✴Capitulo 6✴

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La segunda clase que me tocaba era Inglés. Nos iban a dar la nota de un examen que me salió muy bien.

Estaba sentada en mi silla cuando el profesor dijo mi nombre. Me despegué de la silla de un salto y caminé hacía el profesor. Noté como alguien me ponía la zancadilla y sin poder evitarlo caí al suelo.
Maldita Emily.

Me levanté y le lancé una mirada amenazante, pero ella tan solo continuo riendo.

Esta chica me provoca nauseas de verdad. Pensaba que este tipo de personas solo existían en los libros y películas pero ya veo que no es así.

Cogí el examen y... Un 10. WoW. Sabía que se me había dado bien, pero no sabía que para tanto. Me quede alucinada viendo mi nota.

Después devolví el examen y me fui a mi sitio.

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En el recreo Alex y yo estuvimos hablando sobre nuestros padres, quedamos en que hoy iba a entrar en su habitación mientras ellos estaban en el bar y por la noche, cuando ya no quedase nadie despierto, iría al ordenador para ver que es lo que pone en esa carta.

En el fondo, me sentía mal. No quería hacer esto a sus espaldas, pero si no confían en mi para decírmelo, tendré que averiguarlo de otra forma. Era la única opción que me estaban dejando.

Llegó la hora, Eric estaba en el salón viendo la tele y decidí que este era el mejor momento para colarme en la habitación de mis padres. Abrí la cámara secreta y fui al sitio donde había visto el bolígrafo por última vez.

-Bien.- susurré

Lo cogí y rápidamente salí de la habitación.
Cuando entré en la mía lo primero que hice fue abrir mi armario, para guardar el pen debajo de mi ropa y que de esa forma quedara ocultado de la vista de cualquiera.

Después cogí mi móvil y le dije a Alex:

Parte 1: hecha, todo perfecto.

Me bajé de nuevo al salón, para continuar haciendo como si nada. Vi un rato la tele, hice los deberes, hasta que llegó la hora de irse a dormir. Eran las once de la noche, la hora habitual de mi hermano y mía para acostarnos entre semana. Mis padres también se acostaban sobre esa hora, por que tenían que madrugar. Por lo tanto a las once y media estaban todos dormidos, menos yo. Ahí empezó mi plan.

Primero, comprobé que todos estaban durmiendo. Así fue, mi padre incluso roncaba. Después baje las escaleras, me sitúe en el ordenador e introduje el pen drive en el ordenador. Volvieron a abrirse las mismas carpetas, incluida la de la carta.

Fui a entrar en la carta cuando oigo rechinar la cama de mis padres y a continuación oír el manillar de su puerta girar.

-No, no, no, no.- dije para mis adentros.

Puse el ordenador en stand-by ya que no me iba a dar tiempo de apagarlo y me agache debajo de la mesa del salón, para que quien fuera que fuese el que se había levantado no me viese con las manos en la masa.

Todo tipo de maldiciones se me estaban ocurriendo en esos momentos, pero lo único que podía hacer era coger aire e intentar no respirar agitadamente.

Pude ver las zapatillas rosas de hacer deporte, que eran de mi madre, por lo que supuse que era ella. Pero, espera, ¿que hace mi madre con las zapatillas que usa para el bar o para ir a la calle?
Se dirigió a la puerta y se marchó. ¿Qué acababa de pasar?
¿Debería seguirla?
¿Tendría algo que ver con la droga?
El problema se agrandaba cada vez más, y miles de preguntas se arremolinaban en mi cabeza. Pero decidí que ya habría tiempo para pensar, pero no ahora.

La Familia Miller [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora