Un incendio

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Una noche tranquila en guardia se puede volver de un momento a otro en una terrible pesadilla. Esa noche cambió mi historia para siempre y reforzó mi amor por la vida.

Era ya de noche, me decidí a leer el manual de medicina para seguir preparándome ante cualquier situación de emergencia que se presentara. De pronto sonó aquella alarma a la cual estábamos acostumbrados y de la que sabíamos, nunca salían buenas noticias: un incendio en una casa habitación.

"debí leer el manual de incendios y no el de medicina" pensé.

Encontré fuerzas de donde pude tomarlas, nos equipamos en el menor tiempo posible y salimos corriendo, saltamos al camión de bomberos y arrancamos de inmediato.

La radio nos notificó que el incendio se había extendido a más viviendas. Yo fungía como comandante en turno aquella noche. Fue inolvidable para mi ver el rostro del bombero novato, el terror en sus ojos. Él estaba sumamente nervioso, yo tomé su hombro intentando tranquilizarlo un poco.

-Recuerda tu entrenamiento. Irás detrás de mi porque en el incendio tú serás mis ojos. Necesito que estés sereno, respira profundo que ya vamos a llegar al lugar. -No puedo olvidar lo que le dije aquella tarde-. Nosotros los bomberos arriesgamos la vida por gente que no conocemos aun cuando hay ocasiones en que no recibimos ni las gracias, sin embargo, el orgullo más grande es portar ésta insignia que representa entrega, valor, amor y respeto. Los bomberos estamos hechos de una madera especial, sabes por qué?

Mi compañero se limitó a bajar la mirada.

-Puedes quedarte en la cabina si así lo deseas. –dije al notar que no se tranquilizaba.

-Hoy seré su guía mi comandante. Tenga la seguridad de que todo saldrá bien y deje su vida en mis manos, yo lo voy a cuidar.

En ese momento el camión se detuvo. 3 casas se consumían por el fuego, era impresionante. El rostro de todos mis compañeros se tornó pálido.

-Dos equipos de combate y dos de salvamento –Grité dando indicaciones- dos equipos en flanco izquierdo y otro en el derecho.

Rogué a Dios que nos acompañara en esos momentos. El maquinista aceleró la moto bomba dando así la indicación de que era hora de atacar con la técnica "Cortina de agua".

El equipo de salvamento tiró la puerta de una de las viviendas mientras yo, con el chorro directo enfriaba la parte inferior de la estructura, eso nos dio fácil acceso al interior.

Mi compañero el novato, se aferraba a mi hombro derecho tratando de observar el más mínimo detalle. El humo nos imposibilitaba ver con claridad la escena.

Al ingresar y controlar el fuego de la primer habitación escuchamos un tremendo estruendo. Sentí cómo mi compañero me jalaba hacia atrás y caí al suelo. De inmediato fijé la vista y me di cuenta que el chico se había quedado adelante, atrapado en ese lugar.

Al levantarme, el fuego atravesó mi cuerpo sin hacerme mucho daño. Comencé a sentir angustia al no poder ver hacia el frente y no saber nada de mi compañero. Saqué entonces a mi gente para reagruparnos y emprender una nueva búsqueda.

De entre los escombros, minutos después salió el chico haciendo que me volviera el alma al cuerpo. Tiempo después nos platicó su experiencia dentro del inmueble.

-Todo era una calamidad, percibí de inmediato un terrible olor a carne quemada, conforme fui quitando latas, camas, sillas y demás fueron apareciendo varios cuerpos calcinados. 13 conté. Unos en sus camas, otros bajo ellas, otros cerca de las ventanas. Cada rostro dibujaba una expresión de enorme angustia. Sin duda, habían sufrido muchísimo. Yo me preguntaba si ustedes entrarían a buscarme o si terminaría haciéndole compañía a los cadáveres. Seguí caminando entre los escombros cuando escuché una voz alarmante pidiendo ayuda. Corrí como pude, era una escena impresionante. Entonces apareció otra persona y otra más. Al final resultaron 18. –contó el chico aún con un semblante de dolor al recordar lo ocurrido.

Mi segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora