El fin de semana había transcurrido muy rápido para Genaro y Laila, por lo que el domingo a la noche volvieron a la Finca. Todo seria diferente desde ese momento, ya que Genaro estaba decidido a darle a Laila el lugar que se merecía como su mujer.
Su cuarto ya no seria solitario, su cama no estaría fría. Su hija, tendría una figura materna de la cual carecía hace cinco años y la necesitaba, ya que Greta se estaba convirtiendo en una jovencita y él se sentía reacio a hablar de cualquier tema femenino.
Durante todo el mes, en La finca se organizó la fiesta del vino. Dicha celebración era una festividad que se realizaba todos los años en la que estaba invitada todo el pueblo y alrededores para celebrar la cosecha, el fruto y el esfuerzo que los viñateros llevan a cabo en las viñas, soportando inclemencias climáticas y diversos factores a lo largo de un año, como así también el de los especialistas que contribuyen en el proceso de fabricación.
Laila, aunque no sabia mucho del tema al principio, a medida que fue pasando el tiempo comenzó a familiarizarse con todo. Greta nunca había puesto interés en esa festividad, pero ese año había cambiado su forma de ver las cosas, y al compartir mucho tiempo con Laila termino ayudando con mucho gusto para aquella celebración.
Mateo, quien solo trabaja en los establos encargándose de los caballos y algunas otras tareas que nada tenia que ver con el viñedo, para la organización de la fiesta del vino era mas que solicitado y por tal motivo, entre Greta y él se instalo una gran distancia. Ella buscaba excusas para llegar a él, pero Mateo simplemente la ignoraba o la rechazaba. Tenía muy clara su posición y debía mantener distancia por respeto hacia ella y a su padre, quien había sido una persona generosa con él y definitivamente se sentía un traidor por desear a su hija.
-Muy bien Mateo, no estaré siempre detrás de ti rogando que al menos me veas o me sonrías... No eres el único hombre y soy lo bastante joven como para perder el tiempo con un cobarde como tú.- Soltó Greta evidentemente disgustada por el constante rechazo por parte de Mateo.
- Haz lo que quieras niña, déjame trabajar tranquilo. No estoy para consentir tus caprichos.-
-Tu no eres un capricho, idiota...- Dijo Greta y se retiro a paso rápido.
-Hay querido... Cualquiera que los viera se daría cuenta que se quieren mas de lo que parece. Greta ya dejo de ser una niña en el momento que comenzaste a gustarle, pero dale tiempo. Quizá eso la ayude a entender que el amor no es tan fácil como parece.- Lo sorprendió Amalia, quien al igual que Laila, sabia de los sentimientos de la muchacha por él.
Todo en la Finca estaba preparado, la fiesta del vino comenzaba a la mañana con un desayuno al estilo campestre. Toda persona podía traer comidas o bebidas para compartir con las cientos de personas que llegaban a La Finca. Habían juegos para niños, música que invitaba a bailar y los que querían recorrer el viñedo, eran libres de hacerlo.
Antes del mediodía se hizo la bendición del vino, llevado a cabo por el sacerdote local. Agradeciendo la cosecha, el trabajo y la producción. Luego de esto, se sirvieron diversos platos de comidas típicas acompañados por el vino que se fabricaba en el viñedo para almorzar. Y a la tarde, comenzaron los juegos de destreza criolla ylas carreras de caballos.
Mientras se realizaban las carreras de caballos, Laila se tomo un momento para ir a su habitación para retocar su maquillaje y acomodar su peinado, aunque Genaro quiso acompañarla ella se negó asegurando que no tardaría mucho. Camino distraídamente en dirección a la casa, pero de golpe la presencia de Lázaro la sorprendió.
-Así que aquí te escondías mi bella flor.- Dijo el hombre arrastrando las palabras, signo de que había bebido demasiado. La tomo fuertemente del brazo tapándole la boca y la llevo arrastrando hacia el viñedo.- Sabes cuales eran mis intenciones?- Soltó con una sonrisa.- Eliminarte de la faz de la tierra, pero mientras mas te veía, mas me gustabas. Te has convertido en una hermosa mujer, y quiero que seas mía.-
Laila no podía siquiera gritar, la fuerte mano de Lázaro cubría su boca mientras que los nervios y el miedo, habían poseído todo su ser. Trato de forcejear para soltarse, pero era casi imposible. Caminaron así hasta el medio del viñedo donde a lo lejos se podía oír el sonido de la música y las estruendosas risas de la gente que festejaba en la Finca. Lázaro tiró a Laila al suelo, sosteniendo sus brazos por arriba de su cabeza para poder besarla. Al sentir el aliento y la humedad de su lengua en su cuello tomo la fuerza suficiente para gritar.
-Grita todo lo que quieras mi florecita, nadie te escuchará.- Soltó Lázaro entre risas.
Laila siguió forcejeando, pero la fuerza de aquel hombre duplicaba la suya. Sintió asco y ganas de morir antes de ser abusada por ese odioso ser humano. Sus gritos comenzaron a cesar y sus fuerzas comenzaron a debilitarse, las lagrimas habían empañado su visión y resignada solo se tomo unos segundos para pedirle a dios que se apiadara de ella.
************************************************
HOLA A TODOS MI QUERIDOS LECTORES... Nuevamente les dejo doble capitulo para compensar la ausencia, quedan pocos capítulos así que a disfrutarlos. Gracias inmensamente a los lectores nuevos y a los fieles, una de ellas mi querida Zu!!! este capitulo es para vos... te re kierooo lok.
Muchas gracias x tanto apoyo como siempre. Besotes y abrazos!!!
ESTÁS LEYENDO
La Finca "Huyendo hacia ti"
Short StoryLaila llega a una finca, escapando del asesino de su padre. Allí se esconde ideando un plan para vengar su muerte. Pero el tiempo en aquella finca, escondida de todo el mundo, le dará una bella amistad con la hija del dueño, al cual, evitan decirle...