Alex una mujer lobo que junto a su hermana melliza Tracy y su mejor amiga Megan empiezan su primer día del último año en preparatoria, donde los hermanos Woods entran a sus vidas. Tres chicos que llegan a su escuela y revuelven las hormonas de cada...
Los dos caminamos de lado a lado en un lindo sendero había un gran silencio, pero no muy incómodo al menos para mí, pues él parecía querer decir algo creo que para romper el hielo.
—Ethan has notado lo cercanos que Jacob y Tracy se hicieron.
—Pues si ser novios es ser cercanos creo que sí.
Quede con la boca abierta.
—¿No-novios?
— ¿No lo sabías?
— ¿Si lo supiera crees que reaccionar así?
—Duche— dijo el provocando que los dos reíamos.
—Son bonita pareja ¿No es así?
Dije viendo un lindo lugar despejado con flores moradas y árboles lo voltee a ver y con la mano lo invite a que se sentara conmigo.
Las flores y el césped bastante alto, nos sentamos en el dando mejor vista alrededor.
—Sí lo son — dijo él.
Su mirada de pronto cambió ahora tenía un lindo brillo en los ojos quedé hipnotizada en ellos, el acerco su mano a mi rostro y agarró mi mentón acariciándolo con su pulgar.
—Alex debo decirte algo— dijo mirando hacia abajo y después volviendo a verme.
—Dime — lo anime.
—Cuando te grité aquel día en el instituto — lo interrumpí.
—Ethan— trate de detenerlo.
—Alex es que no quería aceptarlo entiendes, no creí que una chica como tu pudiera interesarse en mí y por eso decidí ignorar ese sentimiento hacia ti y creí que siendo cruel contigo haría que te alejaras y creí que era lo mejor... pero alejarte fue mi peor error— esas palabras me conmovieron.
—Alex estoy enamorado de ti desde el primer día de clases — lo mire sorprendida.
—Y- — no lo deje terminar no resistí y me lance a besarlo, sus labios con los míos es el mejor sentimiento que pudiera sentir como si algo despertara en mí. El coloco su mano en mi cintura y me acerco más intensificando el beso.
La falta de aire nos obligó a separarnos tomé un poco de aire y dije.
—También me gustas Ethan — mi frente pegada a la suya y nuestros rostros muy cerca.
—Definitivamente eres mi mate.
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