Verdaderas intenciones 🌌🔥

CAPITULO XX

No quiero hablar más
Estoy obsesionada con el silencio
Voy a casa y cierro la puerta con llave
Puedo oír las sirenas

Dura como una roca, fría como una piedra
Blanca como un diamante, negra como el carbón
Cortada como una joya, si, me reparo a mi misma
Cuando tú no estás

Solitaria
Algo que consideras
Raro
No quiero ser comparada
Con ese brillo barato y purpurina
Solitaria

Veo mi vida desplegándose a mi alrededor
Como un hermoso jardín
Veo flores tan altas que me rodean
Oh, mi corazón se volvió tan duro

Y todas las otras joyas a mi alrededor
Me asombraron al principio
Cubrí mi corazón con límites
Y todos los falsos me decían maldita
Pero no estoy maldita, no estoy maldita
Sólo estaba cubierta de suciedad

Porque soy una persona solitaria

Solitare-Marina and the Diamons

.....................

??: Oye tú, despierta!
Yui-san: Humm...
??: Realmente piensas quedarte ahí todo el dia?
??: De verdad eres una inútil...anda, despierta!
Yui-san: (despierta de golpe tosiendo) Pero que.....Shin-kun? Po...por qué hiciste eso? (él me arrojo un baso de agua a la cara)
Shin-kun: Al ver que no despertabas me preocupé, sólo quería asegurarme de que no estuvieras muerta.
Yui-san: Pero...eso...
Shin-kun: Debiste ver tu cara,  jajajajaja, realmente patetica.
Yui-san: Qu...que cruel.
Shin-kun: Mirate...toda empapada... piensas quedarte asi?
Yui-san: Kya! (mi ropa....al estar mojada se a pegado a mi cuerpo y ahora se transparenta mi ropa interior)
Shin-kun: Maldición, no hay razón para que levantes la voz!
Yui-san: Lo lamento...creo que tengo que cambiarme así que...podrías dejarme sola?
Shin-kun: Tú....estas ordenandome?
Shin-kun: Un humano insignificante dándole ordenes a un fundador? A un primera sangre!!!
Yui-san: No fue mi intención.
Shin-kun: No voy a permitir que alguien como tú me ordene, que te quede claro.
Yui-san: ( creo que mi comentario lo molestó)
Yui-san: Bien, entonces iré al baño a cambiarme.

Me levanté de la cama con dirección hacia el baño cuando Shin-kun tomó mi brazo y me acorraló contra la pared, sujetandome fuertemente del cuello.

Yui-san: Qué haces?....Shin-kun...

No obtuve respuesta alguna, si no una mordida profunda en el cuello.

Sentía como sus colmillos perforaban mi piel y como la sangre comenzaba a dejar mi cuerpo

Yui-san: Por favor...deten...te...
Shin-kun: Tu sangre es horrible...el sabor me enferma....pero aún así...

El continuo bebiendo de mi cuello mientras maldecia, justo en el momento en el que estaba por desmayarme fue cuando se detuvo.

Shin-kun: El sabor es peor que el olor, será mejor que  comencemos con la purificación lo antes posible.
Yui-san: Purificación?
Shin-kun: Entonces, vas a quedarte con esa ropa mojada?
Shin-kun: Por mi no hay ningún incombeniente (lamiendose los labios)
Yui-san: Yo... iré a cambiarme ahora (intenta correr pero la vuelve a acorralar)
Shin-kun: Por qué no lo haces aqui?
Yui-san: Porque....tú estas aqui y...es vergonzoso.
Shin-kun: Verguenza? no conozco ese sentimiento.
Shin-kun: Pero...creí haberte dicho que no me importaba asi que anda....
Shin-kun: Dejame ver más de ti

Shin-kun: No querras que te castigue de nuevo...verdad? jajajaja

Shin-kun me miro fijamente después de decir eso, no importa lo vergonzoso que sea, yo no quiero desobedecer a esta persona, aún no sé de lo que sea capaz.

Yui-san: Yo...lo haré.

Sentía la mirada de Shin-kun recorrer mi  cuerpo conforme retiraba la ropa mojada.

Y así transcurrieron algunos minutos hasta que quedé solamente en ropa interior.

Shin-kun: Hum....nada mal...para ser una humana cualquiera....tienes un cuerpo bastante deseable, excepto por tu pecho, ese si es un caso perdido.
Yui-san: Po...por favor, deja de decir cosas raras (ni siquiera puedo mirarlo a los ojos sin sentir mi cara arder)
Shin-kun: Tsk...me enfada que este cubierto de mordidas de esos sucios vampiros
Shin-kun: Por eso yo...

Él tiró de mi haciendo que callera de espaldas sobre la cama, el se posicionó sobre mi.

Shin-kun: Dejaré mi marca sobre cada centímetro de esta hermosa piel.

Shin-kun continuo tomando mi sangre hasta que caí inconciente.

Cuando desperté me di cuanta que estaba usando lo que parecía un vestido, era largo de color negro, muy hermoso, acaso él me lo había puesto?, hasta donde recuerdo yo estaba en ropa interior cuando me desmayé.

Me levanto de la cama y me dirijo al espejo que se encuentra frente a esta, mi cuello esta repleto de pequeñas mordidas así como mis muslos, piernas y mi estomago pero el vestido es lo suficientemente largo para cubrir las marcas.

De pronto la puerta se abrió.

Shin-kun: Ya despertaste? Humm...te gustó el vestido?
Yui-san: Si...gracias, es muy lindo.
Shin-kun: No quería privarme de esa hermosa vista pero...no deseo que mi hermano te vea así.

Shin-kun: Debes de tener hambre, en un rato te traeré algo para que comas.

Luego de eso salió de la habitación.

No paso mucho tiempo cuando regresó cargando una bandeja repleta de comida.

Shin-kun: Ahí esta! (sañalando la bandeja)
Yui-san: Etto.... (es demasiada comida para una sola persona)
Shin-kun: Comerás o no?
Yui-san: Si...comeré, pero...Shin-kun....es demasiado para mi, quisieras compartir conmigo?
S

hin-kun: Haaa? me estas invitando a comer....contigo?
Yui-san: Hay algo de malo en eso?
Shin-kun: Eres más estúpida de lo creí....pero bien, comeré contigo.
Shin-kun: La comida luce demasiado buena para alguien tan simple como tú así que también la probaré
Yui-san: Bien! (de esta forma...él ya no luce tan aterrador, más bien actúa como una persona normal)

Shin-kun se sentó junto a mi en la cama, tomó un plato de la bandeja y se sirvio un poco de pollo y puré.

Yui-san: Shin-kun...por qué hay dos platos en la bandeja?
Shin-kun: !!.....Haaaa, yo que sé, deja de hacer preguntas innecesarias.

Él y yo comimos en silencio durante un rato hasta que todo lo de la bandeja se terminó.

Yui-san: Gracias por la comida.
Shin-kun: Es el deber de los amos alimentar a sus mascotas.

Tomó la bandeja y salio de la habitación.

Eso fue muy...amable.

Y apesar de que estoy en un lugar desconocido.
Rodeada de personas con oscuros propositos.....yo....

Ya no tengo miedo