Capítulo 2

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- Eh... ¿Qué paso? - Me desperté en el frío suelo del bosque. ¿Qué hago aquí?¿Como he llagado aquí? No puedo recordar nada, me duele la cabeza.

De repente una imagen viene a mi cabeza, esa chica... que miedo daba... ¡Tengo que salir de este bosque, pero ya! Al pararme del suele caigo y mi cabeza da vueltas, o así es como lo siento. Me vuelvo a parar pero más despacio. 

Camino con cuidado, ya que  ando descalza Joder, nada de esto hubiera pasado si no hubiera salido de la casa de mi abuela... Ah. Pienso. 

- Nunca había estado en esta parte del bosque... - Dije para mi misma, mirando con cuidado a mi alrededor... Tengo miedo, estoy en un lugar desconocido y hay una chica muy extraña en este. 

Tal vez si he estado aquí antes de seguro no lo reconozco porque esta muy oscuro, sí, debe ser eso me  repetía una y otra vez, para calmar mis miedos interno, algo que funciono por un rato.

Escucho ramas romperse detrás de mi - Seguro es un animal... - dije parando de repente mientras miraba para atrás. Veo una sombra moverse... 

Eso fue suficiente para salir corriendo, me clavaba pequeñas piedras en los pies, pero me preocupare de eso luego, ¡tengo que salir de aquí!

Luego de unos 5 minutos, que me han parecido horas, llego a la salida del bosque, o eso parece, me acerco cojeando, me duelen mucho los pies... Creo que estoy sangrando un poco.

- Ah ah, ¿qué demonios? - Al llegar a la supuesta salida del bosque, me encuentro con un castillo estilo victoriano. Se ve tan hermoso.

Por alguna razón me puse a pensar en la historia de mi abuela, y un escalofrío recorre toda mi espina dorsal. - No, no. Debe ser un coincidencia, una gran coincidencia... Mejor me voy, no pienso ir a ese lugar.

Me di la vuelta y vuelvo a ir a bosque.

Ha pasado al rededor de una hora, y cada vez que encuentro una salida del bosque me lleva al castillo victoriano... - Esto debe ser una mala broma.

Ya me rindo. 

Con miedo me acerco al castillo, con pasos muy lentos y  totalmente desconfiada del lugar. Luego de pasar el portón escucho una ventana ser abierta, levanto la cabeza y veo a dos personas en el tercer piso, estas tiran un saco y al caer del suelo hace un ruido sordo...

El saco se mueve, retrocedí unos pasos por instinto, luego me fijo que el saco en algunas partes se esta tiñendo de un rojo carmesí, me acerco un poco más y pude ver que una mano sobresalía de un orificio, grito y salgo corriendo de ese lugar.

- ¡Alto! - Escucho una voz tenebrosa gritar me, pero no me detengo.

Algo agarra mi pie, haciendo que me caiga. Al ver para atrás era una mano que había salido del suelo. El miedo, la adrenalina, la ansiedad, todo se había vuelto uno, pensaba que iba a morir... y de una forma ya lo había hecho.

 Luego de eso unos hombre muy altos, y de un muy buen físico admito, se acercan a mi, al estar más cerca de ellos pude notar que tenían cuernos. Uno de ellos me agarro la muñeca y me jalo con mucha fuerza, haciendo que me parara del suelo.

- ¡Suelta me! - Le grite mientras trataba de soltar me de su agarre, algo que obviamente no sucedió. Le di una pata entre sus piernas, este me soltó por unos momento y aproveche y salí corriendo.

- ¡Perra, vuelve aquí! - Me grito aquel hombre, ¿es un hombre no? Aunque tenga cuernos, supongo.

Por andar mirando para atrás choque con alguien, otro hombre con cuernos, este me puso en su hombro sin ninguna dificultad. Empiezo a patalear y a gritar. - Ruidosa... bastante ruidosa.- Lo único que dijo aquel hombre con cuernos.

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