Stranger...

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-Hola, supongo...-Dijo Steve un poco nervioso por las cosas sucedidas, comenzó a levantarse y ayudó a que su castaño amigo lo hiciera también.

-Es un gusto volverte a ver, no esperaba que fuera así pero, sigue siendo grato. Lamento lo de la pistola, debo tomar precauciones.-Levantó el artefacto del suelo y lo dejo en su estuche, los ojos cafés de Tony se veían brillosos, y sonreía de una manera especial.

Lo tenía de nuevo frente a él, y nada podía explicar lo que sentía.

Steve tuvo la pequeña idea de observarlo y no le gusto para nada la manera en que vestía.

-Pero, ¿Qué...?-Estaba usando una playera algo apretada, y tenía casi toda la parte de abajo desnuda, no era algo del otro mundo claro, tenía lindas piernas y el color era sublime, pero era un “extraño” y no era correcto tenerlo por su casa semidesnudo.

-Necesitas...necesitas algo que ponerte, ven, creo que tengo algo de tú talla.-Llevó a su inesperado visitante hasta un cuarto pequeño con cajones y puertas, dejó al hombrecito castaño sentado en un sofá junto a la televisión y comenzó a buscar en los cajones.

-¡Listo!, toma, espero que te quede.-El rubio puso frente a él, un pantalón, ropa interior y una camisa que, por el tamaño, claramente era de su pertenencia.

Tony tomó la ropa y se dispusó a complicarse la vida intentando adivinar como ponérsela, mientras que Steve salió a prepararle algo de cenar, o eso había dicho.

Intentó acomodarse el estrecho pantalón después de la ropa interior y descubrió que no le quedaba muy bien,pero era lo que Steve le había dado y no lo desecharía, luego se puso la camisa y aunque no entendía para que eran los botones de la espalda, le pareció un lindo atuendo.

Steve estaba en la cocina,preparando un omelette, preparó un poco de café y antes de que pudiera servir la cena, su atención fue captada por el hombre frente a él.

No se lo imaginó así, el pantalón le quedaba un poco ajustado y si antes creía que tenia lindas piernas, ahora estaba cien por ciento seguro, ante la mirada extrañada del castaño, Rogers tuvo que reaccionar, dejó el sartén en la estufa y se acercó a su acompañante.

-La...la camisa esta mal-El rubio pasó las manos por la espalda de Tony y le quitó la prenda para ponersela de la manera correcta y luego abrochar los botones, se veía adorable enfundado en su ropa, en aquella camisa que le quedaba algo larga y holgada, con la cara sonrojada y el cabello despeinado.

Steve tragó saliva y recordó que tenían que cenar.

-Ven, siéntate, te serviré la cena.-Estaban juntos en la mesa y al soldado le preocupaba que el plato de su amigo seguía sin ser tocado.

-¿Sucede algo?, ¿No te gusta lo que preparé?-No obtuvo repuesta alguna pero el castaño se veía nervioso.

Las cosas humanas siempre fueron bastante nuevas y encantadoras para él, pero lo que tenia enfrente era algo bastante raro.

Aunque para Steve solo era un simple y básico tenedor, con el que te metías la comida a la boca, para Tony era un artefacto que ayudaba a su padre a gobernar el océano, solo que mas pequeño, e incluso, se parecía a lo que sus amigas usaban para peinar obsesivamente sus dorados cabellos, y de pronto ahí estaba Steve, comiendo con el, estaba bastante confundido.

Así que optó por la segunda opción y tomando la comida con las manos empezó a comer.

No era algo extraño para el rubio, al contrario, el gesto le pareció bastante adorable.

Al terminar de cenar, Steve le hizo la proposición mas rara y cautivante de toda su vida al castaño.

-Sabes, no tengo mucho espacio aquí, pero si no tienes problema, puedes dormir conmigo.-Tony sonrió y de inmediato corrió a la cama, era suave como la espalda de un delfín, jamás había estado en una cama pero la amaba.

Volteó a observar al hombre por el que estaba en ese lugar, y no pudo hacer nada para evitar ver aquella escena. Steve estaba poniéndose una ropa parecida a la suya, más cómoda que la que usaba, dejando a la vista su torso desnudo, y para cuando Rogers volteó se encontró con su mirada asombrada.

-Hay que dormir ahora, mañana será un día difícil. Buenas noches.

Steve apagó las luces y solo dejó una pequeña lámpara encendida junto a la cama.

Si algo sabía Tony, era que no podría dormir, aquella luz le dejaba observar perfectamente el pecho del rubio, y por más que quisiera no podía tocarlo, era algo dentro de él, algo que se lo impedía y que debía desechar pronto.

Pero no sufrió por mucho, la cama era muy suave y él estaba muy cansado, concilió el sueño rápido.

Había tenido un gran logro aquel día, y nada más le preocupaba, ahora que estaba junto al hombre con el que había jurado pasar toda su vida.
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Hola!!
Se que los abandone pero,no fue mi intención, por eso les traigo mas miel.
Espero les este gustando.
Y prometo actualizar pronto.
L@s amo Bitches!! ♥♥

The Lovely Sea  ~Stony~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora