Descubriendo

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De nuevo en Las Vegas, y esta ciudad no deja de cautivarme, veo a las personas caminar rápidamente de un lado a otro sumergidos en sus propios pensamientos ¿en que estarán pensando? ¿Alguno estará buscando el amor? ¿A alguno le han planificado una boda que ellos no quieren? ¿Los han secuestrado? ¿O se han enamorado de un grande de los casinos? No se sabé.

Estoy sentada en una cafetería muy pequeña y acogedora escondida en una de las aceras, es tan pequeña que casi no se vé. El lugar perfecto para pensar. Hace una semana que volvimos a Las Vegas e Iván ha estado muy diferente conmigo desde que le conté mi historia, ha estado muy atento conmigo y en cada momento que puede me llama para preguntarme que hago o como me siento. Es tan lindo. Hoy decidí salir un rato de su casa a distraerme un poco, su casa es hermosa, pero a pesar de todo el dinero que tiene, su casa no es tan grande como cualquier millonario la tendría. Es una casa muy acogedora.

Llamo a Mark para que venga a recogerme. Si, Iván le pidió que también me hiciera el transporte. Mark es como un padre para Iván, era el chofer de su padre y fué quien quedó a cargo de él cuando sus padres murieron, desde entonces son inseparables.

En casa me doy cuenta de que Iván no está, Mark me dijo que estaría en una reunión hasta tarde, que no me molestara en esperarlo. Voy a la habitación de huéspedes que fué asignada para mí y me acomodo en la hermosa y cómoda cama, y me pongo a pensar que desde que llegué no me he atrevido a entrar en la habitación de Iván, por respeto. Pero la curiosidad me mata, así que sigilosamente y vigilando que nadie me descubra entro en la habitación de Iván.

La habitación de Iván es muy hermosa y varonil, una sonrisa se escapa de mi, abro su closet y hay miles de prendas de vestir y sacos con corbatas y todo muy bien planchado y guardado por orden de color. Pero algo llama mi atención, de uno de los sacos cae al suelo una carta. La tomo, me siento en el borde de la cama y me dispongo a leer la carta, si, arréstenme por abusadora.

Querido Iván de mi corazón:

¿Dónde has estado? Te he estado llamando y no respondes mis llamadas ni mis textos ni mis cartas ¿Qué ocurre contigo? Te extraño mucho, me haces mucha falta. Por favor no te olvides de mí, por favor. ¿se te olvidó nuestro "para siempre juntos"? ¿O es que ya encontraste alguien mejor que yo? Lamento lo de nuestro hijo pero no me abandones así. Por favor, dame una señal de que sigues vivo. TE AMO.

Siempre tuya, Ellie.

¿Hijo? Vuelvo a leer esa parte, si, escribió "hijo" ¿Iván tuvo o tiene un hijo? ¿Estuvo o está casado? Nunca me dijo nada al respecto. Vuelvo a acomodar la carta en su sobre y la vuelvo a colocar en el saco de donde cayó. Regreso rápidamente a mi habitación con el sabor de la bilis en mi garganta ¿Iván tuvo un hijo? Digo que tuvo y no que tiene porque esa mujer escribió claramente "lamento lo de nuestro hijo" y mi otra gran pregunta ¿estuvo casado? ¿Está casado? ¿Y si le pregunto? No Diana, no puedes ¿Qué le vas a decir? "Hola, Iván. Mira, no aguante la curiosidad y registré tu habitación y encontré una carta donde una mujer nombraba un hijo tuyo" Que estúpida, jamas debí entrar allí.

                                                                    * * *

Era media noche y no podía conciliar el sueño, Iván aún no llegaba ¿Qué estará haciendo? Me levanto y me dispongo a ir a la cocina por un vaso de leche y me voy caminando descalza hacia el jardín, es tan hermoso y lleno de tanta paz. Me siento en uno de los bancos y comienzo a tomar de mi vaso de leche. Cuando siento que alguien se sienta a la par mía.

—¿Tan sola en un lugar tan hermoso como este? —Es Mark.

—Si, es muy bueno para reflexionar. —digo tomando de mi vaso de leche.

Un Amor Prohibido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora