Joker │taekook

Capítulo 6 ❝Pelotas y Portaminas, «Mi Lugar» y «Te Odio»❞

Jungkook se encontraba corriendo a la máxima velocidad que sus pobres pies le permitían. Dios santo, ¿Por qué mierda su celular eligió de todos esos días de semana justo no sonar cuando le tocaba con uno de sus profesores más irritantes? Definitivamente él había comenzado el día con el pie izquierdo.

Los autos pasaban y pasaban por las abarrotadas calles de Seúl y Jungkook no podía hacer nada más que esperar a que el semáforo se dignara a encender la luz verde. Lastimosamente los minutos transcurrían cual horas y este todavía parecía embelesado por aquel chillón rojo. Jungkook suspiró. Si tenía suerte, podría llegar a los escasos últimos minutos de la maldita clase que impartía aquel hombre de estoica mirada y actuar. Si tenía suerte; cosa que parecía Jungkook no tener aquella mañana. Sin embargo, el semáforo al parecer escuchó los ruegos del pelinegro y cambió su «negativo» color a uno que predicaba un claro: «mueve el puto culo si deseas seguir teniéndolo». Jungkook definitivamente quería seguir teniendo su culo, por lo que comenzó a correr cual loco desenfrenado.

Cuadra tras cuadra, semáforo tras semáforo; cada hora, al fin y al cabo, tuvo su resultado. Uno deprimente en verdad. ¿Cruzó la gran reja universitaria? Sí, lo hizo. ¿Cruzó aquellos pasillos y llegó a su determinada aula? Sí, por suerte lo logró a tan solo tres minutos del receso. ¿Entonces qué ocurrió? Bueno, ¿No les ha pasado que en algunos casos de sus vidas al parecer esta se apiada de ustedes, como también al mismo tiempo se burla denigrantemente? De ser así, ¡Bravo! Pueden entender el caso de nuestro Joker a la perfección, en una situación contraria, permítanme explicarles lo que ocurrió: Jungkook llegó a tiempo, sí, en ese sentido el cumplió con lo determinado en un principio, sin embargo, llegó a minutos del receso con tanto esfuerzo sólo para enterarse que su fastidioso profesor había faltado. El maldito vejestorio que nunca osaba faltar un desquiciado día, faltó. Jungkook se sintió aliviado y al mismo también pudo percibir una burlona risa por parte de la vida la cual jocosamente se reía de sus vanos esfuerzos. Vaya perra. Además, debido a la falta de tiempo, varias cosas se le quedaron atrás, como por ejemplo: su billetera, su celular y el hoodie negro de Taehyung. Dios santo, se quería asesinar.

Pero en fin, el joven se retiró de la vacía sala, no sin antes firmar aquel libro para que así en este se viese reflejado que por lo menos llegó. Por lo menos.
Al terminar de firmar, suspiró y se encaminó hacia la puerta de aquel exuberante salón para así proseguir con una trayectoria que tenía como destino el campus.

Jungkook sinceramente no tenía idea de qué hacer en el tiempo libre «abonado» -que tan solo eran tres míseros minutos que se desvanecieron puesto que, mientras caminaba tranquilo, el timbre resonó por el lugar- que gracias a su profesor tenía, no obstante, le parecía una buena idea el pasear por el campus y luego, tal vez, descansar en alguna parte de este. Por lo mismo, él en estos momentos se encontraba caminando a tranquilo paso por aquel verdor. Pero como vuelvo a reiterar, la vida es una perra, por lo que no sobraban las molestias que te puede ofrecer y obligar a obtener. Una clara molestia fue aquella bebida derramada sobre su gris camiseta por parte de la maldita pelirosa plástica en frente de él. Sí, adivinaron bien, Jeon Jungkook acababa de perder todo pequeño estribo de calma que poseía.

-¡Jungkook oppa! -strike número uno-, ¡Perdón, perdón, perdón! Aish, soy tan torpe -golpeó su cabeza delicadamente. Restregó su mano sobre la mancha en un intento de quitarla junto a un pañuelo blanco, mas esto provocó que la mancha se esparciera aún más. Strike número dos-. Perdóname, oppa. Fue sin querer. ¿Qué puedo hacer para disculparme? -de la nada la chica comenzó a restregar su busto prominente contra el brazo de Jungkook al mismo tiempo que miraba atentamente la obsidiana mirada del chico. Una mirada con dotes de lujuria. Strike tres. Out.