A few days...

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-Te dije que no tenias que ir a ese lugar. ¿Qué ganabas con salvar a ese...hombre?.-El castaño y su amigo se encontraban nadando hacia su hogar, relucía de una manera excepcional, era un bello lugar estructurado con fuertes columnas, arrecifes de coral adornados con hermosos colores y peces por igual.

El castaño sabia perfectamente que no tenia ninguna necesidad de ir y salvarlo, pero en el momento en que aquel artefacto metálico cayó en su camino no pudo evitar la curiosidad.

Tenía que ir a ver que era. Qué sucedía. Y mientras lo veía siendo empujado hacia lo profundo con su semblante rendido, lo tomó personal, eso y quería saber que era ese extraño ser del exterior, jamás había estado tan cerca de uno, ni mucho menos al punto de tocarlo.

Todo fue mucho mejor cuando abrió sus ojos y trató de detenerlo, y justo por eso ahora tenia serios problemas en casa.

Nadaba cerca de algunos delfines que jugaban divertidos cerca de ellos, se paseaban por debajo de él y aveces le provocaban cosquillas, su amigo solo lo miraba y rodaba los ojos, no le estaba poniendo la importancia que debería a ese asunto y sabia que vendría una dura charla con su padre.

Al llegar a la entrada el corazón del castaño comenzó a latir más rápido, aunque no lo dijera estaba muy nervioso.

Ser hijo del rey del mar no era nada fácil.

-Con que al fin están aquí.-La voz del soberano del océano resonó en aquella construcción, ambos amigos se miraron y tragaron saliva, aún con los nervios de punta nadaron hasta quedar frente a él.

-¡Ho...hola padre!-Comentó el menor de ojos cafés tratando de ser amable.

-¡Nada de “padre”!-Gritó el rey golpeando enérgico la arena con su tridente.-No logro entender como puedes hacer de algo tan simple todo un reto, Tony, y arrastrar a un amigo a ese peligro, ¿De donde sacas tantas ideas tan insensatas?.-Cuando cayó en cuenta de que estaba siendo demasiado brusco, respiró profundamente y sobó su frente.

Luego dijó mas tranquilo.

-Rhodes...¿Podrías dejarnos a solas?-Su amigo obedeció, lo miró y se alejó con una reverencia.

-Ahora...¿Quieres explicarme por que te le acercaste a ese humano?

-No podía dejarlo morir, Padre, estaba indefenso y...yo pasaba por ahí, así que...

-Tanta inmadurez es inaceptable, debiste dejarlo ahí, uno más, uno menos, ¿Qué más da?, él no lo hubiera hecho por ti. Ninguno lo haría-El hombre de la gran barba blanca se levantó de su trono dorado para nadar junto a su hijo y ocasionar que este lo siguiera.

-Llevó toda mi vida intentando darte un hogar seguro, Anthony, y a ellos también...-Su padre se detuvó a contemplar su reino, tritones y sirenas, peces y estrellas de mar, corales y esponjas, llevando una vida marina cómoda y con tranquilidad, Tony los observó sonriente, esa era su familia.

-Se lo que la historia cree, hijo mio, pero eso no me ha importado, no solo soy Poseidón, soy tu padre, y por ningún motivo me gustaría verte atrapado en una red, a merced de esos crueles. ¿Lo entiendes, cierto?.-La mano de su padre acarició su cabello tiernamente, era su único hijo y no lo perdería.

-Si, padre, lo entiendo.

-Bien, espero que así sea y a partir de ahora no quiero enterarme de que subiste a la superficie, ni que te viste con él.-Después de aquella charla, el amo de las profundidades dejó sólo y pensativo a su hijo.

Respondió que entendía por no tener más discusiones, pero sabía que jamás estaría tranquilo, hasta volverlo a ver.

Nado inmediatamente hacía dónde se encontraba su amigo y cuando lo encontró, le contó sobre su alocado plan.

-¿Que?, ¿Te estas escuchando?. Es una completa locura.

-Solo serán unos pocos días, no pasará nada si regreso antes de que se cumpla el plazo. ¡Por favor, Rhodey!, no puedo hacerlo solo...

Su amigo sucumbió ante la insistencia del castaño, no había manera de razonar con él cuando algo se le metía a la cabeza.

-Pero no puedo acompañarte de inmediato, deberás esperarme, ¿Esta bien?.

-Claro, amigo, ¡muchas gracias!.-Emocionado le dió un beso en la mejilla y se fue a buscar en algunos de sus tesoros, el más importante, una tarjeta y un pedazo de metal con letras marcadas en ella, letras que formaban una palabra que se remarcaba en sus labios con una sonrisa, y que no podía dejar de repetir:
“Steve Rogers".
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Cortito pero bonito nen@s!!
Espero les este gustando y mañana tendrán cap nuevo ♥♥
L@s amo ♥♪

The Lovely Sea  ~Stony~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora