TODO SE HACE REALIDAD

Capítulo 9

La historia acababa de empezar, dos amantes inocentes en busca de un mundo lleno de amor y sinceridad, dos personas de diferente sitio pero con un mismo objetivo, quererse por encima de todo; dos amigos con todos los derechos posibles y dos humanos con las ganas de vivir el día a día. Zeus y Marta no tardaron en conectar, la timidez y la vergüenza de Marta parecía inexistente no había ni una gota de ello y se soltaba por si sola hablando de todo lo que se pusiera a debatir, la arrogancia y la expectación de Zeus se mantuvo y no le hacía falta sacar las garras para pedir sigilosamente una simple muestra de cariño por parte de Marta, las conversaciones eran más animadas y llamativas llenas de emoticonos coloridos y miles de historias descubiertas en tu interior, y por supuesto la vida de ellos dos había cambiado por completo, ya no eran dos simples personas conocidas a la distancia, sino, dos personas separadas por una barrera que deben luchar para saltarla y conseguir el amor propuesto.

Marta no daba crédito de lo que estaba pasando, parecía que había sido consumida y había sido absorbida por Zeus, pero no, ella había cambiado y había dicho quiero cambiar por y para él y lo consiguió. Zeus por su parte tampoco se lo creía, le habían traído a otra Marta, no era la Marta de la que se enamoró, esa niña tímida y vergonzosa. Ahora era una niña super contenta y dispuesta a disfrutar todo con muchas más ganas. Todo había cambiado a mejor, ninguno de los dos se lo creía, pero, aún existía algo que dudaba a Zeus... y era que Marta no demostraba que lo necesitaba. Pero pronto se dio cuenta de que sí, Marta hacía todo por él, demostraba cualquier detalle tonto, hablaba de Zeus por cualquier lugar y hacia de él una persona idílica. Marta había cambiado totalmente, era la chica que Zeus buscaba y no podía dejar pasar a esa chica.

Tantos momentos fallados en los que habían roto el corazón de Zeus y poco a poco se había echo pedacitos, tantas dudas que hacían de él un pozo de preguntas inertes y sin respuesta, tantas vivencias derrochadas quizás para el bien o para el mal pero tiradas sin pensar que podían ser las mejores, tantas guerras luchadas para conseguir lo que se proponía y que sin fuerza alguna ganaba sin más, tantas derrotas celebradas por el simple hecho de celebrar lo inesperado y tantos deseos lanzados al exterior con la intención de que alguno de ellos se hiciese realidad. Ahora era el momento y Zeus debía empezar a vivirlo, y lo hizo. Quizás fuese el ultimo tren, la última llamada o el último deseo echo realidad, pero si, Marta había aparecido y la locura de Zeus aplastaba cualquier amor distante o cercano a él. Existe una distancia de cientos de kilómetros, ¿Y qué?, el amor no se explica, el amor se disfruta y se siente. A miles de kilómetros hay una persona que cuida de Zeus, unos sentimientos que nacen sin querer y una vida propuesta por ser echa realidad.

Zeus y Marta son compañeros inseparables, amigos con derechos, personas amadas, niños necios ante la vida, humanos entendidos por el amor y muñecos maniatados a la locura. Ambos disfrutan en una vida en la que hay que disfrutar venga lo venga, esté donde esté y cueste lo que cueste. Zeus vive su mejor momento junto a la persona que más quiere, y Marta empieza a descubrir que en la distancia también existe el amor. Solo acaba de empezar la historia de amor y aún queda mucho por contar...