CAPÍTULO 4: EL GRAN DÍA

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Se puso la alarma a las 8:00, (a pesar de que se levantó a las 8:30) ya que no sabía a qué hora le pasarían a buscar, pero quería estar preparada. Se puso unos pantalones negros rotos, un top ajustado blanco que le llegaba por encima del ombligo y unas zapatillas plateadas de suela gorda. Eligió ese conjunto, porque se lo compró su tía por su cumpleaños el año anterior, quería llevarse de recuerdo algo suyo. A continuación, se peinó su melena ondulada, desayuno y se lavo los dientes.

-Estas preciosa- dijo alguien detrás suyo.

- Gracias- se giró y se quedó mirando fijamente. - Brandan, te echaré de menos.

-No puedo creer que te vayas.- anuncio algo triste.

- Ni yo, pero necesito salir de aquí, me habéis ocultado esto durante años, ademas tengo muchisima curiosidad por viajar a otro planeta, que está en otra galaxia. ¿Enserio no te pica ni un poco la curiosidad? - preguntó Nadia.

- Sinceramente, no. Cuando lo descubrí, estaba tan enfadado y disgustado a la vez por haber pensado que Ucal había muerto, que no quería saber nada que tuviera que ver con el. - respondió Brandan.

- Yo también lo estaba . Estaba muy enfadada, pero me mata la curiosidad.- dijo acercándose hacia el.

- ¿Vendrás a visitarnos? - preguntó este.

- Por supuesto que sí - respondió Nadia mientras le abrazaba con todas sus fuerzas.

- Te echaré de menos. Te quiero.- dijo mientras se separaba de ella.

- Y yo.. - pero antes de que pudiera acabar la frase alguien le tocó el hombro y le abrazo. Era Kai.

- Kai.. - no sabia que decir, sabía que estaba enfadado.

- No. No digas nada. Ya nada importa. Ten cuidado, cuidate, espero volver a verte muy pronto. Te quiero hermanita.

- Y yo.. - Nadia no pudo contenerse más y se le cayeron algunas lágrimas.

- Ey... ¿Estas bien? - preguntó Kai mientras le secaba las lágrimas.

- Si. Te quiero- y le dio un último abrazo.

Estaba siendo más duro de lo que pensaba.

-¿Donde esta mama?- pregunto esta.

- Estoy aquí. Ven aquí anda. - una vez más la abrazó con todas sus fuerzas- No tienes que tener miedo. El miedo, cultiva miedo.

- Lo intentare. Te quiero. Vendré a visitaros lo antes posible- dijo soltando a su madre.

- Estaremos aqui esperandote. Dani te está esperando fuera.

-Vale. Gracias por todo chicos, os quiero. Adiós mama. Te quiero- Esas fueron las últimas palabras que les dijo antes de irse de la Tierra.

Cogió la chaqueta de cuero negra, se la puso, agarró la maleta y salió por la puerta en busca de Dani. Y ahí estaba igual que siempre. Sentado en uno de los columpios que construyeron juntos hace años. No. No estaba como siempre, no estaba sonriendo.

-Hola- dijo Dani algo triste, mientras se levantaba del columpio.

Sin decir una sola palabra Nadia se echó a los brazos y le dio un beso apasionado. No quería que terminara. Quien sabe, si seria el ultimo.

-Hola. ¿Estas bien? - preguntó Nadia poco convencida.

- Si. No te preocupes, estaré bien. Espero que no tardes mucho en venir a verme.- dijo forzando una sonrisa.

- No. Vendré lo antes posible, te lo prometo- dijo mientras volvía a besarlo.

Y justo en ese momento alguien interrumpió aquel último beso.

Valmits. Un mundo nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora