Por última vez, Mattie tomó a su hijo de cinco años por los pies e intentó sacarlo de la cama, pero falló en el intento y cayó al suelo. Trevor Matthews no era un niño fácil de levantar.
—Un dolar —dijo ella.
—Cinco dolares —respondió él.
—Seis si cuidas de tu hermana hoy.
—Hecho.
El niño de cinco años se sacó las mantas de encima y salió de la habitación con una sonrisa, solo para después volver y decir:
—Aurore es más ruda que yo.
Mattie sonrió cuando su hijo se fue mientras pensaba "si tan solo supiera que esos seis dolares jamás llegarán" pues Trevor solía olvidar las cosas con gran facilidad. Ser mamá era un trabajo de amor, cuidado y vil engaño.
—¡MATTIE, EL DESAYUNO!
Ella rodó los ojos ¿qué tan difícil era servir cereales a una niña de cinco años?
Bajó las escaleras y se encontró con Aurore de brazos cruzados mientras miraba el tazón de cereales con disgusto. Ella suspiró y empujó a Reece para ponerse en frente del tazón.
—Aurore come froot loops, los trix son de Trevor y Aurore come cereales con leche, el yogurt es para Trevor —explicó ella poniendo el tazón frente a su hijo que acaba de llegar— idiota.
Reece besó la mejilla de su chica antes de servirse un café. Se sentó en frente de Trevor y comenzó a comer mientras Mattie preparaba sandwiches para todos. En casa, Mattie se encargaba de la comida y Reece del aseo.
—¿Emocionados por el primer día? —preguntó.
—La escuela apesta —dijo Trevor.
—¿Cómo lo sabes? Ni siquiera has ido, idiota.
—Aurore —la regañó Reece.
—Mamá siempre lo dice.
—Mamá tiene treinta —le recordó.
—¿Qué importa? —preguntó Mattie— mi mamá nunca me dejó insultar cuando era pequeña.
—¿Entonces puedo insultar? —preguntó Aurore.
Mattie sonrió y se apoyó en la barra de la cocina.
—Enséñame.
Aurore sonrió —Son todos unos hijos de...
—No.
La niña rodó los ojos, terminó su cereal y subió las escaleras a buscar su mochila. Reece sonrió y después miró a su otro hijo, que ha diferencia de la primera, no se veia tan entusiasmado.
—¿Qué pasa?
—No quiero ir a la escuela.
—¿Por qué?
—Porque mamá no estará ahí.
Mattie rió.
—Cuando tenía tu edad, lo más emocionante de ir a la escuela era separarme de mamá y su sobreprotección. Harás amigos y verás que en cosa de minutos te olvidarás de mi.
—¿Pero y si me caigo?
—Te levantas.
—¿Y si me golpean?
—Los golpeas.
—Mattie —protestó Reece.
—Lo solucionas hablando pero si el chico insiste le das una golpiza.
—Mejor, no excelente pero mejor —dijo Reece abrazándola.
—Me puedo perder.
—Siempre nos volverás a encontrar.
"Por algo te pusimos un gps en la cabeza cuando naciste" pensó Mattie. El niño abrazó a su mamá y luego subió las escaleras.
—Eres una excelente madre.
—No tendremos otro.
—Diablos.
Mattie sonrió y se volteó para ver a Reece a los ojos. Él había cambiado un poco desde que eran dos adolescentes hablando por teléfono pero seguía teniendo esos mismos ojos azules que tanto le gustaron la primera vez que los vió.
—Estoy enamorado de ti —dijo Reece.
—¿Desde cuándo?
—Los doce años —admitió con una sonrisa.
—Estoy enamorada de ti.
—¿Desde cuándo? —él levantó ambas cejas.
—Desde que tomaste el valor de hacer negocios con mi mejor amiga para quitarle su teléfono y tenderme una trampa para ligar.
—¿Crees que fue una mala decisión?
—Fue la mejor decisión de todas.
[...]
TERMINÓ, TERMINÓ, TERMINÓ.
casi.
¿Qué les pareció la historia? ¿Cuál fue su capitulo favorito? ¿La recomendarían? Si es así ¿por qué? Y si no, por qué también.
Ahora, si quieren seguir leyendo cosas de este tipo, puedes pasarte por la secuela de Mattie, contesta el teléfono: Love, L. Te dejamos la sinopsis.
Lisa es una amante de la escritura, pero sin duda, debió pensarlo mejor antes de escribirle una carta de amor a su crush. Porque a la mañana siguiente, cuando la carta amanece publicada en cada rincón de la escuela y Trevor Matthews busca desesperadamente a la autora, ella deberá hacer todo lo posible para mantener su secreto a salvo.
PRONTO EN NUESTRAS HISTORIAS.
cuando tengamos portada la subimos❤️
ESTÁS LEYENDO
Mattie, contesta el teléfono.
Short Story"Harmony, necesito que me traigas toallas femeninas al baño de chicas." "Presiento que te has equivocado de número, sunshine." Y así fue como un completo extraño se enteró de mi periodo menstrual. Todos los derechos reservados.