Christian Bieber

Capítulo 37

-¿En serio te llego la invitación? –Escuche a Anderson preguntarme por quinta vez en el día-

-Si

-No me hables asi –me dijo al ver que le conteste de mala gana-, pero es que es increíble, digo yo sé que lo de ustedes no fue nada en sí, pero mandarte la invitación de su boda, eso es cruel amigo

-Lo sé, ella quiere acabar conmigo

-Estas consiente que se casa en dos días

-Si

-¿Qué piensas hacer?

-Me voy a suicidar –le dije riendo-

-La solución a las cosas no es el suicidio

-Cállate

-No me mandes a callar

-No dices nada bueno asi que es mejor que te calles –le dije riendo-

-Me parece increíble que puedas resolver el teorema de Fermat que es una de las ecuaciones más difíciles de la historia y no puedas resolver los problemas de tu corazón

-Las matemáticas tienen solución, las estupideces del corazón no –el paso su mano por su cara frustrado-

-Apropósito, ¿Qué hacemos aquí? –Pregunto al ver que entre a las oficinas académicas de la universidad-

-Vine a ver mis notas

-Christian Bieber viendo sus notas –me miro impresionado-, Christian Bieber tiene miedo de perder alguna materia, wow, eso es increíble

-No voy a perder nada, solo quiero vigilar de no sacar un siete punto cinco de nuevo

-Un siete es algo bueno Bieber

-No, un siete es mediocridad en todo su punto

-Entonces eres un mediocre –me dijo riéndose mientras yo lo miraba mal- últimamente no eres tan increíble como antes –me dijo riéndose-

-Cállate –camine hacia la recepcionista-, buenos días, quiero solicitar mis notas

-¿Nombre?

-Christian Drew Bieber Wells

-Un momento por favor –la señorita se levantó a la sala de archivos-

-Tu nombre es feo –solté un suspiro-, no es un nombre de un genio, es nombre de alguien mediocre que saca un siete punto cinco, es nombre de alguien tan estúpido que se enamora de su doctora que además está comprometida –voltee a verlo serio-, es nombre de una persona de la cual todos en la universidad se enteran de su vida sexual y no por algo bueno, si no porque el director le hace una amonestación, si, es el nombre de un mediocre

-Eres un imbécil

-Exacto, eres tan mediocre que no puedes conseguir buenos amigos –me dijo mientras reíamos los dos-

-Callate

-¿Disculpen?

Escuchamos la vos de un hombre atrás nuestro, volteamos y me sorprendió al verlo ahí, era Owen y con el llevaba unas rosas en sus manos.

-¿Qué necesita? –Le pregunto Anderson-

-Me dijeron que aquí puedo recibir información acerca de la profesora Audrey –me voltee colocando los codos en el mostrador de la recepcionista mirando fijo al escritorio, Anderson al ver mi reacción se puso incomodo-

-¿Quién lo busca? –se atrevió a preguntar el a ver mi reacción-

-Soy Owen, su prometido

-Ohh –Anderson se quedó callado sin saber que decir-

-Ella está en clase ahora –conteste volteándome para verlo-, la puede esperar aquí, creo que solo le falta unos cuantos minutos

-Gracias –me respondió el mirándome raro-, ¿te conozco? –"sí, soy la persona que se acuesta con tu futura esposa", pensé-

-Sí, nos conocimos en el hospital, la doctora Audrey me estaba atendiendo y usted llego

-Oh si es cierto, ¿también eres su alumno?

-Si –le dije sonriéndole a medias-

-No sabía que la profesora Audrey se iba a casar –le dijo Anderson haciéndose el desentendido-

-Sí, estamos comprometidos hace mucho, pero como me tengo que ir de nuevo al ejército decidimos que era mejor casarnos ahora

-¿Pero no son muy jóvenes?

-Pues si –dijo riéndose-, pero la vida es corta y ella me hace feliz, asi que supongo que es la decisión correcta

-¿Supones? –pregunte serio-

-Yo...

-¿Owen? –Escuchamos la voz de Audrey entrando a la pequeña sala de recepción-, ¿Qué haces aquí?

-La organizadora de la boda nos quiere para hacer el último ensayo, decidí venirte a buscar y traerte estas rosas

-Audrey es alérgica a las rosas –dije casi en automático, Audrey hace mucho me había dicho eso asi que eso salió de mi boca sin pensarlo, Owen me miro serio-

-¿Eres alérgica a las rosa? –le pregunto a ella, Audrey me miro algo incomoda y luego lo mire a el-

-Sí, si soy alérgica a las rosas

-¿Por qué él sabe que eres alérgica a las rosa? –pregunto algo serio o celoso, la verdad no lo conocía bien para saberlo a ciencia cierta-

-¿Señor Bieber? –la recepcionista atrás mío me llamo y fui hacia ella-

Atrás mío escuche como parecían discutir un poco no preste atención, cuando la señorita me entrego el papel voltee pero ya no estaba ninguno de los dos.

-¿Christian? –pregunto Anderson al lado mío viendo como me quede viendo la puerta-

-Debo hacer algo –dije saliendo-

-¡Usa protección! –grito mientras yo salía corriendo-

-¡Cállate! –Le grite de vuelta y solo escuche su carcajada-

Sali corriendo hasta el estacionamientos y tome mi auto, busque por el recinto para ver si aún no se había ido hasta que por fin la vi caminando con el hacía la vía principal mientras los esperaba un taxi más adelante.

Frene al lado de ellos.

-¡Audrey! –grite al salir del auto y los dos me miraron extraño-

-¿Qué paso?

-Debo hacer esto –dije mientras caminaba hacia ella y la metía en mi auto casi empujándola-

-¡¿Pero qué mierda te pasa?! –escuche el grito de Owen pero corrí de nuevo y entre en el auto-

-¿Qué haces Christian? -pregunto Audrey asustada-

Metí las llaves en el auto y arranque a toda velocidad metiéndome en la autopista en seguida, solté un suspiro y la mire.

-¿Qué haces? –pregunto-

-Estoy impidiendo una boda mi amor

Sujeto mi mano mientras sonreía, lleve su mano hasta mi boca y la bese.

Y entonces... Acelere.

¿Logra o no logra impedir la boda?

¿Que crees?