Friends or Foe

Friends or Foe.

Soy un tipo de muchas facetas. Oh no, pero no se equivoquen, porque serlo no me hace una persona hipócrita sino un tipo con mucha imaginación. Uno con la capacidad de desnudar cada una de tus fantasías y hacerte venir hasta seis veces al día. ¿Qué? ¿Por qué te sonrojas? Ah, tan linda. Si solo supieras, que así justo como estas ahora, con tus mejillas color carmín y tus labios temblorosos fue como encontré aquel manjar escondido entre capas de ternura y mucho aburrimiento.

Ese diablo vestido de ángel.

¿Qué? ¿Aún no sabes de quien estoy hablando? Ese chiquillo con ojos en forma de gota que por decisión impropia tuvo que casarse con uno de mis amigos no tan cercanos, lo conocí hace años y con el tiempo fuimos formando una barrera impenetrable que el bobo de su marido no era capaz de ver. Porque claro, para el mundo, él y yo...solo somos amigos.

Friends or Foe.

Buttler&Kim Condo.

Su marido, aquel hombre alto de ascendencia proveniente de Singapur que sin embargo se crio en estados unidos, con aquel porte de modelo con su cabello negro y su cuerpo casi tallado por los mismos dioses no hacía más que trabajar, y esta no era la excepción a otra noche llena de soledad.

-¿En serio debes salir de viaje justo ahora?- Junsu ayudaba a empacar otro par de ropa interior dentro de la maleta mientras su esposo sale del armario con otro porta trajes, sacudiendo el polvo inexistente en él.

-Si cariño, de verdad lo siento pero ya sabes cómo es esto.- Da un pequeño beso cuando pasa a su lado dejando el traje sobre la cama y viendo a su esposo suspirar.- Lo lamento en serio~.- Lo toma de las caderas dejando que su esposo enrolle sus manos detrás de su cuello.- Sé que no hemos pasado mucho tiempo últimamente...

-Querrás decir, desde que nos casamos...-Pensó Junsu.- Tranquilo amor, yo entiendo...además estas muy cerca de tu ascenso así que no te detendré, no te preocupes por mi...estaré bien.- Una sonrisa algo chueca que Ross ni siquiera llego a notar, solo se dejó llevar un poco y acaricio un poco más arriba los costados de la cintura de su esposo mientras su lengua entraba en la cavidad ajena para practicar un poco todo aquello que se ha estado aguantando hacerle a su esposo.

-Cuando vuelva...- Jadea mientras le sigue besando.- Te prometo que no saldrás de la cama...- Junsu jadeo un poco tras aquel apretón sobre sus glúteos.- te lo aseguro...- Junsu se separó un poco sonriendo.

-Eso...- Se terminó de apartar.- Tendrás que demostrármelo.- Termino de sonreír y volteo su cuerpo cambiando radicalmente su expresión borrando su sonrisa y terminando de cerrar la maleta.- ¡Bien! Parece que estás listo~ date prisa, no quiero que pierdas tu avión... - Ambos salen hasta la estancia donde un señor de más de cuarenta toma su maleta y va saliendo del condominio, Junsu le acompaña hasta la puerta viendo por última vez la sonrisa de su esposo.- Que tengas buen viaje cielo..

-Gracias nene, te llamare al salir ¿sí?- Un último beso y tras una sonrisa Junsu cierra la puerta dejando a su esposo tomar el elevador hasta el estacionamiento.

Suspira.

Su teléfono vibra en su bolsillo y chequea el nuevo mensaje en su entrada.- Baby, te voy a buscar a las 12...

Y ya, nada más. Esa era la señal que estaba esperando desde esa mañana, como todas sus mañanas desde hace unos cuatro meses. Desde la última vez que su marido le dejo para viajar a una conferencia en Tailandia.