Magos y Semidioses

No es una criatura, es un montruo.

En cuanto salieron del callejón a la calle, no era nada como esperaban, había gente yendo y viniendo y estaban con la cabeza gacha algunos... con maquinitas en las manos.

—¡Oye, ten cuidado! -gritó un tipo que caminaba con ese cubo en la mano, tenía forma rectangular y varias luces. Este hombre había chocado con Ron, quien lo enfrentó.

—¡Mejor tú fíjate por donde caminas, idiota! -le espetó Ron y este le hecho una mirada fulminante pero después siguió su camino y Harry no pudo evitar notar que la cajita que llevaba en la mano (con luces) estaba conectada a algo que iba directo a sus orejas.

—¿Qué tenía en la mano?

—No lo sé pero me cayó muy mal ese tipo -dijo Ron.

—Era un artefacto, tal vez un teléfono muggle -Hermione veía a las demás personas que tenían de esos artefactos en miniatura pero variados- Tal vez es solamente moda estadounidense.

Entonces Ron levantó la cabeza y vio miles de luces, carteles brillantes, y toda clase de anuncios tan brillantes que parecían suplantar el sol. Uno de estos cárteles se leía:

Long Island, New York.
22:14 hs.
¡Buenas noches!
14/02/2017
¡Últimas horas de los enamorados!

Apenas leyó la fecha sintió confusión, si, era 14 de febrero, le había regalado unas flores a Hermione con una caja de grageas de todos los sabores hacía apenas unas horas. Pero... ¿2017?

—Hermione... -la llamo Ron, quien la chica estaba hablando con Harry aún de lo que tenían las personas. —¿En que año estamos?

Hermione lo miró confusa, ¿En que año estaban? 1999, era obvio, pero la pregunta de Ron la desconcertó y a Harry también. Entonces ambos miraron hacia dónde lo hacía Ron y en cuanto terminaron de leer El Trío de Oro estaba muy confuso.

—14...

—...De Febrero...

—...De 2017. -termino Harry.- Hemos viajado al futuro, 18 años.

Hermione aún no lo podía creer, pero era lo más razonable, si bien habían viajado en el tiempo y esos artefactos que tenían los muggle serán «artefactos del futuro».

—Esto está mal -dijo Ron muy aterrado.

—Eso ya lo sabemos-dijo Harry intentando idear un plan.

—No, no es eso -siguió el pelirrojo a quien ahora sus amigos miraban- Ya sé donde está la criatura que buscábamos.

En cuanto Harry vio a esa criatura se imagino a Hagrid intentando domesticarlo (cómo hizo con muchas de otras criaturas) pero esta era, dentro de todo, la que más le daba miedo a Harry, Era una especie de lagarto gigante con cinco cabezas, pero las personas que estaban allí no parecían haberla visto, sino que corrían como si fuera una tormenta, algo natural, ¿podría ser que en un futuro las criaturas sean así de gigantes pero inofensivas?

—¿Ustedes también ven a la serpiente de cinco cabezas? -preguntó Ron casi en un susurro.

—Varitas -Hermione automáticamente estaba con su varita en la mano. Harry y Ron tardaron un poco más por la conmoción de ver el monstruo.

—Petrificus totalus! -invocó Hermione apuntando con su varita a la criatura pero esta no se inmutó.

—Imperio! -gritó Ron apuntando al monstruo y esta vez parece que hizo algo, ya que se fijó en los tres adolescentes y avanzó hacia ellos, Harry, Ron y Hermione eran los únicos en la calle, la criatura había dañado los cables y parece que quería dañarlos a ellos.

—Sectumsempra! -esta vez invocó Harry, pero el monstruo no sufrió daño, sino que parecía más enojado.

—¿Qué hacemos ahora? -preguntó Ron con apenas un hilo en la voz. Harry y el se miraron y entonces ¡BAM!

Hermione ahogo un grito, una gran ola llegaba desde el norte, ¿pero cómo? todos se miraron, ninguno de ellos lo había invocado.

Al acercarse la ola, la cabeza del medio del monstruos lanzó fuego, pero no hizo casi nada, la ola era mucho más grande que él... y obviamente, mucho mucho más grande que Harry, Ron y Hermione.

El trío aún sorprendido, y nosotros sorprendidos porque no se han movido, La ola paso por arriba de ellos pero solamente sufrieron unos cuantos chorros solamente, Hermione miró confusa a Harry, como si esperara que su amigo tuviera una respuesta.

Entonces una de las cabezas callo al lado de Ron, este la miró y echo un salto para atrás, ¿cómo pasó algo así?

Cuando miraron arriba, ya no había agua, estaba cayéndose a pedazos el monstruo, todos se corrieron, ya no había rastro de agua en las calles, solamente un adolescente que parecía de 17 años, tenía una espada en la mano y se acercó a ellos con aire muy despreocupado.

—Eso se vio feo -les dijo el chico al trío de oro, este sonrío y los demás aún atónitos- he... me presento, soy Percy Jackson, hijo de Poseidón.