Las vacaciones para Jennifer empezaron con varios reencuentros con ex novios. Lo cual ella no estaba segura de si considerarlo algo bueno o no.
Primero se encontró con Geoff para aclarar la situación. Él se disculpó por el artículo de la revista, no había sido su intensión que ella se enterara de la relación que había empezado de esa forma. Él se había enamorado. No lo había buscado, pero simplemente sucedió. Y ella finalmente lo entendió, y lo perdonó, porque la verdad es que ellos nunca habían estado enamorados. De esa manera, él habiéndose disculpado, por lo menos podían quedar como amigos.
Segundo se encontró con Jess en un negocio de ropa. Ella y su madre, estaban acompañando a su hermano a comprarse el traje para su casamiento, y allí se encontraron con Jess. El encuentro terminó en que su hermano decidiera invitarlo a su casamiento.
- ¿Estás bien? - Preguntó su madre. Ya habían dejado a Daniel en su casa, y ahora estaban yendo ellas a encontrarse con David para cenar los tres juntos.
- Si. - Asistió ella sin siquiera pensarlo, su vista perdida en lo que podía ver a través de la ventanilla.
- ¿Te incomoda que Daniel haya invitado a Jess al casamiento? - Cuestionó Judy, intentando descifrar que le pasaba a su hija.
- No lo sé, quizás un poco. Él va a venir con su mejor, va a ser raro. - Respondió Jennifer pensativamente, subiendo sus piernas al asiento para pode abrazarlas con sus brazos. - También es raro que Daniel se case, y que Juli ya este casada. Siempre pensé que yo iba a ser la primera en hacerlo. - Confesó, sonando algo melancólica.
- Yo soy la mayor de tres hermanas y también fui la última en casarme. - Le recordó Judy tratando de animarla un poco.
- Sé que no necesito un hombre para ser feliz mamá. Soy feliz con el trabajo y todo lo que tengo. Pero algún día me gustaría encontrar alguien que me ame y que quiera hacerlo para toda la vida, alguien que me ame como papá te ama a ti. - Expresó Jennifer sus sentimientos.
- Y algún día vas a encontrar al hombre indicado, nadie más que tú se lo merece. - Dijo Judy con cariño.
- Eso lo dices porque eres mi madre. - Reprochó Jennifer, no creyendo del todo lo que la otra le acababa de decir.
- Un poco por eso, y un poco porque es verdad. - Aseguró Judy. - Jennifer eres una mujer sensacional, y yo estoy orgullosa de lo buena y hermosa persona que eres. - Halagó a su hija con sinceridad.
- Gracias mamá. - Agradeció Jennifer, finalmente esbozando una pequeña sonrisa.
- El amor llega de muchas formas y muchas veces cuando menos lo esperamos. No te preocupes demasiado que ya va a llegar el tuyo, estoy segura. - Dijo Judy, aprovechando el semáforo en rojo para agarrar la mano de su hija y darle un beso.
Jennifer cerró los ojos y sonrió otra vez, dejando que las palabras de su madre lleguen a lo más profundo de su corazón. Su madre siempre tenía ese poder especial de calmarla. Y en ese momento se dio cuenta de lo mucho que le hacía falta ese tipo de conversaciones con ella cuando estaba en Vancouver.
Tercero se encontró con Sebastian en la fiesta de los cien capítulos de Once Upon a Time. Se saludaron cordialmente y para su sorpresa entablaron una conversación agradable. Él le presentó a su novia, le comentó que estaban planeando casarse el año que viene y hasta prometió invitarla. Se sintió bien poder volver a conversar bien con él. Tal vez eso significaba que iban a poder entrar en una nueva etapa, que iban a poder volver a ser amigos.
(Cuarto, Colin... Un momento, Colin no era su ex, ni jamás iba a serlo porque nunca iban a ser más que amigos. No sabía porque se le había cruzado eso por la cabeza por un momento, y eso que ni siquiera lo había visto todavía.)
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BackStage
FanfictionDicen que las mejores historias de amor comienzan con una gran amistad.