Capítulo 19

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Todo fue tan rápido, pateó al egipcio empujándolo contra una pared al igual que al español. Cuando me iba a golpear, Leon se tiró sobre mi y ambos esquivamos el ataque, eché a un lado el cuerpo del norteamericano y agarré el fusil para apuntarlo. Lo miré fijamente, era Krauser, el hombre corpulento que estuvo conversando con Saddler.

- ¡Krauser! - Clamó Kennedy a mi lado.

- Ha pasado mucho tiempo, camarada. - Sonrió.

Yo miré sorprendida al agente, ¿ahora conoce a este?

Decidí disparar al sujeto, pero este esquivó todas las balas velozmente hasta que se acercó a mí con un cuchillo pero Mazen lo disparó distrayéndolo.

Krauser atacó al egipcio agarrándolo del cuello. En ese momento Luis se acercó a mí para ayudarme a ponerme de pie.

- ¡No! - Grité disparando contra el militar.

Él dejó caer a Mazen, y rápidamente me golpeó ocasionando la caída de mi arma. Luis intervino con un disparo que Krauser esquivó y la bala rozó mi rostro. Seguidamente nuestro enemigo golpeó a Sera en el abdomen con su puño y le ató la mano con una soga.

Yo intenté golpearlo, pero también consiguió amarrarme de la mano con el español. Luis intentó disparar pero eso complicó más. Krauser se deshizo de su arma y ya no pudimos hacer nada, nos golpeó a ambos y caímos sentados sobre el suelo, amarrados de las manos, a espaldas. El corpulento hombre se cruzó de brazos y sonrió burlón.

- Imbécil. - Murmuré con rabia.

Leon apareció por detrás de Krauser intentando atacarlo, pero el de músculos rápidamente tomó su cuchillo y giró para defenderse.
Kennedy esquivó, pero de igual modo le había ocasionado un pequeño corte en su mejilla. Pude ver que el agente quitó su cuchillo y se puso frente al corpulento militar.

- Fallecí en un accidente hace dos años. ¿No es eso lo que te contaron? - Habló Krauser.

- Así que fuiste tú quien secuestró a Ashley. - Dijo Leon mientras ambos caminaban en círculo cautelosamente.

- Lo has pillado rápido, como siempre... Al fin y al cabo, los dos sabemos de dónde procedemos. - Comentó el militar seguido de un ataque.

Leon ágilmente lo esquivó y le devolvió el ataque, pero Krauser lo eludió.

- ¿Qué es lo que quieres? - Preguntó Kennedy.

El hombre lo atacó nuevamente, pero Leon lo esquivó.

- La muestra que Saddler desarrolló, eso es todo. - Comentó y volvió a atacar a nuestro aliado.

El agente lo impidió, ocasionando que los cuchillos chocaran entre sí y luego hizo un corte en el pecho de Krauser, rasgando parte de su remera.

- Creo que para esta pelea necesitaré unas palomitas de maíz. - Oí decir a Luis.

- Cállate, esto no es una película. - Dije.

- Mantén a Ashley fuera de esto. - Habló el rubio.

- Lo siento, la necesito para ganar la confianza de Saddler. Como tú, soy americano. - Comentó Krauser.

Pateó un barril contra Leon y este lo hizo a un lado con su brazo, el militar aprovechó la distracción para atacarlo con su cuchillo, pero Kennedy actuó rápido defendiéndose con el suyo. Ambos habían caído a otra parte y los perdimos de vista.

- Mierda. - Susurré moviéndome con fuerza.

- Oye, tranquila. - Dijo Luis.

- Tenemos que hacer algo, lo va a matar. - Comenté en desesperación.

Dirigí mi mirada hacia el cuerpo de Mazen, este no había hecho ningún movimiento. 

- ¿Sabes qué? Creo que debes relajarte, de todos modos moriremos. - Dijo Sera.

- No sé que pasa por tu cabeza pero ese norteamericano tiene mi pase de salida, así que mejor colabora.

- ¿Cómo colaboraré? Te recuerdo que estamos amarrados, lo cual es irónico después de tanto odio contra mí, a parte vuestro novio está muerto y es probable que el americano no sobreviva a ésta, así que sólo estamos nosotros dos, cariño. - Comentó el español.

- ¿De qué hablas? Para comenzar aquel pendejo no es mi novio, es un idiota egipcio que asesinó a mi tío para salvarme, y sí lo sé, es irónico todo esto pero si vuelves a decirme cariño o alguna otra cosa, juro que romperé tu... - Dije enojada hasta que fui interrumpida por el sonido de un disparo.

- Algo me dice que hubo trampa. - Musitó Luis.

Hubo unos minutos de silencio hasta que vimos a Leon dirigiéndose a nosotros con un cuchillo en su mano.

- ¿Qué decías? - Molesté a Luis. - Hey, ¡rubio! Estás vivo, ¿cómo te fue? ¿lo mataste?

- No, aún no puedo creerlo. - Habló el agente cortando la soga que nos mantenía atados a mí y al español.
- ¿Qué cosa? - Pregunté agarrando el rifle una vez libré. - ¿Qué pasó allí? ¿Conoces al Mr. Músculo?

- Más o menos. Él fue mi compañero. - Contestó.

- ¿Qué? - Se sorprendió Sera.

- Este es el fin. - Murmuré. - ¿Quién es él?

- Jack Krauser era un soldado perteneciente a la unidad SOCOM del S.O.U. de operaciones especiales. Con una historia de servicio valiente, en el año 2002 fue seleccionado por el gobierno de los Estados Unidos para que me acompañara a una misión. - Explicó Leon. - Hemos sido enviados para investigar la relación que había entre un ex investigador de Umbrella y un capo de la droga llamado Javier Hidalgo.

Abrí la mochila, guardé el arma, quité la 9 mm y la recargué, todo mientras oía al norteamericano hablar.

- Para ello tuvimos que infiltrarnos en la mansión de Javier en la pequeña localidad de Amparo, pero nos dimos cuenta que en el pueblo se había propagado el Virus - T. - Continuó hablando. - Afortunadamente hemos tenido éxito en la misión, pero Krauser había resultado herido en el brazo motivo por el cual se retiró del ejército, poco después me había enterado de su deceso, accidente aéreo.

- Pero él finalmente está vivo. - Comenté.

- Ajá. - Asintió el rubio.

- ¿Lo dejaste ir? - Cuestioné.

- No, Ada me salvó. - Respondió y yo me quedé pensando.

Parece que mi tío tenía razón después de todo. Pronto oímos a alguien quejándose de dolor, era Mazen.

- Sigue vivo. - Murmuré feliz y me acerqué a él.
Ayudé al egipcio a levantarse y lo miré sonriente.

- ¿Me perdí de algo? - Preguntó confundido.

- Pensé que estabas muerto. - Dije.

- Pues resucité. - Bromeó y yo reí levemente.

- Entonces, Mazen ¿cuántos años tienes? - Interrogó Leon mientras continuamos caminando.

- Diecisiete, señor. - Contestó. - Soy de Egipto.

- ¿Qué te trajo por aquí niño? - Preguntó Luis.

- Vacaciones.

- ¿Sabes lo que está ocurriendo aquí? - Cuestionó el rubio.

- Sí, Laura me comentó y por cierto soy voluntario en la Armada de Egipto. - Respondió Mazen.

Leon me miró sospechosamente y justo cuando iba a hablar, caímos en una trampa. Fuimos separados por unas rejas de acero, Luis y Mazen de un lado y Leon y yo del otro.

- ¡Mierda! - Exclamó el español.

- ¿Qué es esto? - Pregunté tocando la reja un poco confundida.

- Podemos manejar esto, yo me encargo, retrocede. - Dijo Mazen tomándolo con calma.

De pronto sentí un movimiento detrás mío, no era el agente porque él estaba a mi lado, me giré y Krauser apareció asestándonos unos fuertes golpes y nos echó a un lado, sentí un fuerte dolor en mi espalda.

Primeramente pensé que se me había quebrado algún hueso pero luego pude movilizarme. Me puse de pie junto al rubio y no vimos a nadie más que a Luis y Mazen del otro lado de la reja mirando preocupados.

Pero pronto ellos tuvieron problemas de su lado, fueron atacados por dos monstruos. Antes de que yo dijera alguna palabra fui interrumpida por el militar.

- Así que ahora hay algo entre ustedes dos ¿no? - Preguntó cruzándose de brazos en frente de una enorme puerta.

Yo miré confundida pero luego me acordé que se refería a la pendeja de Ada

- ¿Dónde está Ashley? - Interrogó Leon.

- ¿De verdad quieres saberlo? Está tras esa puerta. Pero necesitarás tres insignias para abrirla. - Contestó el Mr. Músculo.

- ¿Qué estás tramando Krauser? - Preguntó Kennedy un poco inquieto.

- Hay uno al norte, y el otro en el este. - Explicó el militar.

- Y déjame adivinar, tienes la última. - Interrumpí.

- Woow, chica inteligente... - Se burló. - Eso significa que ustedes dos tienen la soga al cuello. - Continuó el corpulento hombre apuntándonos con una metralleta.

- Diría que lo has planeado bastante bien. - Dijo Leon y Krauser sonrió.

Rápidamente Kennedy lanzó un objeto distrayendo a Jack, me estiró de la mano y corrimos para luego tirarnos y cubrirnos detrás de un muro ya que el hombre comenzó a dispararnos.
Kennedy me había dicho que lo ayudara, él me cubriría mientras yo recogería las dos insignias, pero no le presté mucha atención porque mi mirada se dirigió a dónde estaban el egipcio y el español.

Mazen había disparado a uno de los monstruos pero no sufrió daño alguno, aquella cosa lo atacó y el egipcio esquivó para luego romperle la mandíbula.

Luis fue atacado por otro que lo agarró del cuello pero él lo disparó en su rostro y este lo liberó, aunque su cara se regeneró. Yo miré asombrada.

¿Qué son esas cosas?

-  ¡Hey despierta! - Oí al rubio mientras me sacudió.

- Oye, está bien, está bien. Hagámoslo. - Asentí mirándolo.

Me puse las agallas y esperé a que Leon atacara a Krauser. Cuando mi compañero ya tenía su atención, decidí correr en busca de las insignias.

En el camino me encontré a unos robots pequeños que disparaban láser.

¿Qué demonios?

No tenía otra cosa más que dispararlos con mi pistola, mientras corría en busca de los objetos. Encontré uno y lo guardé, seguidamente corrí en busca del otro, pero comenzaron a aparecer más de esos robots y lanzaron pequeños explosivos.

Así que corrí, saltando muros, y trepando algunos, me sujeté por una barra y fue cuando esas cosas arrojaron sus explosivos a mi dirección, logré subir justo a tiempo, me deslicé de espalda por encima de la barra y los disparé varias veces, acabando con varios de ellos.

Cuando estaba a punto de dar en tierra, me posicioné para caer de rodillas y continué corriendo saltando por un pilar para intentar llegar a la cima de otro muro, pero no lo conseguí.

Me sujeté con todas mis fuerzas por el borde del muro, fue en ese momento dónde sus ataques rozaron mis piernas.

- ¡Aaaaahhh! - Grité en desesperación.
Usé mis pies para impulsarme por el muro y así logré subir. Quedé agotada y me tumbé sobre la superficie arenosa.

- Necesito ejercitarme más. - Murmuré agitada.

Miré a un costado algo brillaba no muy lejos de donde yo estaba tendida. Me levanté con las pocas ganas que me quedaban y suspiré.

Me acerqué a ver, era la otra insignia. Sonreí triunfante y cuando me iba a agachar para tomarla sentí un cuchillo por mi cuello.

- Eres mía. - Oí la voz de Krauser, quien me tomó de sorpresa por atrás.

- ¿Qu- qué? - Me tensé.

Traté de levantar mi mirada para verlo, pero él apretó el cuchillo a mi cuello haciéndome un corte superficial.

- ¡Laura! - Exclamó Leon llegando a donde estábamos, yo comencé a sudar de nerviosismo.

Sinceramente jamás imaginé pasar por esto.

Resident Evil: Los Iluminados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora