Capítulo 5.

46 6 2
                                    

Los días iban pasando y mi estado iba empeorando por momentos. Necesitaba aire, porque sino me daría un paro cardiaco de un momento a otro.

Mi madre intentaba tranquilizarme, pero se me hacía imposible parar de llorar. Necesitaba tenerle.

-Mia tranquila. Intenta cálmate, por favor. -Mi madre me tocaba con dulzura la cabeza mientras me abrazaba con fuerza para que dejara de temblar. Era muy reconfortante, pero aún así, no podía parar de recordar a Henry.

-No puedo mamá. -Me quedo con las manos en la cara para intentar que mi llanto cesase. -Es horrible tener lejos a alguien cuando más necesitas que esté a tu lado para intentar apoyarte. Le amo mamá, y saber que nunca podré estar con él me está destruyendo interiormente.

-Te entiendo hija. -Hace una pausa para proseguir mas adelante. -¿Sabes una cosa? Yo cuando era pequeña, con tu edad más o menos, conocí a un chico. -La miré. -Este era muy atento conmigo y siempre me ayudaba y apoyaba en los malos y buenos momentos. Siempre conseguía sacarme una sonrisa cuando más la necesitaba. ¿Pero sabes qué? Nunca imaginé que me pudiera enamorar de mi mejor amigo. Era muy feliz a su lado, nos pasábamos las horas muertas hablando de cosas sin sentido o todas las tardes planeando que bromas telefónicas hacer. -La notaba melancólica al recordar aquellos momentos. -Pero un día,cuando menos lo esperaba,me separaron de él. Me pasaba las horas llorando como tú, por querer estar con él, pero me cansé de llorar y me escapé de casa para irle a buscar. Al fin le encontré y no nos volvimos a separar. Y aunque lo creas o no, aún le sigo queriendo.

-¿Qué ocurrió? -Pregunté interesada.

-Conocí a tu padre y empezamos a salir juntos. Él no me dejaba salir con aquel chico y poco a poco él me volvió a separar de él. -Un suspiro salió de su garganta, y eso me hizo pensar que mamá no quería estar con papá, pero él la obligó.

-Mamá, ¿tú crees que debería ir a buscarle?

-Si tanto le quieres, no dejes que nadie te separe de él. Eso sí, aunque estéis separados por kilómetros, nada podrá romper el amor que sentís mútuamente.

-Muchas gracias mamá. -La abracé con todas mis fuerzas y después de que ella se marchara, me senté en mi escritorio a escribir.

Hasta que planificase mi huída,tenía que expresarme de alguna forma, por eso decidí escribir todo lo que ocurría y sentía por Henry. Se que él no llegará a leer aquellos escritos, pero era la única forma que tenía para sentirme mejor.

[. . .]

Las semanas pasaban y mi plan de huída iba mejorando por momentos. Tenía el apoyo de mi madre y de mi hermana Seira. Pero sería complicado distraer a mi padre. Ultimamente estaba más atento de mí, pero creo que no sospechaba nada.

-Mia, ¿estás preparada? -Me pregunta mi hermana mientras que estabamos sentadas en mi cama, esperando a que mamá entrara.

-Llevo mucho tiempo estándolo.

Se ríe, y asiente como si me entendiera.

-Está bien. -Me dice. -Pero ten cuidado ¿vale? No te vayas con extraños ni te metas en senderos oscuros.

-Sí "mamá". -Recalqué la palabra mamá haciendo comillas con los dedos mientras negaba con la cabeza.

Comenzamos a reir y cuando mi madre me dió la señal de que mi padre estaba durmiendo, me acerqué a la ventana de mi habitación y después de despedirme de mi madre y mi hermana pequeña bajé con cuidado, y cuando al fin toqué el suelo, salí corriendo en busca de mi amor perdido.

Momentos del presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora