Ámbar
Pasaron exactamente 2 semanas, y, para mi alivio, Drew se recuperó perfectamente. En esas dos semanas, mi perspectiva de ver las cosas había cambiado enormemente, en poco tiempo, había aprendido a convivir mejor con las demás personas. Había todo tipo de habilidades, pero, las que más abundaban, eran personas con la capacidad de hablar telepáticamente, luchar telepáticamente, mover cosas telepáticamente. Los Telepatas abundaban demasiado.
— Amby —me llamó Sascha—. Quiero que veas esto.
Me acerque al celular que ella tenía, y había una imagen de un chico modelo, que, se parecía demasiado a Drew. Pero no era igual.
— ¿Qué te parece?
Eso sí, había cambiado por dentro, en mi caparazón, seguía siendo la misma Ámbar que estaba en aquella playa tirada. Con el Corazón de hielo.
— ¿Respondo como lo que te gustaría escuchar?
Ella me miró, y soltó una carcajada. La risa, era otra cosa que no había aprendido a realizar. Porque, era muy difícil reírme.
— Lo que te parezca.
— En términos femenino, él tiene un buen físico. Pero, como yo lo veo, no es más que un hijo de papá y mamá.
"No puedes ocultar que sientes Amby, sientes cosas bonitas por mi" me había dicho Drew, en un momento del ese día. Al hacerlo, mi corazón palpitaba a mil, aunque, me había logrado controlar. Cada vez se me hacía más difícil esconder lo que me estaba pasando. Todavía no le encontraba la palabra a ese sentimiento. Un sentimiento hermoso, uno que hacía que la oscuridad en mí se alejara. Pero, también, me hacía débil, y eso era algo que no podía permitirlo.
— Ya veo.
El hombre que estaba en la foto, tenía el cabello marrón, liso, con algunos mechones que le llegaban a las cejas. Los ojos avellanedas, y una fina barba, muy corta. Que hacía ver su cara perfecta.
Drew, por el contrario, tenía el cabello negro, pero, con algunos mechones castaños. Pero el cabello de él estaba muy largo. Le llegaba a la nuca. Y los de la frente, debajo de los ojos. No tenía barba, pero, le estaba comenzando a salir, aunque él se afeitaba, y parecía como si no tuviese. Pero a mí no me engañaba, porque, mi vista, era una de las mejores de la organización. Incluso, podía ver como los pequeños pelos de la barba crecían. Claro, ya cuando estaban un poco avanzado. Pero los veía.
— Ámbar, te pregunte algo.
— Disculpa, estaba pensando...
— En Drew.
Fruncí el ceño, era una forma de demostrar desacuerdo, o enfado. Servía para salirse con la suya en muchas ocasiones.
— ¿Cuál era la pregunta?
Ella sonrió.
— ¿Qué harás en la tarde? Tenemos mucho tiempo libre ahora que estamos de vacaciones temporales.
— No lo sé. Creo que practicare con Zac —uno de los Telepatas más fuertes—. Quiero aprender a defenderme de golpes muy fuertes a nivel telepático.
Ella puso los ojos en blanco.
— Y un cuerno. Enserio vas a hacer eso, en vez de ir a divertirte. Todavía te falta mucho por aprender.
Negué con la cabeza. La idea de abrirme completamente a la gente, la había abandonado dos días antes. Mientras estaba en el campo libre, viendo mientras atardecía, una mariposa se me poso en el brazo, quise agarrarla, pero, ella no se dejó, y aunque entendía perfectamente el porqué, una rabia asesina se apodero de mí. Y termine matando a la mariposa. Fue un momento, de ira total, como si la mariposa tuviese la culpa de que yo estuviese molesta. No era algo sano, y si en algún momento, era ira se fuese dirigida hacia una persona, las consecuencias serían graves.
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Corazón de Hielo (COMPLETA)
Ficção CientíficaMe llamo Ámbar, y Soy una chica de 17 años. Todos, y cada uno de esos años, los he vivido en dolor, agonía, y sufrimiento.Sin nadie que me ayudase, sin nadie que me diera consuelo. Pero, después de tanto dolor, aprendes a ignorarlo. Y te conviertes...