Salvación.

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Ámbar

Me desperte, en una cama, que, como siempre, era blanca, junto con la habitacion, completamente blanca. Eche un vistazo a mi alrededor. No habia camaras. Tampoco, cualquier aparto que pudiera grabar mi voz. Me levante de la cama, y camine hacia una de las ventanas que tenía la habitación, cuando tire de las cortinas, pude ver algo que era inaudito. Habian personas, luchando entre sí, en forma de entrenamiento, y unos cincuenta metros despues, otras personas haciendo circuitos de carrera, que implicaban saltar por encima de cocodrilos, y rampas con miles de puyas.

Mientras continuaba viendo lo que tanta gente hacía, escuche un "click" Me gire de inmediato, cuando una puerta, que nisiquiera habia visto, se abrió a mi derecha.

Por ella, entro Drew, junto con la teniente Amanda. Ella cuando me vio, sonrio ampliamente.

— Hola querida —me iba a dar un abrazo, pero la detuve—. Oh cierto. Disculpame, lo olvide.

— ¿Donde estoy? —pregunte, mirando a Drew, que tenia un moreton en el pómulo derecho—.

— Estas en la central de Salvacion querida. Tu hogar.

Me gire hacia el "campo de entrenamiento"

— ¿Que ocurrio mientras luchabamos? No recuerdo nada despues de que me golpearon en la cabeza, uno de esos Degenerados.

Pasaron unos segundos de silencio, y cuando me iba a girar, Drew respondió.

— Perdiste el control. Atacabas a todo aquel que estuviera en tu radio de ataque. Tuvimos... —la teniente Amanda se acomodo la garganta—... Tuve que inmovilizarte. Ya que incluso a mí me atacaste.

El corazón se me achico. Otra vez. Estaba pasando de nuevo. No tenía control sobre mí misma. Y, de seguro, el moreton que teenía él en el pomulo, se lo habia causado yo.

Aprete los puños con fuerza.

— Tranquila, no heriste a nadie, al menos no de gravedad.

Negue con la cabeza.

— ¿Que se supone que voy a hacer aqui?

— Entrenarte. Nada de maltratos, nada de torturas, lo haremos de forma, en que puedas desarrollar tus habilidades sin tener que usar esa... sensibilidad al tacto.

— ¿Donde esta mi madre? —necesitaba respuestas—.

— Ella... es muy dificil de explicarlo. Aún no estas preparada para eso. Primero, quisiera que te familiarizaras con el lugar. El joven Lauren te acompañara por las instalaciones.

Me volví a girar, mire a Drew, y el me sonrió, provocando un debíl dolor en la parte posterior de mi cerebro.

— Vamos.

Salí a su lado. Lo primero ue ví, fue un largo pasillo, y cada 5 metros, habia un cartel con un número. Donde ibamos, era a partir del 158, 159.

— ¿Para que son esos números? —le pregunte, a penas note los carteles—.

— Las habitaciones de cada uno de los integrantes que estan aqui.

Fruncí el ceño.

— ¿Y las puertas?

— No hay, se crean cuando eel dueño de la habitacion, o alguien de rango superior, coloca su huella en el detector de huellas.

Era incríble la tecnología que tenían. Pero, para defenderse de alguien que solo buscar matar, no esperaría menos.

Mire de nuevo a Drew, y el moreton se veía peor desde abajo.

— Yo te hice eso verdad... —le dije, mirando al suelo—.

Corazón de Hielo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora