Desperté por un horrible grito, salí de inmediato de aquella habitación y me dirijo a donde proviene el grito, o esa era la idea ya que me a cobarde al ver un rastro de sangre, además de que se me paso una idea por la mente del porque de los gritos, hizo algo que enojo a Zalgo, o él se aburrió de ella.
Un escalofrío recorre mi espalda y vuelvo a la habitación.
- ¿Dónde esta el baño? —pregunte en voz altas, no esperaba ninguna respuesta.
Busque en el armario algo de ropa, casi todas las ropas estaban manchadas de sangres... Al menos la ropa interior parecía nueva.
Al final decidí coger un vestido blanco, tenía unas manchitas de sangre en la parte inferior, pero era la única que no estaba exageradamente llena de sangre. El vestido me debía de quedar por debajo de las rodillas. Además del vestido tome ropa interior y unas zapatillas rojas pastel.
Con todo en mano salí en busca de un baño.
[•••]
Luego de unos minutos encontré el baño. No me sentí cómoda paseando por los pasillos, además de que tiene horribles pinturas y unas que otras estatuas muy raras de decoración, me sentí claustrofóbica, no son muy espacioso los pasillos, al menos los pasillos que me conducen al baño.
[•••]
Tome una ducha rápida, me seque y me puse la ropa.
Salí y camine sin un rumbo fijo, en serio, no me siento nada cómoda haciendo esto. Quiero ir a casa, ¿cómo estará mi familia?
Come here... Escuche en mi mente. Como si estuviera bajo el efecto de un hechizo, empecé a caminar sin rumbo, aunque era extraño era como si sabia por donde ir, hasta que pare justo delante de una puerta enorme.
No toque y la abrí sin más, hay se encontraba él, leía un libro, se veía sumergido en la historia. - Uh... - Por un momento veo unos ojos tristes, pero esto desaparecen detrás de un libro.
- ¿Qué haces aquí? ¿No te enseñaron a tocar? Creo que tendré que disciplinar a alguien —Dice mientras cierra el libro y lo deja en un taburete.
- Escuche... Que usted me llamó —Dije mirando la habitación. Parecía una biblioteca por la cantidad de estantes y libros que hay.
- Yo no te he llamado. Ven aquí. Ahora —Dijo con autoridad. Es bastante mandón...
Me dirijo con pasos lentos a su lado, al estar cara a cara este me ofrece su mano mientras se para del sillón que estaba. Aunque dude un segundo agarre su mano, este me hace girar sobre mis pies - No se ve mal, pero tampoco es que te veas wow —Decía refiriéndose al vestido que traía puesto, o eso supuse yo.
- Ahora a educar te —mi cuerpo se tenso al escuchar eso. ¿A que se referirá con eso?
- ¿Cómo que educar me? —pregunte sin más.
- Entraste sin tocar, y no te diriges de la manera correcta hacia mi. Eso merece un castigo.
- ¿Qué t-tipo de castigo?
Este no contestó, aun agarrando mi mano se sentó, luego con su mano libre empieza a subir el vestido, yo por reflejo le pego en la mano y di algunos pasos para atrás.
- Me haz lastimado, otra razón para castigarte. Ven. A menos que quieras empeorar las cosas.
- N-no dejare que hagas eso.
Este se ríe y sube un ceja. - ¿Segura?
Afirmó con la cabeza. - Pobre idiota —dice antes de pararse de repente, algo que me toma por sorpresa, y agarra muy fuerte mi muñeca. Me quejo por la presión que ejerce en mi muñeca pero no parece importarle.
- Por favor... Suelte me —dije mientras forcejeaba.
- Solo necesitas ser pacientes, esperar que termine el castigo, ¿por qué no puedes esperar?
- Porque siento que este castigo va a terminar con algo sexual.
- ¿Y que?
- No pretendo hacer algo así con alguien que no conozco, ni somos novios(ni amigos) y menos somos marido y mujer.
- En serio no entiendes en que situación estas... Me vas a obedecer. Quieras o no. A menos que quieras terminar como ellas.
- ¿Ellas?
- Ya sabes, las chicas desaparecidas del pueblo de tú abuela, todas están muertas o han quedado locas mientras vagan por el bosque ¿quieres eso?
Me tense al pensar eso, y eso él lo ha tomado como respuesta. Sonríe y vuelve a colocar su mano sobre mi muslo.
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Come Here
Fanfiction"Ella ve en sus ojos soledad y tristeza. Él ve en sus ojos un alma pura que necesita profanar" Esta historia la veremos a través de los ojos de ____ Perez, una chica de 17 años que va a pasar el mismísimo infierno al lado de un demonio, literalmente...