Caminó sin mirar atrás a ver si Sebas me sigue, abro la puerta y entro al local, aún hay sol así que todavía no está oscuro, pero igual prendo las luces, la idea de estar a oscuras con el me da miedo.
Me volteo y lo enfrentó.-Muy bien esta es la librería, como ves hay muchas cajas en el suelo.- el mira al rededor, la verdad es que hay un montón de cajas.- y tú trabajado será el cargar y acomodar los libros, alguna duda que tengas?
Silencio total no dice nada, así que le doy la espalda y me agachó a recoger una caja entonces el habré la boca.
-La verdad es que si tengo una duda.- dice a mis espaldas.- dime, ¿te gusta estar tirada siempre en el suelo? o ¿es que eres muy torpe?
Y dios bendito, como hubiera deseado que no hablará.
Me tenso al oírlo, y no solo es porque su comentario me allá molestado si no también es porque su voz es profunda y eso hace que mi cuerpo se tense.
Y no sé si con quién debería estar más molesta, con el o conmigo mismo.Al ver que no contesto, insiste en la pregunta.
-Me responderas? o qué?.- definitivamente debo estar molesta conmigo, por pensar que su voz es agradable, ya sabía yo que no debía fiarme de esa sonrisa.
-La verdad es que no me gusta responder preguntas a idiotas.- le digo mientras retomó lo que estaba haciendo.- ya sabés, no me gusta dejarlos en evidencia.
Me volteo y lo desafío con la mirada.