Capítulo 42.

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Cruzaron las rejas del enorme y negro palacio, y lo primero que vieron fue el jardín más extraño que habían visto en su vida. Setas multicolores, arbustos venenosos y raras plantas luminosas que crecían sin luz. En lugar de flores había piedras preciosas, pilas de rubíes tan grandes como un puño de los chicos, macizos de diamantes en bruto, esmeraldas, ámbares, zafiros, y un sinfín de piedras preciosas; también habían estatuas de lo que parecía ser granito o quizás mármol de niños, sátiros y centauros, todos esbozando sonrisas grotescas. En el centro del jardín había un huerto de granados, cuyas flores naranja neón brillaban en la oscuridad.
- Éste es el jardín de Perséfone -explicó  Luna – vamos continuamos.
El aroma ácido de aquellas granadas era casi embriagador y todos sintieron un enorme y repentino deseo de comérmelas.
- Recuerden la historia de Perséfone: un bocado de la comida del inframundo y jamás podríamos marcharnos. – dijo Hermione
Y en ese momento Theo le dio un gran empujón a Blaise para evitar que agarrara la granada más grande.
Subieron por la escalera hacia el palacio, entre columnas negras y a través de un pórtico de mármol negro hasta que estuvieron dentro del palacio de Hades. El vestíbulo tenía el suelo de bronce pulido, que parecía hervir a la luz reflejada de las antorchas. No había techo, sólo el de la caverna, muy por encima del palacio.
- Supongo que aquí abajo no les preocupa la lluvia. – comento Theo, ganándose unas risas por parte de sus acompañantes.
El palacio tenia infinidades de puertas y cada una estaba vigilada por un esqueleto con vestimenta militar, armaduras griegas; casacas rojas británicas; camuflaje de marines, etc. Además iban armados hasta los dientes.
Ninguno los molestó, pero sus cuencas vacías los siguieron mientras recorrían el vestíbulo hasta las enormes puertas que había en el otro extremo.
Los dos esqueletos con uniforme de marine que custodiaban las puertas les sonrieron y abrieron las puertas  para ellos.
- Apuesto lo que sea a que Hades no tiene problemas con los vendedores puerta a puerta – murmuro Harry a Draco quien era el más próximo, y este solo sacudió la cabeza evitando la risa.
La habitación era un respiro, el piso era de mármol blanco y un enorme trono ocupaba la mitad de la estancia, el trono de Hades era lo más hermoso que habían visto en su vida, era negro pero tenía piedras preciosas y espadas de lo que parecía ser oro, broce, y plata que lo adoraban a su lado había otro trono más pequeño que tenia forma de flor negra adornada en oro, ese era el trono de Perséfone ambos tronos aun vacios irradiaban una sensación de poder.  
Ellos caminaron un poco observando la habitación, y en ese momento dos enormes perros con la cara chata y enormes colmillos descendieron por ambos costados del salón.
- ¡Qué demonios! – grito Draco levantando rápidamente su escudo en el que ambos perros se dieron de bruces sin embargo eso no impidió que siguieran atacando el escudo
- ¿Qué son esas cosas? – pregunto Harry
- Spike, Rex – grito una mujer entrado a la habitación y ambos perros soltaron un último gruñido y simplemente salieron con la cabeza gacha y la cola entre las piernas - baja tu escudo hijo de Ares. – dijo y Draco se sorprendió y miro a Hermione quien asintió con la cabeza y él bajo el escudo.
- ¿Qué son esas cosas? – pregunto Harry
- Sabuesos del infierno – sonrió la mujer
- quizás deberías alimentarlos – soltó Blaise y la mujer sonrió,
-detectan la presencia de los vivos, no hay muchos por aquí – sonrió – mmmm nunca he tenido un mago – se acerco a Blaise  y le paso la mano por la solapa de la chaqueta que el chico cargaba este la aparto casi que con un manotón– de visita por aquí… - un grito la interrumpió
- ¡Perséfone! ¿Por qué tardas tanto? ¡No me ignores…!
- ¡oh que! – Grito la mujer de regreso - ¡ya estoy en el infierno! – Problemas de pareja – sonrió hacia los chicos, Perséfone era una mujer hermosa, el cabello largo casi rubio y piel ligeramente bronceada, alta hermosas curvas y de ojos oscuros, todo en ella irradiaba luz, algo bastante contrastante con el entorno en el que estaba, ella llevaba un lindo vestido negro y zapatos altos y todo en ella transmitía confianza. 

 

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"El destino de la Elegida y Sus Guardianes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora