Un Amor Prohibido©

Decepción

—Señorita...

—mmmm..

—Diana, despierte.

—¿que pasá? —Digo despertando.

—Vamos a llevarla a casa, para que descanse, Marie se quedará esta noche con Iván.

—Okey...

                                                                     * * *

Estoy en casa, en cama mirando hacia el techo pesando en... No sé en realidad en que estoy pensando. Solo estoy mirando el techo. Estoy sola en casa, bueno, no sola, Mark está descansando en la casita de atrás especialmente para él..

Estoy casi segura de que Ellie y Ryan están detrás de todo esto del disparo a Iván... Pero lo que más me indigna es que si Ellie dice amar tanto a Iván ¿Porqué quisiera hacerle daño? ¿No se supone que cuando alguien quiere a otra persona procura no hacerle daño? Pero Ellie esta totalmente fundida del cerebro... Igual que su hermano.

Me siento muy mareada y me levanto sentándome en el borde de la cama.

—¿Que me pasa? —susurro cubriendo mi rostro con mis manos.

No aguanto más y salgo corriendo hacia el inodoro. Caigo a horcajadas logrando llegar a tiempo y comienzo a liberar todo mi contenido gástrico. Solo esto me faltaba, enfermar en estos momentos. Estoy encendida en fiebre.

Bajo a la cocina para ver si Doña Marie tiene alguna pastilla para la fiebre. Gracias al cielo consigo un blíster de pastillas, cojo una y me la tomo. Espero haga efecto rápido.

Regreso a la habitación arrastrando los pies como si llevase cadenas de plomo atadas a ellos. Me siento tan mal. Me tiro en la cama y caigo en un sueño profundo.

                                                                      * * *

—Diana, niña, despierte -escucho la voz de doña Marie tan lejana que dudo si estoy soñando o si de verdad me esta llamando-. Niña Diana, despierte -zarandea mi brazo y ya sé que no estoy soñando.

—Mmmm... ¿que hora es?

—Las 11. ¡Oh por Dios! Diana, pero si está encendida en fiebre —dice colocando su mano en mi frente y luego en mi cuello.

—Estoy bien. Ya se me pasa con una pastilla, me vestiré para ir a ver a Iván. —Digo levantandome.

—Pero mi niña, has enfermado, no puedes salir así.

—Marie, de igual forma iré a un hospital. Estaré bien.

Observo a doña Marie quedarse callada con evidente preocupación en su rostro. No digo más nada y me adentro en el baño. Me despojo de la ropa y ajusto la manilla de la regadera para que solo salga agua fría. Me adentro en la ducha y quedo congelada al momento pero luego de un rato siento como comienza a bajar mi fiebre.

Salgo de la ducha, cojo un vestido vintage sencillo, unas zapatillas bajas, recogí mi cabello en cebolleta y mi bandolero.

Antes de decirle a Mark que estoy lista para ir al hospital, corro a la cocina para tomarme la pastilla para la fiebre. La tomo y regreso a la sala.

—Mark, ya estoy lista para ir al hospital.

—Claro, señorita ¿esta bien?

—si ¿porque?

—Es que se ve muy pálida

—Solo tengo un poco de fiebre, más nada ¿podemos irnos? Quiero ver a Iván