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 Hoy es sábado, día de relax, sin clases, profesores o compañeros imbéciles. Reconozco que echaré de menos a mi profesor favorito, pero sólo un poco ya que está siendo muy posesivo, eso no me llega a gustar del todo.

 Sin embargo, como es habitual, en mi cabeza rondaban ciertas preguntas, entre ellas una que destacaba sin lugar a dudas, y hoy, quería resolverla.

 Me estiré un poco antes de bajar de mi cama y mirar la hora, eran las once y cinco minutos de la mañana. Fui al baño para darme una ducha, así podría despertarme del todo, acto seguido fui a la cocina donde estaba segura que encontraría a mi madre.

 Ella estaba con el teléfono móvil mientras tomaba una taza de café, estaba sonriendo mientras miraba la pantalla que la iluminaba el rostro. No me vio llegar, estaba realmente concentrada, así que decidí saludarla yo.

-Buenos días mamá. -parece que no me ha oído. -¿Mamá? -sigo sin respuesta alguna. -¡Mamá! -conseguí que se despegara del teléfono móvil y me dirigió una mirada, algo asustada.

-Por Dios ____, ¿qué te pasa? No hace falta que grites para que te oiga, ¿sabes? 

-¿Segura?

-Pues claro.

-¿Estabas viendo vídeos o algo?

-¿Qué insinúas?

-¿Yo? Mamá por favor...

-El caso... -bloqueó su teléfono móvil y lo dejó sobre la encimera. -Preparé el desayuno, ¿vamos a la mesa?

-Está bien... .

 Fuimos a la mesa del salón, y he de destacar que veía mi madre más radiante y feliz de lo normal. Me gustaba verla así, pero al mismo tiempo era raro y por alguna razón tenía un mal presentimiento.

 Desayunamos tortitas caseras con chocolate por encima, mi madre quiso también nata en las suyas, junto a un vaso de naranja recién exprimido cada una. Realmente las tortitas de mi madre son las mejores, las amo.

 Pasaron veinte minutos después del desayuno, mi madre se encontraba en su cuarto así que fui directamente hacia allá. Llamé a la puerta respectiva y tuve una respuesta de inmediato.

-Pasa.

-Hola.

-¿Qué pasa? ¿Vas a salir con Hye?

-No... hoy no creo que vaya a salir. -me senté a su lado.

-¡Genial! Es estupendo, me temía de que hoy saldrías. -miré a mi madre extrañada.

-Mamá, ¿tienes fiebre? ¿Te pasa algo? Creo que necesitas hacerte una cita para ver a tu médico.

-No, no es eso hija. Si no vas a salir, ¿entonces qué pasa?

-Necesito hablar contigo.

-Sí claro, sabes que para ti siempre estoy disponible.

-Me inquieta algo mamá, me inquieta demasiado diría yo.  

-¿De qué se trata?

-De tu...

-¿Mi..?

-Aish, es que no sé ni cómo llamarle, ¿novio? ¿Tu novio? -mi madre me dedicó una amplia sonrisa.

-¿Qué pasa con él?

-Quiero saber su nombre por lo menos, creo que tengo derecho.

-Pronto.

-¡No! Quiero saberlo, por favor mamá.

-¿Por qué es tan importante?

-Porque... -me quedé en completo silencio, no sabría cómo contestarle.

Mi nuevo profesor [JiMin & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora