The Lovely Sea ~Stony~

¡Hello!

Caminaba por las calles de la gran ciudad que lo rodeaba sin ninguna esperanza de verse con alguien o siquiera saludar al vecino, solo andaba observando cada detalle del suelo, adornado con su traje de Capitán y la mente de un estratega que aún no conseguía terminar sus cometidos.

Al llegar al hotel y subir a su apartamento, sacó la llave que guardaba en el bolsillo listo para abrir la puerta y encontrarse con su aburrida pero ordenada soledad.

En vez de eso, al entrar a su hogar, encontró las luces prendidas, algo de lo que no se percató ya que iba tan perdido, que ni siquiera miró por la ventana.

Tomó la pistola que llevaba consigo y preparándose entró a buscar algo anormal.

Se acercó sigilosamente a la cocina, pero lo único que encontró fue un vaso de agua que recordaba haber usado la noche anterior, siguió su camino y llegó hasta su habitación, abrió con cuidado la puerta, encendió la luz y observó un inusual bulto entre las cobijas.

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-¡Tu debes saber en donde está!. Eres su mejor amigo.

-Si señor, solo que en realidad no me habló sobre algún lugar específico, se supone que lo veré, pero primero debo encontrarlo-Eso decía Rhodes al ser encarado por el padre del mar, se había dado cuenta de la ausencia de su pequeño y después de buscarlo hasta por debajo de los arrecifes, lo mando a llamar.

Para su mala suerte, el guardar secretos no era su fuerte.

-¿Cómo pudiste ocultarmelo?, ¡Soy tu Rey, no tu burla!-Aquel día el cielo se encontraba nublado y la marea alta, todo se volvió peor cuando con su tridente, Poseidon lanzó un rayo hacia la nada, víctima del enojo que sentía.

-Yo lo lamento, su majestad, hice lo que pude para persuadirlo-Mencionaba el moreno con la cabeza  agachada.

-¡Hubieras hecho más!. Iras por mi hijo en cuánto lo encuentres y si no lo consigues antes de que el tiempo se termine, serás el culpable de lo que le pasará.

Rhodey fue abandonado con un fuerte sentimiento de culpa en medio de aquel palacio.

Maldijo el momento en que acompaño a Tony a ese lugar en donde seguramente había peligro, ahora debía encontrar a su amigo antes de que sucediera algo mucho peor.

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Steve tragó saliva y se acercó a la cama, con la pistola en la mano derecha y con la izquierda se disponía a destapar al misterio en su cama.

Así lo hizo y se encontró con la más rara y bella escena que jamás haya presenciado.

-Mmm...-Tony comenzó a despertar. Al abrir los ojos y mirar a su hombre ideal, sonrió dejando ver sus blancos dientes y se abalanzó hacia él haciendo que ambos cayeran al suelo, luego lo miró detenidamente y suspiró, sus ojos brillaban de una manera dulce, acarició el rubio cabello del contrario y lo abrazó en esa posición.

-Hola, Steve.

Rogers no sabía que sucedía, pero si de algo estaba seguro, era de que se sentía muy bien en los brazos de su reaparecido salvador.

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Mucha miel el día de hoy...
Por la tarde tendrán otro cap.
L@s amo Bitches!!