Sigo en mi cama, mirando el techo, sin poder pegar ojo, pensando en las últimas palabras que me dijo Alex antes de meterme en casa y que me dejaron petrificada en la entrada, pero que obviamente no respondí. No sé por qué sigo dándole vueltas a ello. Ni que fuera tan importante, como para no dormir. ¿Qué te pasa Nuria? Reacciona.
Ante mis dudas y preguntas raras que se pasan por mi cabeza, decido llamar a Alex por teléfono. Eran altas horas de la madrugada, pero la verdad no me importaba. Sabía que hasta que no resolviera esto, o hablara con él, no lograría calmar mi cabeza y poder dormir.
-¿Sí? - me dice después de tres tonos de llamada
-¿Podemos hablar? - digo
-¿Nuria? - pregunta con una voz más profunda que lo normal – Son las 5 de la madrugada, y te recuerdo que mañana por la mañana tenemos clase, ¿No puede esperar? - Intenta decirme, pero decido ir al grano.
-No puedo aceptar de nuevo la apuesta. Tienes novia. -digo y oigo como se acomoda en la cama.
-Eso no es problema ninguno. -dice, seguro con una sonrisa en su rostro.
-No te entiendo. No cumpliríamos las reglas marcadas. -digo con cierto nerviosismo.
-No hay nada entre ella y yo .- habla – prefiero continuar nuestra apuesta.
-Estas loco. - comento exasperada - ¿Vas a cambiar a una chica que te quiere por una simple apuesta?
-Ya te dije, no eres una simple apuesta – dice firme.
-Me pones nerviosa
-De eso se trata en cierto modo mi parte de la apuesta ¿no? - me dice.
-No de ese modo. - le digo. - Además mi parte de la apuesta era que no caería a tus pies, y que no eres de mi agrado.
-Creo que vas perdiendo – sé que en su cara se implanta una sonrisa triunfadora. - Lo has demostrado esta noche.
-Eso no es así. No me agradas. Lo de hoy ha sido esporádico, he sido simpática contigo porque me has ayudado y te he pedido perdón porque yo no soy tan prepotente como para no saber cuando hago las cosas mal – hablo con aire desenfadado.
-Demuéstramelo. - dice retador. Y se hacen unos segundos de silencio.
-Está bien, te demostrare que no me agradas. - hablo firme. Y me imagino la cara que está poniendo. Se piensa que lo tiene todo ganado, no sabe de que soy capaz.
-Bien, buenas noches perdedora – habla, y sin darme tiempo a responderle ya ha colgado el teléfono.
Vale, no se qué es lo que he hecho. Solo sé que pase lo que pase voy a ganar esta apuesta. Soy una persona muy competitiva y no me dejo aplastar por nadie. Se de sobra que Alex es una persona odiosa, prepotente y arrogante que no acepta un "no" por respuesta, pero para eso estoy yo aquí, para demostrarle que no todo es como él cree. No todas las chicas caen rendidas a sus pies, y si tengo que ser yo la primera lo seré. El juego comienza, y espero que mis nervios no me fallen.
(...)
Como no era raro en mi, llego tarde a clase, muy tarde. Después de toda la noche en vela dándole vueltas a la cabeza y hablando con Alex, caí rendida en la cama, haciéndome estar durmiendo a lo largo de toda la mañana y un poco de tarde. Voy a todo lo que dan mis piernas y a lo que me permiten los semáforos peatonales y como no, la fuerte lluvia que hay. Voy empapada, literalmente y esto no va a ayudar a mi resfriado.
El día empieza a mejorar cuando me doy cuenta de que tengo dos aburridas e insoportables horas con el Profesor Durán, Derecho Administrativo, un chollo vamos, que se note la ironía.
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¿Por qué tú?
Novela JuvenilNuria es una chica de 18 años que recién entra en la Universidad, tiene pareja desde hace cuatro años pero se siente un poco abatida en ella, ella no es la que era, él no es el que era, todo ha dejado de ser lo que era, y lo peor es que lo sabe aunq...