La leyenda de la Luna Azul - The Legend Of Zelda [LinkxReader]

Capitulo 60 FINAL: Un futuro junto a ti

-¡Ya vámonos, que se hace tarde! - grite mientras salía del Castillo para entrar al carruaje pero aparentemente nadie me escucho-¡Vámonos ya!

-¡Vamos, vamos! - un niño de doce años salio junto a otro de diez, corretando para luego subirse al carruaje.

-¿Y su padre y su tía? - les pregunte

-Ahí vienen - hablo el mas chico con una sonrisa

Entonces pude ver como Zelda venía siendo apurada por el niño de ocho años.

-Vámonos ya tía Zelda, quiero comer pastelillos - la jalaba de la mano

-Ya voy, ya voy

Se sentaron aún lado mio junto, mientras Zelda ponía al niño en sus piernas me pregunto

-¿Y Link?

-Le dije que hoy de encargaría de Daniel hoy - sonreí

-¿En serio? - dijo riendo y yo asentí entre risas

-Papá parece que es nuevo en esto - dijo el niño mas grande - Creí que estaba acostumbrado

-No del todo, el es muy...

-¿Despistado?

-¿Dramatico?

Ambos niños comenzaron a reír

-¡Niños!

Entonces Link quien cargaba un bebe dormido en brazos entro al carruaje y se sentó frente a nosotras y aún lado de los niños y el carruaje comenzó a emprender su viaje.

-¿Qué tal el cuidar de Daniel? - le pregunte

Sólo un suspiro - No me volveré a quejar nunca mas - y los tres niños comenzaron a reír.

-Siempre dices eso, papá - el mayor quien estaba a su lado le dijo

-¡Si, siempre! - hablo el mas pequeño que aún seguía en las piernas de Zelda

-¿Quieren cambiar de tema? - dijo Link quien sabia que seria derrotado si seguía con la platica.

-¿Iremos con los Orni, mamá? - el de diez años pregunto con emoción y yo asentí.
Ambos niños chocaron sus manos con emoción

-¿Porqué tanta alegría para ir con los Orni, Connor?

-Es que ahí podemos jugar con las parabelas

-Igual que su padre - Link me miro triunfal.

Todo el camino estaba lleno de risas, pláticas y bromas, el mirar a mis cinco hombres felices y alegres.
Había pasado ya 14 años desde que habíamos comenzado a vivir en Hyrule y desde entonces nuestra vida había ido a mejor y cuando me había dado cuenta el amor de mi vida de habían hecho cuatro.

Edwart, era feliz con la compañía de Zelda, con sus ocho años, el cabello como el mio y el color de nuestros ojos, era muy listo y amaba la lectura, sabia que seguramente terminaría en un puesto importante en el reino en un futuro.

Connor, ama estar activo, le encanta ir a pescar y jugar con su parabela y arco.
Había nacido con el lado salvaje de su papá, rebelde y activo a sus 10 años.

El pequeño Daniel, tan chiquito y delicado, no llevaba ni un año en este mundo. Su cabello era rubio como el mio, era dormilón y risueño, el mas pequeño e indefenso de mis cuatro pequeños.

Y el mayor de los cuatro, Link. Había decidido ponerle el nombre de su padre y no me había equivocado en hacerlo, era su viva imagen, su cabello idéntico al igual que sus ojos, amable y dulce, su mas grande sueño era ser un caballero admirable igual que su padre.