CAPITULO 14: LA KANIMA

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(Anton)

Mientras veía como Drac y Nadia se alejaban se puso a darle vueltas a la escena del entrenamiento. Estaba claro que Nadia se veía atraída por Drac, pero ella no parecía la típica chica que se tiraba al cuello de cualquiera. Mientras seguía ensimismado, Vera lo miraba, preguntándose si estaba pensando en ella y en lo que habían vivido gracias a Nadia, cuando sintió algo húmedo bajando por su espalda. Inmediatamente miro a Vera y se dio cuenta de lo que era aquel líquido.

- ¡Anton ten cuidado! – aunque para cuando termino la frase Anton ya había caído al suelo, con las piernas paralizadas. Era una Kanima negra con destellos plateados, y los ojos amarillos y rojos. Tenía dos gruesos dedos. Mientras ella caía al suelo pudo verle la cara a esa cosa; era un reptil con la cola larguísima, la piel viscosa y ojos saltones. Entonces la Kanima cerro el puño y vieron como le salía una garra que goteaba una toxina paralizante, llamada saxitoxina, que según había estudiado Anton les paralizaría durante una hora. Mientras Anton pensaba en cómo les quitaría esa cosa la vida, la Kanima hizo algo sorprendente: Salió corriendo.

De entre los arboles salió Andra, como siempre con ropas extravagantes.

-Chicos, ¿que hacéis ahí tumbados?

-Contar hormigas si te parece- respondió Anton, con esa sonrisa que tanto le gustaba a Vera. -Nos hemos cruzado con una Kanima, y no podemos movernos.

-Y la Kanima? No creo que os haya paralizado para después huir...- continuo Andra.

-Pues esta claro que nos la hemos cargado con nuestros superpoderes telequinesicos- dijo Anton.

- Ha huido de verdad? - pregunto la gótica sorprendida.

- Que sí, y la postura en la que estoy no es muy cómoda, así que por favor vete al campamento y pide ayuda. - respondió Anton.

- Esta bien, no os mováis- dijo en tono sarcástico mientras se daba la vuelta y se reía.

El silencio que se produjo entre Vera y Anton empezó a ser incomodo, pero justo cuando Anton iba a hablar escucharon gritar a alguien y pedir ayuda, y segundos después escucharon gritar a Lennox decir algo que no llegaron a oír.

- Creo que tenemos problemas. - comento Vera.

- Pues espero que Andra no se olvide de pedir ayuda, porque mi fobia a los uakari sigue siendo real.

- Tranquilo, no creo que aparezca uno- mintió Vera. No era la primera vez que estaba allí y había visto alguno a lo lejos. Sabía perfectamente que Anton tenía fobia a esa clase de monos, por una situación horrible que paso a los 8 años con estos. Los uakaris carecen de pelo en la cabeza, tienen la cara roja o rosa además de tener la forma del cráneo. Su cola es de unos 18cm mientras que su cabeza de unos 40cm. Sus cuerpos están cubiertos de pelo largo espeso y suelen ser de color castaño, grisáceo o blancuzco.

Pasados los 30 minutos desde que la kanima los paralizo, Anton empezó a mover los tobillos, las muñecas y la cabeza.

-Hola chicos, siento haber tardado, pero tenemos problemas. - era Andra, acompañada de dos de los mas fuertes de los chicos de los valmits.

- Tranquila. ¿Qué ha pasado? Antes escuchamos gritar a Lennox. - dijo Vera, mientras Jack, uno de los chicos cogía a Vera y la llevaba en brazos.

- Albie se ha metido en problemas, estaba junto con Annbich investigando el bosque, cuando Ann vio un circulo de hojas. Albie, sin pensar en lo que podía ser, se ha colocado encima de estas hojas, y entonces ha sentido que pisaba como una especie de botón que había debajo de las hojas, y un pitido empezó a sonar.

- Una bomba. - dijo Anton, mientras el otro chico lo llevaba en brazos.

- Si Albie levanta el pie... la bomba explotara, pero la bomba esta puesto, por todo el bosque y también por el campamento. Han encontrado una cuerda que las une. Es decir, que como se mueva un milímetro, todos moriremos.

- ¿Lennox no ha mandado al resto a Chol? - pregunto Vera.

- No. Hay que seguir buscando pistas, porque seguramente la bomba la coloco el asesino.

Al llegar al campamento Anton ya podía mover prácticamente todas las articulaciones de su cuerpo. Vio a lejos venir corriendo hacia ellos a Nadia, con cara asustada y los ojos llorosos.

- Anton, Vera, ¿estáis bien? - pregunto mientras se sorbia la nariz.

- Tranquila estamos bien- afirmo este mientras esbozaba una pequeña sonrisa.

- Lennox ha reunido a todo el mundo en el campamento. Ann y Lennox están con Albie.

- ¿Y que se supone que van a hacer? - pregunto Vera.

- Vienen de camino dos personas que saben quitar bombas. Espero que lo consigan. - respondió Nadia.

- Lo harán- comento Anton mientras tocaba el hombro de esta.

- Lennox ha dicho que no nos detengamos y que sigamos trabajando. Dentro de poco habrá que cenar.

- ¿Ha quien ha dejado al mando? - pregunto Anton.

- A ti. Después de venir Andra en busca de ayuda, dijo que cuando volvieras te ocuparas tu. - a Anton le sorprendió la respuesta de Nadia, aunque en el fondo le emociono mucho.

- Bien- se dirigió al centro del campamento y grito para que todos pudieran oírle- Ya sabéis lo que esta pasando, no sabemos cuanto tardaran en llegar los de la bomba, asi que mientras Lennox no este, yo estaré al mando. Coger todos vuestra arma y no os quitéis vuestro cinturón de armas, en cualquier momento, el asesino podría presentarse por sorpresa o cualquier otro peligro. Colgaros las armas de la cuerda y apagar la hoguera. Aprovechar para calentaros la cena, en 15 minutos la apagare. - la gente empezó a murmurar y a quejarse, sabía que estaban en invierno y que al contrario debían encender una hoguera, pero en estos momentos no era seguro- Después, que cada uno se valla a su tienda y descanse, quien no pueda o quiera que se quede por el campamento sin armas escándalo.

Valmits. Un mundo nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora