Te Entrego Mi Corazón

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Me despierto y reviso la habitación y me doy cuenta de que me encuentro sola, Iván debió haberse ido a trabajar, me dijo que esta semana estaría muy ocupado. Me estiro en la cama y comienzo a recordar la conversación que tuve con Mark y la carta de Ellie, soy una masoquista debería de olvidar eso, ya Iván no está con ella, ahora me quiere a mí, y caigo en la cuenta de que Iván y yo no somos nada, no somos nada porque nunca le dije que sería su novia y él nunca me lo ha pedido, solo me ha dicho que me demostrará lo que siente por mí.

Luego de ducharme y cepillarme los dientes bajo a la cocina por algo para desayunar. Voy bajando por las escaleras cuando un ruido me hace detener en seco, escucho a Iván discutiendo con alguien.

—Ellie, respóndeme ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste que esta era mi casa?

Palidezco y comienzo a tener escalofrío, es ella, la mujer que le dio un hijo a Iván, la culpable de la muerte de ese pequeñín y la causante de tanto dolor para Iván ¿es que esa mujer no tiene vergüenza? ¿De verdad cree que Iván volverá con ella después de lo que permitió suceder? Y de verdad ¿Cómo supo que Iván estaba aquí si él nunca respondió a su llamado? Digo, él pudo haberse ido a otro país y haber vendido toda la cadena de casinos.

—Iván, mi amor —¿Mi amor? Qué asco—. Eso ya no importa como supe o no, lo importante es que te encontré y que vengo a pedirte que por favor me perdones, por favor vuelve a casa conmigo.

—¡¿Qué?! ¿De verdad crees que voy a volver contigo? ¿de verdad crees que después de todo lo que me has hecho sufrir voy a querer volver a estar a tu lado? No seas tonta, Ellie.

—Lo sé, yo sé que te he hecho mucho daño, lo sé, pero te juro que cambie mi amor, te juro que ya no soy la misma Ellie de antes.

—Seas o no la misma, Ellie ya no quiero estar contigo.

—¿Por qué?

—Eso no te incumbe

—¿Te enamoraste de otra, verdad?

—Te dije que eso no te importa. —dice Iván entre dientes.

—Dímelo.

—¡NO!

—¡¿Por qué?! ¿Por qué? Juraste ante Dios y ante todos que estarías conmigo en todo ¡TODO! Salud y enfermedad, lo bueno y lo malo ¡HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARÉ! ¿! SE TE OLVIDO?!

—Baja la voz, Ellie.

—Entonces respóndeme.

—¡SI! Me enamoré de otra mujer, una muy distinta a ti.

—Lo sabía.

—Ya sabes lo que querías escucharme decir, ahora ya te puedes ir.

—Me voy, pero veremos quién puede más.

—Largo.

Escucho sus tacones alejarse y por siguiente escucho la puerta cerrarse de un golpe. Me siento en uno de los escalones y me quedo un momento tratando de calmarme, mi corazón está que explota de tan rápido que late. Luego de un rato decido bajar y me encuentro con un Iván sentado en uno de los sofás con un vaso de whisky y con la mirada perdida en la distancia.

—Buenos días —digo tratando de ocultar que escuché todo.

—Diana —dice mirándome y colocándose de pié—. ¿Cómo estás?

—¿Bien y tú? —que tonta, es obvio que se encuentra mal.

—Bien. —Dice con una falsa sonrisa—. ¿Desayunamos?

—Claro, pensé que estarías trabajando.

—Sí, tengo una reunión en dos horas. Todavía hay tiempo.

Un Amor Prohibido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora