Valmits. Un mundo nuevo

CAPÍTULO 6: EL GRAN CAMBIO

Nadia empezó a sentir hambre sobre las dos de la tarde ya que no había comido nada desde que llego. Además ni siquiera tuvo el placer de preguntarle a Vera a dónde la estaba llevando o que le harian. Las palabras que antes dijo de que le tenían que "HACER, explicar y enseñar.." le había dejado algo preocupada, ya que Vera aun tiraba de ella dejándola sin aliento a cada paso que daban, como si fuera el fin del mundo.

-Tranquila ahora te explicaran todo. No te preocupes.

Tras varios minutos andando sin parar y lo más rápido que pudo, llegaron a un gran edificio, seguramente con millones de casas, nunca lo sabría, porque moriría antes de haber terminado de contar todas las ventanas que había. -

-Este es el edificio de los Valmits. En el viven únicamente los Valmits.

Tuvo unos 5 segundos para poder respirar y contemplar el enorme edificio, pero ni uno más, ya que Vera le volvió a agarrar de la muñeca, esta vez de la mano izquierda y tiraba de ella dirigiéndose a la entrada del edificio.

Se pusieron enfrente de la puerta de forma redonda en la que apareció en el centro de ella, una pantalla, la cual le pedía su huella dactilar. Vera haciendo caso de lo que la pantallita decía, colocó su dedo en el, y la puerta se abrió de una manera un tanto peculiar. Las puertas no se abrían hacia un lado, sino que hacia arriba, y automáticamente. Increible.

Una vez dentro,se sorprendió al darse cuenta de que no había nadie ni nada. Las paredes y los suelos eran blancos, no habia ni siquiera un mueble.Se dirijieron hacia otra puerta redonda que habia más adelante, que al detectar la huella de Vera esta se abrió hacia arriba. Cuando la puerta se cerró, se dio cuenta de que era una especie de ascensor. En el lado derecho había el mismo panel de botones con números que tienen los ascensores, cuyo último número era 1.000.

-¿Hay mil plantas?- dijo al fin.

- Aja- respondió Vera.

- Vaya. Alucinante.

Estuvo a punto de preguntarle a cuál irían cuando Vera pulso el boton 500. Justo en la mitad del edificio. Bien.

Después de varios minutos metida en el "ascensor" al fin se paró y salieron. Le sorprendió que no hubiese puerta, es decir, nada más salir del ascensor ya estaban en la casa. Eran dos plantas. En la primera, en la que se encontraba el ascensor, al fondo había un sofá enorme y blanco, enfrente una pantalla (de televisión seguramente) igual de fino que un cristal, que estaba sin soporte. Estaba en el aire. A la derecha del sofá había una pared blanca en la que se encontraba una cocina americana enorme. Subiendo las escaleras que había a la izquierda de la televisión llegabas a otra habitación enorme en la que había dos camas enormes flotando. Una a la derecha y la otra en la izquierda, cada una con su mesita de noche. En el fondo de la habitación había una mesa blanca, igual de larga que una serpiente. Encima de esta había dos portatiles y mas cosas que no sabia que eran. Por último había dos puertas. Una a cada lado de la gran mesa, en las que se encontraba el baño, también enormes.

-¿Es todo para nosotras?

- Si. Absolutamente todo. Tu cama es la de la derecha, al igual que tu parte de trabajo y el baño. Te encantará la cama. Es de agua y puede darte masajes.

-Guau. No tengo palabras.

-Deja la maleta y ven conmigo- Nadia hizo lo que le dijo y dejo la maleta que había llevado consigo durante todo el viaje, incluso en el platillo.

- Bien, ahora iremos al último piso, al mil. Allí se encuentra la casa de Habacuc. ¿Supongo que sabrás quien es,no?

-Me han hablado algo de él. Construyó el tubo que nos lleva desde la tierra hasta este planeta y viceversa,¿no?