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 Una luz deslumbrante entraba por la ventana de mi cuarto haciéndome despertar. Mi teléfono móvil estaba en la mesilla de noche que siempre hay a la izquierda de mi cama, así que lo agarré y lo desbloquee para mirar la hora, las once y cuarto, creo que es buena hora para despertarme. Fui a la cocina a por mi café con leche diario, mi madre se encontraba ahí, estaba desayunando y cuando me vio no me dirigió la palabra. Está bien...sigue cabreada, y lo entiendo, me comporté como una cría.

 Me serví la taza de café y me senté frente a ella. Estaba decidida a arreglar las cosas con ella, todo era mi culpa, y debía reconocerlo. No quiero que mi madre esté enfadada conmigo por una tontería de su estúpida hija... . Ella es la persona más importante en mi vida, y me siento culpable por no demostrárselo todo los días, como se lo merece.

-Mamá... -estaba nerviosa, no sabía ni lo que iba a decir. -Lo siento...sé que me comporté como una niña de 5 años. -me duele que mi madre ni me mire, que no me hable...nada, como si yo no existiera, mi voz se estaba quebrando.

 Por fin una mirada, parecía más cálida que ayer.

-Está bien... pero quiero explicaciones. -mierda. -No entiendo por qué llegaste tan tarde, y mucho menos por qué no contestabas a mis llamadas, sabes que eso me cabrea mucho y me tienes preocupadísima cuando no contestas ____ .

-Lo siento... 

-¿Tanto has tardado en hablar con el carahuevo ese para que dejaran de molestarme? Además, que yo recuerde me dijiste que se lo habías comentado desde el principio.

-Debí firmar un papel, pero en ese momento no lo tenía, así que fui ayer.

-No sabía que se tardaba tanto en firmar un maldito papel. -parecía no creerme, normal.

-Mamá, los profesores tienen muchas cosas que hacer, y antes de atenderme pues me dejó...esperando en su despacho hasta arreglar algunos asuntos pendientes de su asignatura.

-Ah ya, dos horas.

-No han sido dos horas, exagerada.

-¿Y el teléfono para qué lo tienes?

-Casi siempre lo tengo en silencio y lo sabes, cuando me llamaste la primera vez me di cuenta que me llamabas sólo porque iba a ponerme música de camino a casa.

-Pues no, muy mal. ¿Tú sabes lo preocupada que estaba?

-¿Quién iba a secuestrarme mamá?

-Es verdad, pero hay mucha gente ciega también.

-¡Mamá! -hice una mueca, mi madre solía meterse conmigo pero no lo hacía con malas intenciones.

Mi madre se comenzó a reír, y no hay cosa que más me alegra que verla reír. Nieve se levantó de su cama, que por cierto está en mi cuarto, y vino hasta la cocina a comprobar la situación.

-Hola pequeña, ¿te hemos despertado?

-Disculpa a mamá, Nieve, se ríe como una foca. -aproveché para devolverle la jugada. Y por alguna razón le hizo todavía más gracia.

-¿Y si vamos más tarde a pasear las tres? Tengo algo que contarte, ya sabes que siempre lo hago, eres como mi mejor amiga, a parte de la única...

-Claro mamá.

 Después de aproximadamente seis horas mi madre me avisó que tendríamos que salir ya, así que me preparara. ¿Qué debería ponerme? Hace calor, así que unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes supongo que serán buenas opciones.

 La verdad que tenía una pregunta que no paraba de repetirse en mi mente : ¿Qué cara tendría Tae cuando vea a su tutor en las audiciones? Con tan sólo de pensarlo me empezaba a reír. Tae de por sí ponía caras extrañas... ay Tae, sigo sin saber qué hacer. Te considero como mi mejor amigo...

Mi nuevo profesor [JiMin & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora