Spider.

Spider. Capítulos 4 al 6.

Capitulo 4:

Con la cara lavada, sin una pizca de maquillaje, con el cabello húmedo, suelto, y despeinado estoy sentada junto a la mesa de mi comedor para desayunar. Estaba hambrienta, no sabía cuánto hasta que probé el primer bocado. Paladee dentro de mi boca el sabor de mi suculento desayuno y me lamí los labios con la punta de la lengua para saborear la salsa de frambuesa. Sonreí de gusto.

Debido al hambre, a la sed y al sabor de la comida frente a mi entre en frenesí y me dedique a devorar mi desayuno, tratando de ignorar a mi atractivo y sensual inquilino impuesto.

La jaqueca que rato atrás me aquejaba debido a la resaca se esfumo como arte de magia.
Creo que el alcohol hizo estragos en mi sistema anoche porque no había comido como es debido desde la mañana de ayer. Pase por alto que beber con el estómago vacío es un cóctel peligroso. No lo volveré a olvidar a futuro. Mi irresponsabilidad de anoche me trajo preocupantes consecuencias. A un hombre desconocido metido en mi espacio personal, del cual lo único que sé es que ejerce una profesión mas que cuestionable, y con el cual tuve sexo. 

 Este hombre parece actuar siempre, en todo momento, tanto dentro, como fuera del host club de anfitriones como un seductor experto, pero además parece ser un demente. No le encuentro ninguna lógica a su comportamiento conmigo.

El hombre que traje a mi casa anoche, desde hoy se convertirá en mi compañero de piso, así como en mi socio en el restaurante de mi abuela, el cual ella me heredo al morir. El se mudará a mi casa hoy, debido a mi petición. Tal parece que le pedí vivir juntos estando bajo la influencia del alcohol. Aún no recuerdo esa parte.

No recuerdo lo que hablamos antes de irnos a la cama. Ahora lo único que recuerdo es lo que hicimos desnudos y apasionados en la comodidad de mis sábanas.

Tomo mi desayuno sentada junto a la mesa vestida solamente con el saco del traje del hombre que esta cómodamente sentado a mi costado derecho junto a la mesa para cuatro personas de mi casa, pero no me siento pudorosa, incomoda, ni avergonzada por lucir un escote mas que pronunciando, el cual me llega al ombligo. Mis senos desnudos tienen los pezones erectos debido al roce de la tela del traje y sé que mi inquilino puede ver los botones erectos de mis pechos cuando me encorvo cada vez que me llevo un bocado del desayuno a la boca. El monte de venus entre mis piernas esta expuesto también ante los ojos de ese extraño que me mira con atención y con cierta seriedad. Sus ojos expresivos me brindan intensas miradas que son capaces de hacer estragos en mi vientre. Siento de tanto en tanto espasmos de excitación.

El cruzo las piernas estando sentado en la silla de la mesa y apoya los codos sobre la mesa sosteniendo el mentón en sus manos apoyadas la una en la otra, mirándome sin perder detalle de mis gestos y actitudes.

 El esta tan relajado como yo me siento ahora, luego de haber estado atrapada entre sus brazos hace un rato al salir del baño y encontrármelo todavía en mi casa, esperando por mi para que me comiera el desayuno que había preparado para mi. 

Luego de recibir y de disfrutar sus deliciosos y placenteros besos ya no estoy enojada, ni temerosa por estar a solas, en la soledad de mi casa con un hombre que no conozco, pero con el cual compartí una noche intensa de pasión.

Tal parece que él a propósito, sabiendo lo que hacia, me acorraló contra la puerta del baño con el fin de romper con la tensión y con la frustración que me tenía cegada de ira y de temor ante su presencia. Ahora que recuerdo que realmente fui a la cama con él, la tensión sexual que circulaba entre nosotros disminuyó un poco y pude calmar la indignación que me dominaba debido a la noticia que me dio. De que vamos a vivir juntos, de que me impondrá su presencia todos los días bajo mi techo a partir de hoy.