Queridos jugadores, ¿Alguna vez, han sentido ganas de golpear a alguien hasta dejarlo inconsciente? De ser así, creo que pueden entender perfectamente cómo se encuentra en estos momentos nuestro querido Joker.
A paso apresurado caminaba hacia el aula donde se encontraba su compañero en crimen; Park Jimin. Aunque en su fino rostro se podía denotar la molestia, molestia que iba dirigida como una maldición voodoo hacia ese chico de mascarilla y anteojos enormes.
Después de estar un buen rato caminando logró llegar a la bendita sala, y a lo lejos pudo divisar a un chico de estatura menor a la suya y de cabello rubio platino —obviamente teñido—, quien con suma concentración se encontraba pintando.—¡Park Jimin! —vociferó, provocando que al contrario se le cayese de entre sus pequeñas manos el instrumento que tanto adoraba, al mismo tiempo que pegó un pequeño salto en el taburete sobre el que sentado solía estar.
—¡¿Pero qué mierda te pasa, Jungkook?! —lo miró desde el suelo. La expresión no era para nada «amorosa».
—Varias cosas, ¡Demasiadas cosas! Y entre ellas se encuentra un maldito cuatro ojos —gruñó al mismo tiempo que le quitaba el asiento a su amigo, haciendo que este cayera al suelo por segunda vez al pensar que se encontraba ahí el taburete.
—¿Podrías dejar de hacer que mi trasero toque el puto suelo? Claro, si no es mucho pedir —reclamó, a lo que Jungkook rodó los ojos.
—Ahora no es momento de hablar de tu trasero, mochi diabólico. Esto es crucial —sus manos dieron a parar en los hombros contrarios.
—¿Ah, sí? Tal y como dijiste la semana pasada que era un momento crucial y me llamaste a las 4:48 de la mañana pidiendo que fuera urgente a tu departamento ¡Para solamente preguntar mi opinión sobre qué sabor de lubricante era mejor!, ¡No me jodas, Jungkook! —gritó con total enojo y alteración—. ¡Espero que esta mierda sea en serio o te saco a patadas de mi santuario y te corto el maldito pene!
Jungkook temió por su vida y por su querido amigo entre sus piernas. Él sabía que Jimin enojado era igual a asesinato, y él no quería ser uno más en la lista negra de cadáveres que dejaba su amigo debido a su sensible temperamento.
—Ok, ok —alzó las manos, tratando de calmarlo—. Esta vez no es por nada sexual.
El rubio suspiró un poco más calmado.
—O por lo menos no en su totalidad —completó Jungkook.
—Ok, esto es todo. Vete a la mierda Jeon, no quiero escuchar como te cogieron o el como cogiste a alguien —hizo que el pelinegro diese media vuelta para arrastrarlo hacia la puerta.
—¡Espera, espera, espera! De verdad que no es sobre eso, lo juro Jimin —lo miró suplicante—. Por favor, escúchame. Eres el único que lo hace y no espera que le de mi culo a cambio.
Con una expresión cansada, y una mano pasando a través de su cabello, a la vez que un leve suspiro salía de esos gruesos labios de un leve tono rosado, hizo que el pelinegro volviese a entrar a lo que era llamado, reconocido y respetado por Jungkook como su santuario. Un santuario de acrílicos y caballetes.
—Empieza a hablar antes de que me arrepienta, Jeon —se cruzó de brazos.
Apenas el rubio habló, una sonrisa de agradecimiento apareció en el rostro de Jungkook. Le relató todo lo sucedido, dándose el lujo de describir con furia y detalladamente los rasgos del extraño que molestaba de sobremanera los —usualmente— calmados pensamientos del chico de cabello negro. Mientras daba su discurso ensimismado el cual constaba del honor de su trasero, la cara de Park Jimin cambió ¿Para bien?, ¿Para mal? Ni él mismo tenía conocimiento de esa respuesta, solo sabía que estaba en problemas; problemas relacionados a su ritmo cardíaco después de escuchar la descripción del extraño, problemas que quebrarían la poca armonía que había dentro de su cuerpo ¿Por qué? Porque Park Jimin conocía a la persona que era dueña de los improperios de su mejor amigo, y esa persona fue partícipe de una guerra que en el pasado que condenó a una hermosa amistad. El temor de que pasase de nuevo, afloró intensamente, cual pétalos de una flor en primavera, cual primer amor inocente.
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Joker │taekook
FanfictionEn un juego de cartas, él siempre está. Pues claro, es la carta más deseada, la que te puede llevar a la cima del cielo o hundir en el infierno. Jeon Jungkook era el Joker. Jeon Jungkook era aquella carta que podía en cualquier maldita baraja estar...