listo.

Las dejé con cuidado en el suelo. ¿Ahora como me quitaba el nudo de las piernas? Eso iba a ser mucho más difícil. Sin ayuda de nadie era prácticamente imposible, pero no me podía rendir.

Conseguí calcular una hora hasta que alguien entró en la sala. Llevaba una máscara y no pude reconocer quien era. Traía un plato con comida.

Hice como si no me hubiera desatado. Mi corazón iba a mil, pero hice lo que pude por mantenerme serena.

El desconocido se acercó a mi y puso la comida en el suelo. Me rodeó con las llaves procedentes de las esposas en la mano. Se iba a dar cuenta.

- ¡AAAAAA! - chillé a pleno pulmón para desviar la atención. Funcionó. No llegó a darse la vuelta, por lo tanto no vio lo que había hecho, todavía.- No quiero vuestra comida.

Después de esto, el desconocido se fue y me dejó sola. Había resultado más fácil de lo que pensaba.

A pesar de este pequeño momento de suerte, seguía estando estancada en esta situación. No podía desatarme, ni agacharme ni nada.

Pasaron las horas, y todo seguía igual, yo seguía igual. Sin ningún plan. ¿Para que me querrían ahí? No lo llegaba a comprender. Estaba somnolienta, pero debía permanecer alerta.

Escudriñé la sala y me percaté de una cosa que había variado. Una lucecita roja procedente de la cámara de vigilancia parpadeó un par de veces y después se apagó.

Este era mi momento, no había nadie vigilando. Rápidamente me desaté el nudo que me atrapaban las piernas y las inmovilizaba. Mis dedos estaban temblorosos y sudorosos, así que tuve que secarme antes en mi camiseta.

Abrí la puerta con muchísimo cuidado y me encontré con un amplio pasillo, muy estrecho. Este era mi momento.

Hola!! Siento si hay alguna que otra falta de ortografía. Intento repasar bastante y comprobar que todo este bien, pero algo se me escapa.

Por otra parte, muchísimas gracias, ya que hemos llegado a casi 1'5K de lecturas y hemos estafo en el top 100 de libros de misterio/suspenso cosa que me enorgullece mucho. Así que UN MILLON DE GRACIAS💙

-Sofía

La Familia Miller [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora