Mateo no podia disimular el temor que sentia por lo ocurrido. Lazaro ya no seria una amenaza para Laila, pero la situacion iba de mal en peor. Si la policia se enteraba de lo ocurrido, Greta estaria en un terrible problema, la muchacha se mostraba un poco nerviosa pero no habia miedo ni lamento en sus ojos, mientras ella guardaba algunas prendas y objetos en un bolso, solo miraba de reojo a Mateo, quien se encontraba en la puerta observandola sin perder el mas minimo detalle.
-No se lo que estes pensando de mi Mateo y me importa un comino. No iba a permitir que ese bastardo se saliera con la suya.- Dijo con seriedad, realmente no parecia una niña de casi catorce años.
<En que momento habia madurado?> Penso Mateo sin mover un musculo.
-Yo adoro a Laila, gracias a ella mi padre volvió a ser la persona que era antes. No recordaba su hermosa sonrisa hasta que Laila llego a nuestras vidas, jamas voy a permitir que le hagan daño a las personas que mas amo. Y eso también te incluye.- Solto Greta acercándose a él.- Piensa de mi lo que quieras, pero cuando estoy segura de algo no me arrepiento.-
-No te hagas la fuerte Greta, sabes lo mal que esta todo esto? Todo, absolutamente todo caerá en tu padre.- Dijo Mateo tomando a Greta entre sus brazos y dejando un beso en su cabeza.- Pero no voy a permitir que nada les suceda a ninguno de ustedes. Sabes que te amo cierto? y jamas permitiré que sufras.-
-No sabia que me amabas... Nunca lo mencionaste.-
-Es demasiado obvio, y por eso no voy a permitir que te pase nada. Confias en mi?- Pregunto sosteniendo su mirada mientras Greta asentía con la cabeza para luego abrazarse a su cuello.
- Yo tambien te amo...- Susurro Greta en su oído mientras recibía un abrazo por parte de Mateo.
Las palabras estaban de mas, el lazo entre Greta y Mateo era mas fuerte que nunca. El miedo de enamorarse cada vez mas, se estaba desvaneciendo de a poco.
Mientras Laila preparaba algunas cosas personales entre lagrimas que no cesaban de caer por sus mejillas, penso en todos los problemas que le hubiese ahorrado a la familia de Genaro si solo se hubiese dejado matar por Lazaro. El dia que la policia viniera por ella siempre estuvo presente en su mente, era solo cuestión de esperar, pero no contaba con que Greta cometiera aquella locura. No podia seguir escapando, no podia dejar que Genaro siguiera librándola de sus problemas. Se arrodillo al costado de la cama, agotada y dolorida, deshaciéndose en llanto sintiéndose débil y vulnerable. Unos golpes en la puerta logro que Laila se pusiera en pie para abrir la puerta.
-Estas lista? Solo faltas tu pequeña.- Pregunto Amalia cuando entro al cuarto.- Hay que darse prisa.-
-Genaro aún no ha llegado? Quiero verlo antes.- Dijo Laila, pero Amalia solo negó con la cabeza.
-Quien sabe que estarán haciendo, es mejor que nos vayamos niña.- Dijo la señora con una dulce sonrisa.- Todo saldrá bien.-
El viaje a la ciudad fue incómodo y silencioso, por lo que Genaro le dejó entendido a Mateo fue que Laila y Greta esperaran en aquella casa donde tan felices habían sido. Cuando llegaron solo se sentaron a esperar y como Genaro había pedido, Mateo llamó al médico de la familia quien había tardado menos de una hora en llegar. Luego de revisar a las dos, tomó asiento mientras le hacía algunas preguntas a Greta, quien conocía al médico de toda la vida, confiaba en él y por tal motivo se abrió con sinceridad para contarle con detalle todo lo referido a Laila hasta llegar al momento de matar a Lazaro.
Aquel hombre entrado en años, creyó cada palabra porque conocía muy bien a Greta. Dudo un instante de Laila, pero si había algo que la niña tenia razón, era en el cambio de vida de aquella pequeña familia. Él, quien había estado a su lado, tratándola junto con un terapeuta para superar la muerte de su madre. Sabía lo que padre e hija habían sufrido por aquella perdida.
En el viñedo, la fiesta había llegado a su fin minutos después de que el rumor de un asesinato comenzara a esparcirse. Nadie sabia quien era el asesino, la victima , como ocurrió ni porque. Y todo mundo en La Finca cerró la boca para no perjudicar a la familia.
Los obreros insistieron a Genaro de no hacerse cargo del asesinato pero no hubo forma. La policía estaba en camino y nadie pudo convencerlo de que no se declarara culpable.
Su abogado había llegado antes que la policía, al principio había dudado en decirle la verdad, pero no pudo. El abogado era un amigo de la familia de hace muchos años y no podía engañarlo.
-Estas demente si piensas culparte de todo.- Dijo el abogado.
-Es la única forma de que Greta y Laila queden libres de culpa.- Respondió Genaro nervioso.
-Hay maneras de librar a tu familia de todo este embrollo y una de ellas es no embarrando mas el caso con mentiras. Si se enteran que has mentido será mucho peor.-
Un golpe en la puerta los saco de aquel momento, la policía entro a montones armados directamente a detener a Genaro.
-Genaro, no cometas una locura.-Le dijo el abogado mientras se lo llevaban, pero los policías lo callaron con un gesto de mano.
-Tiene derecho a guardar silencio.-Fue la respuesta del policía. Y sin perder tiempo se lo llevaron.
El caso fue nombrado como un crimen pasional dudoso, la declaración de Genaro incluía aquel día de la muerte del padre de Laila. Según su declaración, había matado a Lazaro por vengar la muerte de su difunto suegro, ya que aseguraba que Lázaro lo había asesinado y había intentado abusar de Laila para luego matarla.
Rápidamente las hipótesis y los comentarios comenzaron a distorsionar el caso y eso complicaba aún mas la inocencia de Genaro. Lo único que por el momento había podido arreglar su abogado, era pagar una buena suma de dinero para que no lo trasladaran a un penal fuera de la ciudad, por lo tanto, Genaro estaba preso en la comisaria del pueblo, hasta el día del juicio. Mientras tanto Laila y Greta continuaron viviendo en la ciudad, y las visitas a Genaro se habían reducido dolorosamente a unas dos horas por semana.
Cada vez se hacía mas difícil para los tres aceptar la decisión de Genaro de declararse culpable, pero solo debían esperar un juicio que se estaba haciendo desesperadamente largo. Cuanto tiempo mas debía esperar a que Dios y la justicia estuvieran de su lado? Cada día que pasaba costaba aún mas aceptar que el tiempo se convertía en un enemigo y que en ese juicio se podía esperar cualquier cosa.
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Holaaa...Gracias a todos los que siguieron esta historia la cual llega a su fin hoy mismo... Lamento tardar en actualizar y como compensación les dejo una maratón de capítulos finales y Epílogo. Disfruten cada uno de ellos y espero sus votos y comentarios.
Capitulo dedicado a mi querida @VirgiSierra gracias x regalarme tus comentarios, el animo q me das en cada uno es muy valioso para mi!!! sos una genia... Besos y abrazos de oso!!!
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La Finca "Huyendo hacia ti"
ContoLaila llega a una finca, escapando del asesino de su padre. Allí se esconde ideando un plan para vengar su muerte. Pero el tiempo en aquella finca, escondida de todo el mundo, le dará una bella amistad con la hija del dueño, al cual, evitan decirle...