CAPITULO 1 PARTE 11.

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Ese día llegue un poco tarde a casa, estaba más que feliz, y díganme ¿Quien no? Saber que el chico que te gusta, ama el mismo grupo que tú.
Caminando entré las nubes no me di cuenta que en la entrada de mi puerta habían cajas, haciendo que me valla directamente al suelo de cara.

-Joder.- me quejo, soltando uno que otro gruñido, me palpitaba la mano y el pie, tentada de quedarme tirada en el suelo para siempre, algo llama mi atención, y si, ahí estaba mi celular.

- Con que ahí estabas maldito.- susurro hacía mi celular.

Alargando la mano para cogerlo, la puerta detrás de mi se habré, haciéndole paso a un grito y a lo que me parece una risa contenida.

- Dios mío! Hija que haces en el suelo.- dice mi mamá tan preocupada como siempre, dandome a saber que de ella fue el grito y dejándome saber que hay alguien más con ella.

-Estoy bien mamá, solo estaba recogiendo mi celular.- levantó mi brazo con el celular, aún sin voltear me y levantarme, teniendo un presentimiento de que si volteo estaré pérdida.- vez? Estoy bien.

-Cami por Dios, siempre me das estos sustos, levántate tengo que presentarte a alguien.

- Enserio? Es que el suelo está cómodo, ya de aquí me presento sola.- levantando un brazo lo muevo saludando.- mucho gusto soy cammila.- bajo el brazo.- vez mamá ya me presente, no es necesario levantarme.

-Cami.- escuchó la severidad de su voz, solo lo utiliza cuando está apunto de molestar se.

Así que me levanto sacudiendo me y volteandome, cruzando me con unos ojos caramelo y deseando a ver me quedado tirada en el suelo.

Era Sebastián.

Atrapada en su juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora