Pequeñas historias sobre Louis y Harry.
"Lo amas, ¿no es así? Crees que puedes engañarnos, pero... es lo que es: amas lo que amas."
Nota: Este espacio en Wattpad ha sido creado solo para Drabbles; historias de un solo capítulo, todas sin relación al...
—¿Estás tocándote? —Louis tomó asiento y encendió un cigarrillo.
—Mmm... —el rizado dejó caer su cabeza hacia atrás y jadeó exasperado. —Sí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Mírame. —ordenó. Inhaló con fuerza y dejó escapar el humo de sus labios.
Harry giró su rostro con lentitud y abrió sus potentes ojos en busca de su mirada.
—Hazlo lento. —susurró el castaño. Observó cómo el contrario asintió pausadamente, acatando sus órdenes.
—Bien...—exhaló con suavidad y movió sus manos. Tuvo que cerrar sus ojos para poder sentirse por completo.
Inició un suave y delicioso vaivén con sus dedos.
—Gime. —Louis golpeó el cigarrillo sobre el cenicero.
—Tú... —sollozó. Contrajo sus piernas, dobló sus rodillas y las mantuvo así sobre la cama.
—¿Duele? —inhaló y se puso de pie.
Harry ahogó un suspiro, pero asintió. Apretó, jugueteó y movilizó sus manos por sobre su hombría.
El castaño se inclinó sobre él y exhaló el humo sobre los labios del rizado.
—Tócate para mí. —Harry gimió en voz alta. Entreabrió los ojos y gimió su nombre. Louis se alejó.
Caminó alrededor de la cama y se mantuvo observándolo.
—Mmm... —lo siguió con la mirada. Movió sus caderas, buscando más contacto contra sus manos.
Louis absorbió parte de sus deseos, y expulsó restos de sus gemidos.
El rizado cerró los ojos, luchando contra la lentitud de sus acciones.
—Más rápido. —demandó.
Asintió.
Suspiró.
Sollozó.
—Muy bien... —dejó el cigarrillo y se hundió con él en la cama. Harry jadeó con fuerza. —Shhh.
Las fuertes feromonas del rizado inundaron por completo la habitación.
Louis aspiró y saboreó su olor. —Estás matándome.
—L-lou...
Dejó libre el espacio entre su clavícula y su mandíbula.
Su mordida.
—No he dicho que hables. —se hundió y lamió con lentitud.
—Oh... —sollozó.
El alfa acarició su pecho desnudo. Bajó su mano con pesadez hasta llegar a la satisfacción del omega bajo sus movimientos.
Harry se detuvo, respirando con dificultad.
—Suave... —el omega asintió y apartó sus manos con ansiedad.
Louis lo haría.
Lo tomó por completo, vaciló sobre su glande y contrajo su piel creando fricción.
—P-por favor. —gimoteó. El castaño acercó su rostro y se mantuvo a escasos centímetros sobre sus labios.
—Pídemelo. —exigió.
El omega se retorció sobre la cama, la posesividad en la mano de su alfa no lo perdonaba ni le pedía disculpas por exprimir sus gemidos.
Cerró los ojos satisfactoriamente, y entreabrió sus labios.
Louis apresuró sus movimientos, logrando que el omega bajo su cuerpo respire con rapidez y derrame sollozos. —Pídemelo.
Accedió y lo observó. —B-bésame...
Atrajo su rostro y mordió su labio inferior. —Me arrastras, bebé. —Harry echó su cabeza hacia atrás y mantuvo sus labios abiertos.
Louis contrajo sus dedos, oprimiendo la glande de su omega.
El rizado ahogó un gemido agudo bajo los labios del castaño. Gimió durante el beso, sollozó sobre los suspiros de su alfa.
—Voy... —Louis se acomodó entre sus piernas, dejando de tocar su hombría.
—No. —lo besó con fuerza, frotándose pesadamente sobre su pelvis. —No hasta que yo lo diga.
Harry gimoteó. Enterró sus dedos en el cabello del castaño, atrayéndolo y respirando sobre sus labios.
—Estoy jodido... —musitó el alfa. El omega bajo su cuerpo cerró los ojos y extendió una dulce sonrisa. —... muy jodido por ti.
Las cejas del rizado se curvaron al gemir con potencia el nombre de su alfa.
—¿Te gustan mis manos? —llegó hasta la parte baja de su miembro y la acarició. —Córrete.
El rizado echó la cabeza hacia atrás y pequeñas lágrimas salieron de su rostro al correrse.
—Muy bien, bebé. —dejó suaves besos sobre su mordida. —Buen chico.
Harry bajó su mirada y sus hermosos ojos cansados lo observaron, le sonrió.
—Tú. —cerró los ojos y rozó su nariz contra la del castaño.
Louis sonrió, era su omega a quien complacía de la mejor manera. Era su omega.
—Yo. —repasó con sus dedos su mejilla. —Solo yo.
Besó sus mejillas, besó su mordida y suspiró contra su piel.
—¿Louis? —tres toques sobre la puerta se hicieron escuchar. —Louis, querido. —su madre. —Solicitan al príncipe Tomlinson para la conferencia de esta tarde.
Harry sonrió y centró su mirada con la de su alfa. —Esta noche, mi príncipe.
