Capítulo 3

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  - Fuera de mi puta casa, Hui.
  - Vamos tío, tengo la pasta, te puedo pagar el alquiler AHORA MISMO.
  - Colega no quiero tu pasta, no puedo aceptar dinero de un camello y mucho menos dejarlo vivir en mi propiedad.
  - Vamos vamos, nadie se enterara de qué soy.
  - Yo me he enterado. No hay mas que hablar, fuera de aquí. Lo siento tío.
  - Joder hermano, que te den por culo, tan colegas que eramos y ahora me mandas a la mierda... QUE TE DEN. ENCONTRARÉ DÓNDE VIVIR EN SEGUNDOS.

Y allí se encontraba Hui, sentado en un callejón, llorando frustrado. Qué coño iba a hacer ahora? Un tío con una mochila más grande que él mismo, con 700 pavos en ella y muchísima mercancía. Estaba en la mierda más absoluta.
Paró de llorar. Encendió un cigarrillo y se calmó. Estaba en un estado de paz mental que duró como... 2 minutos? Cuando un tío le gritó desde la entrada del callejón.
  - TÚ PEDAZO DE MIERDA. DAME TODA MI PUTA PASTA
  - Mierda mierda...- Hui cogió su bolsa y salió corriendo, escalando la valla que separaba el callejón de otro. Corrió sin mirar atrás, maldiciendo al casero, maldiciendo el dinero y sobretodo, a sí mismo. Estaba tan ensimismado mientras corría que no se dio cuenta de que ya no le perseguían. Era un traficante de poca monta, no iba a preocuparse por que un mocoso le debiera 100 pavos.
Cuando paró para tomar aire se dio cuenta de que había llegado a una zona algo marginal y tranquila de la ciudad...
Estaba algo mareado, llevaba todo dia sin comer y esa carrera no le habia sentado demasiado bien. Se le nubló la vista... se sentía débil.
  - Hui?- dijo una voz femenina. Hui abrió un poco los ojos y pudo distinguir el pelo naranja fuego de la chica con la que se habia chocado la otra noche.
Se desplomó.

  - E por favor, ayúdame. Coge sus pies y yo las manos, estamos cerca de casa.
  - pero lo conoces?
  - Algo así...
  - En fin...- suspiró- Vamos.
Entre los dos cargaron al joven hasta el apartamento que compartían. Hyuna le puso un paño con agua fria en la cabeza mientras E rebuscaba en su mochila.
  - Hyuna...
  - Si?
  - Es un puto camello.
  - En serio?
  - No, me lo estoy inventando por que me apetece.
  - Vale vale perdón. A ver, dudo que sea peligroso, cuando despierte le preguntamos.
  - Claro, tiene sentido: "Hey hola buenos días, eres un camello peligroso? Quieres un café o un te?" Estás loca.
  - Lo estoy, pero no perdemos nada por intentarlo.
E suspiró de nuevo. Esta chica era muy descuidada. Y si los mataba? Por primera vez para E, la muerte le provocó escalofríos. A el suicida. Algo estaba cambiando, no sabía el qué, pero algo era.

Alrededor de las ocho de la noche, Hui despertó algo confuso y débil.
  - Hyuna, el camello se ha despertado.
Hui dirigió su vista al chico que había hablado. Vio a un chaval, de 17 años probablemente, rubio teñido, mas que eso, desgastado. Tenia cara de niño pequeño, y tiritas por la cara. Se fijó en sus muñecas, vendadas. Un suicida?
Genial. Entonces una chica de pelo naranja con un bol y una servilleta.
  - Hola Hui.
  - Hyuna? Era tu nombre?
  - Sí... incorporate, te he hecho sopa...
  - Gracias-dijo sentandose en el sofá y quitándose el paño húmedo.
  Silencio. Hubo un grandísimo e incómodo silencio mientras Hui tomaba la sopa.
  -Eres un camello?- dijo E secamente.
  -Tsk... pues sí, algún problema?
  - En realidad, sí...-dijo Hyuna.- Pensaba que te quedaras mientras te recuperas pero... bueno, no queremos correr riesgos.
  - Ah...-suspiró Hui.
E se mantuvo en silencio hasta que Hui terminó su sopa.
No podía contenerse.
  - Qué coño vas a hacer?
  - Joder, relajate, de todas formas pensaba quemar toda la mercancía o tirarla a un río o algo así.
  - Vas a dejar de ser un camello así de fácil?- dijo insegura Hyuna.
  - Así de fácil me hice camello, por que no dejarlo? Quiero empezar de nuevo. Eso sí, mi vodka y mis porros que no me los quiten.
  - Tío... por mi parte, pareces majo.
  - Y por la mia. Pero no pienso manteneros a los dos como si fuera vuestra madre, a trabajar todo el mundo.
  - Me pagarás?- dijo Hui
  - Y una mierda. Cocino, lavo ropa, y mantengo la casa en general, te parecerá poco.
E rió ante la rudeza de Hyuna, provocando que esta se sonrojara. Se dio la vuelta intentando ocultarlo.
  - Tú.-dijo Hyuna señalando a Hui.- a la ducha, hueles a mierda. Y tú-señalando a E.- ayúdame a hacer la cena.
  - Si señora- dijo Hui, mientras buscaba el baño.
  - Hyunaaaa tía vas en serio? No sé cocinar.
  - Te aguantas, a la cocina.
El rubio se levantó y siguió a la chica a la cocina. Una vez allí, Hyuna sacó una olla y una sartén.
  - Sabes freir?
  - Capaz que quemo algo.
  - E por favor.
  - Qué? Es la verdad.
  - Vale pues mueve el arroz.
  - Eso sí que puedo hacerlo.
Mientras E realizaba su fácil tarea, la chica sacó unos huevos y los batió.
La olla estaba a punto de desbordar.
Y ahí estaba E, mirando como Hyuna cocinaba.
Embobado.
Otra vez.
  - E!!!! La olla!!!
  - Oh mierda.- E movió nervioso la cuchara dentro de la olla. No había llegado a desbordar.
  - Qué mirabas?
  - A ti.
  Hyuna se quedó sin palabras. Notó como su cara empezaba a arder. Se limitó a mirar la sartén.
  - Queria decir, que cocinas muy bien. Tampoco te emociones.
  - Ya ya, gracias...
Definitivamente E parecia un mocoso de 15 años con las hormonas por las nubes. Acababa de darse cuenta de lo cerca que estaban. Si ambos se giraban, quedarían cara a cara. Su imaginación empezó a volar, frustrando sus intentos de mantenerse en la tierra. Aún así consiguió centrarse en la olla.

Cuando por fin terminaron de cocinar y emplatar, Hui salió del baño, limpio.
  - Joder que bien huele.
  - Gracias... anda siéntate.
Se sentaron en silencio y comieron. Hyuna no estaba comiendo, en su lugar los miró de reojo, esperando una reacción. Hui no levantó la cabeza y comió en silencio, mientras que E se dio cuenta de la mirada de la joven.
  - Hyuna.
  - Eh?
  - Está muy bueno, cocinas genial.- dijo E mirándola a los ojos.
  - Gracias...-soltó ella, casi en un suspiro.
Empezó a comer. E sonrió para sus adentros. Al acabar de comer, Hyuna lanzó LA pregunta.
  - Hui
  - Si?
  - Qué es de tu vida?
  - Cómo?
  - Yo he matado a cinco violadores, él se ha intentado suicidar incontables veces, y tú?
  - Joder, qué panorama, no? Me abandonaron al nacer, una familia pobre me adoptó, me metí en este mundillo por dinero para sobrevivir y me amenazaron de muerte y me mudé. Mi objetivo es conseguir 2000 pavos para mis padres adoptivos. Y ya está.
 
Se quedaron en silencio. Hyuna miró a E, y este asintió. Se levantaron y lo acorralaron.
  - Qué mierdas hacéis?
Los compañeros se miraron y lo abrazaron
  - Pero qué...?
  - Cállate, el mundo da todo el asco y la vida es una mierda. Estamos todos en el mismo barco.
  - Hyuna tiene razón, cállate y disfruta.

Y así se quedaron. Abrazados durante unos minutos. Hui sabia que eso no había cambiado nada pero igualmente, sentaba bien. Pasaron la noche contando sus penas y los detalles de sus miserables vidas. A los chicos les sorprendió la naturalidad con la que Hyuna hablaba de matar personas. Claro que, despues de esas experiencias, no les extrañó tanto.





  - Cómo que ha huido???? Es un puñetero suicida, no podemos dejarlo irse como si nada, joder.
  - Lo sé, doctor, pero no pude hacer nada, él huyo...
  - Llamaré a la policía, haré que lo busquen.
  - Doctor, déjelo ir...
  - No puedo. No me rendiré, ese chico no se suicidará. Cierra al salir.
  - Sí, doctor.

Triangle [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora