Christian Bieber

Capitulo 14

-Concédeme este invierno para abrazarte

-Estamos en verano

-¡¿Por qué siempre tienes que arruinar toda situación romántica entre nosotros Christian?!

-Lo siento, pero no es invierno

-Da igual, estamos en Canadá aquí siempre hace frio

-No, no siempre

-Sé que no siempre, pero aquí el verano es más frio que un verano en cualquier país

-No, no es cierto, si lo comparamos con Alaska vemos la diferencia –ella me quedo mirandome algo molesta-, ¿Qué?, es la verdad

-A veces quisiera ponerte una cinta en la boca

-Eso sería algo agresivo de tu parte

-Lo sé –me sonrió-, pero te haría callar la boca

-Si me callas no podrías ver lo romántico que soy

-No eres romántico Christian

-Si lo soy, si no lo fuera no creo que estuviese conmigo

-Eres bueno en el sexo –dijo riendo-

-¿Intentas aprovecharte de mí?

-Si

-¿Cómo cabe tanta ternura y perversión en una sola mente?

-¿Piensas que soy tierna? –Y de nuevo esa sonrisa perversa salió de su boca-

-No, con esa sonrisa ya no –nos reímos un poco y ella apoyo su cabeza en mi hombro soltando un pequeño suspiro-

Hace tres semanas habíamos salido de vacaciones, los dos nos decidimos visitar a nuestras familias en Canadá y quedarnos en nuestras casas a descansar todas las vacaciones, pero era nuestro primer verano juntos y quería hacer algo especial, algo para nosotros dos.

-¿Conoces Nunavut?

-¿Ah?

-Nunavut es uno de los tres territorios que, junto con las diez provincias, conforman las trece entidades federales de Canadá

- Se lo que es Nunavut soy de Canadá igual que tu Christian te lo recuerdo, me refiero es... ¿por que preguntas?

-Ya que estamos en Canadá, estamos más cerca y que nuestras vacaciones se acaban pensé en ir antes de entrar a clases

-¿Y cuándo nos vamos?

-Ahora, dentro de quince minutos –ella me miro sorprendida-, mi papá me presto su avión y el piloto nos llevara

-¿Y qué pasa si yo no quiero ir?

-Oh claro que quieres ir, tus maletas están listas ya asi que no te preocupes

-¿Qué?

-Sí, vamos amor –me levante de aquella banca-

-Espérate Christian –tomo mi mano-

-¿Es en serio?

-Si, quiero tener un verano especial contigo

-Nuestros veranos juntos siempre fueron especiales

-Lo sé, pero este va a ser más especial

-¿Cuándo pensabas decírmelo? –Pregunto mientras caminábamos al auto-

-Pues ahora, ya te lo estoy diciendo

-¡¿Ahora pensabas decírmelo Christian?!

-Sí, ¿Qué tiene?