Me despierto al sentir los besos de Iván por mis mejillas y mi cuello, sonrió sin que él se dé cuenta y me sigo haciendo la dormida.
—Sé que te estás haciendo la dormida —Me susurra Iván al oído.
Sonrió más ampliamente y me doy la vuelta quedando frente a frente con el
—¿Cómo supiste? —Digo haciéndome la indignada.
—Simplemente lo supe —respondió dándome un pequeño beso sobre la punta de la nariz.
—Te amo —susurro.
—Y yo a ti princesa, anoche estabas muy inquieta ¿tuviste algún mal sueño? (Me pregunta preocupado.
—Si, tuve un mal sueño pero no recuerdo que soñé (miento.
—Suele pasar, siempre me pasa. —Dice poniéndose pensativo.
—¿Crees que los sueños dicen algo? —Pregunto.
—La verdad no creo mucho en los sueños, no lo sé. Pienso que son recuerdos de algo o simplemente tus miedos reflejados en ellos. No es que quieran decirte algo. —Aclara.
—Tienes razón, mi abuela siempre decía los sueños siempre quieren decir algo.
—A lo mejor, quien sabe —dice encogiéndose de hombros.
—Si, quien sabe —Musito.
—Bien, iré a ducharme —dice finalmente.
Me da un casto beso y se adentra en el baño. Luego de unos minutos sale del baño para vestirse y en seguida entro yo al cuarto de baño sin antes dedicarle una amplia sonrisa.
Minutos después bajo al comedor a tomar el desayuno y encuentro a Iván sentado tomando su desayuno.
—Veo que has tenido tanta hambre para no esperarme —Finjo estar enojada mientras me tomo asiento.
—La verdad, si me moría de hambre, la última comida que tuve fue anoche a las 7 pm. —Comenta llevándose un bocado de comida a la boca.
—¿Y Jessie? —Pregunto.
—Aún está dormido, anoche consumió tanto alcohol que ni siquiera encontraba como decir que quería ir al baño.
Suelto una fuerte carcajada ante la imagen que se forma en mi mente de Jessie en ese punto de borrachera. Tomo un bocado de mi comida y me derrito ante el exquisito sabor.
—Sinceramente, no cambiaría a Marie por otra cocinera.
—Si —responde Iván con brillo en sus ojos—. Cuando era niño me consentía mucho en las comidas, lo que se me antojara ella me lo preparaba, luego de que me volví un adulto, ya no me consiente tanto. —Sonríe ampliamente y yo le devuelvo la sonrisa.
—Ese es nuestro destino cuando crecemos. —Finalizo.
Cuando estamos terminando el desayuno, Jessie entra al comedor echo un desastre, con ojeras tales que parecen que lo hubiesen golpeado, espelucado y tambaleándose.
—¿Aun sigues borracho? —Le pregunta Iván burlándose.
—Ja-Ja ¡que gracioso! —Responde Jessie con ironía—. Siento que la cabeza me va a explotar.
—¿Quiere que le traiga un analgésico, señor? —Le pregunta Doña Marie colocando su desayuno en la mesa.
—Si por favor. —Responde Jessie y Marie asiente—. ¿Cómo llegamos anoche? —Pregunta confundido.
Esa pregunta me hace reír mucho, de verdad que estaba muy borracho.
—¿De verdad no recuerdas nada? —Pregunto conteniendo la risa.
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Un Amor Prohibido©
Romance"Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad. Éramos el infierno perfecto"