No mires los espejos, Jimin [YoonMin]

▬ 5 Traicionado ▬

↑↑↑ La canción que el latino le cantaba  a Yoongi y que atormentaba las noches de Jimin.

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Por alguna extraña razón, cuando quiso sujetar al pelinaranja una fuerza ajena lo retuvo en su sitio, como si no quisiera que realizara ese pacto que lo unía a Jimin. Si él lo aceptaba en su vida, entonces Yoongi podría acompañarlo a donde quisiera como alma errante por el mundo, pero eso no le interesaba, porque su Jimin podía verlo y hablar con él.

Era un plan egoísta pero seguro, serían ellos aunque no pudiesen tocarse y tal vez, con suerte, en sus sueños pudiesen hacer lo que de frente, en la realidad y consciencia de Jimin alerta, no podían hacer, como besarse, tal y como lo hicieron hace un momento.

Mordió sus labios molesto, porque el pelinaranja había corrido hacia esa maldita puerta que él no quería que fuera, porque delataba todo de lo que era capaz de hacer para quedarse con Jimin, aun si debía abusar de su inocencia y bondad para con él, para poder quedárselo.

- Tu no debes ver eso - le dijo a la imagen mental que quedó en sus ojos, antes de que el moreno corriese hacia otra dirección - No debes creer eso de mí... Ella es una bruja.

Los puños de Min se cerraron, y apretó sus ojos tratando de concentrarse para poder salir de esa falta de respuesta en sus músculos  que seguramente estaba siendo provocada por los recuerdos de Park Bom, esa perra egocéntrica y avara, llena de malas intenciones y amores falsos para Jimin.

Jamás la quiso porque por su culpa Chaerin se rindió de buscarlo en los rincones de la casa, pero esto no era lo malicioso en sus afectos hacia su hermana mayor, lo terrible fue que también se había rendido de vivir la clase de vida que se merecía, una sin Yoongi, e incluso puso a nombre de esa vidente de mierda las propiedades de su familia, o lo poco que le habían dejado a Rin, para que se mantuviese como quisiera en la lúgubre y triste morada que un día cubrió del frío a una familia, aparentemente feliz, de cuatro integrantes.

Cuando Yoongi murió, Chae lo hizo un buen tiempo después en un accidente automovilístico que fue realmente tonto si se lo preguntaban, porque ella no estaba ebria y el otro conductor sí trato de esquivarla, aun si tocó por error la parte posterior de su carro, enviándola a un barranco.

Ella ni siquiera movió el volante para permanecer en la carretera, ni siquiera esquivó al tipo del camión, ni siquiera quería seguir viva cuando Bom le dijo con una sonrisa apenada que ella no podría conseguir el contacto que Chae esperaba con su hermano, porque era Yoongi quien no quería saber de ella.

Entonces su hermana pensó que él la odiaba incluso después de muerto, cuando él ya había sanado sus rencores del momento sobre la muerte de Roman, para pasar a sentir pena por su hermana, que se empeñaba en permanecer amarrada a una pena infinita; sintiéndose culpable porque no supo quedarse callada cuando debió hacerlo y así, tal vez, resguardar la vida de su único hermano a salvo.