Tutor game (Hijack)

Una noticia, un reto y un juego.

Jack

Muchas personas creerían que nos hemos odiado desde que nos conocemos, pero no es así. Somos amigos de la infancia, criados juntos. Nuestras familias se llevan muy bien, vivimos en mismo barrio, mi casa esta exactamente tres casas a la izquierda de la suya, pero desde el frente. Cuando chicos solíamos siempre estar juntos y la verdad no sé cuándo fue que comenzamos a llevarnos mal. Aunque Northe creé que eso es parte de la amistad, no lo creo así. Hiccup era un niño debil en esos tiempos, pero muy valiente, nunca lloraba ni se quejada si alguien le pegaba, por lo mismo siempre terminaba protegiéndolo. aunque él siempre me pedía disculpas por eso. Las cosas comenzaron a cambiar cuando pasamos a primaria, Hiccup era muy inteligente, yo también lo era, pero no le hacía competencia alguna, sin embargo, en deportes podía pasarlo sin muchos problemas y con eso ambos estábamos tranquilos. Sin embargo, Hiccup tuvo que terminar sus años de secundaria en otra ciudad por la orden de su padre, el día en que me dijo lo trate muy mal, no quería que se fuera, no era su culpa, pero no pude evitar desquitarme con él. Ese día rompí nuestra amistad sin darme cuenta.

- ¡JACK FROST! - Esa voz, como no recordarla es Mérida la presidenta del consejo estudiantil. - ¡SUELTALO DE INMEDIATO!

-Te salvo la campana Patán. - sí, casi golpeo al primo de Hiccup.

Me levante con los puños aun formados, la verdad no odio a este tipo sin embargo a veces me saca de mis cabales.

-Mocoso vete a clases ahora - Hablo Mérida a Patán no le quedó otra que hacerle caso. - Zel necesito que lleves esta justificacion al profesor llegare un poco tarde a la clase.

-Claro no hay problema. - Dicho eso Rapunzel tomo el papel de Mérida y se fue a su sala.

-Tú, vienes conmigo. -Dijo apuntándome con el dedo.

Seguí a Mérida hasta el pasillo, cuando llegamos a la sala de juntas, las cosas no podían ponerse peor, El gran Hiccup Haddock estaba ahí parado esperando a Mérida. Hiccup soltó un suspiro y me miro, de inmediato supe que intento decirme con esa mirada así que me acerque y lo tome del cuello de su polera, aunque eso solo ocasionara que quedáramos a la misma altura, porque si, cuando Hiccup volvió media casí 10 centímetros más alto que yo.

- ¡No pienses que soy Idiota! - Le dije casí gritando.

-No he dicho nada para que vengas amenazarme Jack, así que suéltame. - Lo dijo con tanta calma que hizo que me hirviera la sangre, pretendía golpearlo.

- ¡USTEDES DOS, YA BASTA! - Grito Mérida, haciendo que me detuviera en plena faena, esta al verme dio un suspiro. - Hiccup ¿Algo más?

- Olvídalo, Mérida, vendré más tarde. - Se soltó de mis agarres y se dirigió a la puerta. Se quedó parado en frente de esta y me miro haciendo esa sonrisa engreída y salió de la sala.

Mérida se limitó a sentarse en su escritorio y luego me miro yo no tenía de otra. Creo que esta vez me suspenden.

- ¡Jack es la tercera vez que te metes en problemas! - Suspire asqueado. - ¡No suspires y tómale gravedad al asunto! ¡Por qué esta vez sí que estas en problemas y no poder ayudarte más!

- De partida nadie te lo pidió. - Grave error mío decir eso, ya que Mérida se enojó como si fuera un león. - Digo si es tan problemático para ti.

- ¡Te das cuenta de lo que dices! - Se levantó y dio un respiro, se paró al lado mío y coloco su mano derecha en mi hombro derecho. - Jack, es mi deber decirte que te enviaron la "Advertencia de expulsión"

- ¡E-espera! ¡Mérida dime que estas bromeando! - Demonios ahora sí que estoy en problemas. - ¡Mérida dime que es una broma de mal gusto!

-No, no lo es. Toma. - Me entrego la advertencia. - Mañana debes entregármela firmada por el Tío Norte, yo la entregare al consejo de profesores. Lo lamento.